Jorge Barrientos
Se llevó a cabo la Marcha de las Putas en su 11ava edición, partió de la Fiscalía General del Estado al zócalo capitalino, donde las féminas lanzaron consignas y reclamos por ser víctimas de agresión sexual.
Al grito de “no estás sola, no estás sola”, una de los cientos de mujeres víctimas de este tipo de delito sexual evidenció cómo fue agredida físicamente en Huachinango y, al haber acusado a su agresor, después fue liberado y se vengó de ella atacándola nuevamente.
Grupos de mujeres de todas las edades marcharon por las calles de Puebla capital en reclamo a injusticias, feminicidios, casos de violencia y abuso sexual contra mujeres, niñas y adolescentes.
Vestidas de negro con lienzos color naranja mujeres entonaron cantos en favor de los derechos de las mujeres y contra las autoridades que, a su consideración, son omisas ante casos de injusticia y agresiones de toda clase a las mujeres.
Esta protesta no empezó en Puebla, explican las activistas, se inició Toronto, Canadá, en respuesta a un comentario que hizo el policía Michael Sanguinetti ─durante una conferencia, en la Universidad de York, sobre seguridad civil─, pues dijo: “las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual”.
“Indignadas, las mujeres canadienses salieron a marchar el 3 de abril. Vestidas de tacones, ligueros, escotes y minifaldas tomaron las calles de Toronto. A esta indignación se le unió toda la sociedad: mujeres y hombres marcharon para pedir una disculpa de la policía”.
“Las exigencias de las canadienses resonaron en nuestra cotidianidad, reconociendo que en México y en particular en el contexto poblano también escuchamos este tipo de expresiones de agentes de procuración de justicia, funcionariado, en instituciones de educación y en general en la sociedad con la finalidad de justificar las agresiones sexuales”.