Luisa Muriel platica de su personaje sor Mercedes en “Amor Amargo”

  • La nueva telenovela producción de Pedro Ortiz de Pinedo que se estrena el próximo lunes 4 de noviembre a las 18:30 horas por “las estrellas”.

Por Mino D’Blanc

La reconocida y experimentadísima actriz Luisa Muriel da vida a sor Mercedes en la telenovela “Amor Amargo”, nueva producción de Pedro Ortiz de Pinedo que se estrena el próximo lunes 4 de noviembre por “las estrellas” a las 18:30 horas.

Platicamos con ella gracias a las finas atenciones de la licenciada Rocío Rangel, de TelevisaUnivision.

MD’B: El lunes 4 de noviembre se estrena “Amor Amargo” en la que le das vida a Sor Mercedes.

LM: Sí, mira, después de más de 50 años de carrera doy para la televisión, para telenovelas un personaje como Sor Mercedes. A Pedro Ortiz de Pinedo, a quien le voy a estar agradecida toda la vida por haberme invitado a él, le dije “déjame leer a sor Mercedes” y no pude evitarlo, sor Mercedes se me metió al alma y al corazón. Es un personaje encantador. Te platico de qué va sor Mercedes: es una monja que es la encargada de un orfanato, entonces obviamente trabaja con niños, gran responsabilidad. Niños abandonados, huérfanos, en situaciones difíciles, entonces todos los textos que escribieron para sor Mercedes son puro amor, qué te puedo decir. Qué difícil es decirles a los niños que por más difícil que sea o que fue su realidad, no tienen por qué vivir el maltrato; siempre hay alguien que puede ayudarlos y que puede darles buenos consejos y no se guarden ese dolor en su corazón. Que lo suelten, platicamos, que no se lo guarden adentro porque les hace mucho daño, el miedo, el temor, los rencores. Entonces es un honor, de verdad, poder decir esos textos por la televisión donde lo ven miles y millones… esperemos que millones y millares de personas no solo en México, sino en todo el mundo. Poder curar al alma, que tenga esos problemas, que tenga esos miedos, que tenga esa tristeza en el corazón. Entonces se me hace divino poder estar ahí en la pantalla y estar siendo esto.

MD’B: Después de tantos personajes a los que le has dado vida en el más de medio siglo que tienes de trayectoria, ¿cómo le das vida a un personaje tan noble y sencillo como lo es sor Mercedes?

LM: Primero que nada y yo lo sigo usando todos los días es estudiar mucho tu libreto. Lo leo todos los días; imagínate, una escena o la otra, entonces cada vez que lo lees y lo repites le vas entendiendo a tu personaje; sabes cómo decirlo, sabes qué te causa adentro, por qué lo estás diciendo. O sea, donde te puedes parar, sostener para hacer un personaje, primero que nada, es en el libreto, en la historia. Entonces estudia mucho y léelo. No te confíes mucho en la televisión en el apuntador electrónico, porque luego lo dices así como va, como va, como va, pero de todas maneras hay que estudiarlo, leerlo mucho, así como te lo están diciendo en tu oído como ángel de la guarda. Sabes qué tanto corazón ponerle, cómo decirlo, a dónde hacer tus pausas, porque las pausas es cuando la gente respira y le cae el veinte y entiende y lo entiende a su manera cada quien. Y luego, la dirección; no sabes los directores que nos han puesto, encantadores. Te digo, en más de cincuenta años de carrera cuándo un director terminando cada toma se sale de su cabina, va al set y te aplaude y te abraza y te dice “gracias”; ¡Ay, todo eso se agradece tanto! Entonces a lo que quiero llegar es que es un trabajo, una producción desde nuestro gran productor Pedro Ortiz de Pinedo, los escritores, los directores, el reparto, tiene mucho corazón, mucho amor, mucho amor este proyecto. Entonces pues tiene que llegarle a la gente, le tiene que gustar, la gente se tiene que enganchar porque no hay otra. Si uno le pone amor a un trabajo, a lo que sea, te rebasan las expectativas y el resultado va más allá de lo que tu pobre imaginación pueda pensar.

MD’B: Con todos estos años de trayectoria, ¿qué le aprende una extraordinaria actriz como lo eres tú a un niño actor que obviamente apenas está empezando en el camino de la vida y obviamente apenas está comenzando su carrera artística?

LM: De los niños con los que estoy trabajando, se llama Simón el personaje; él en la vida real se llama Rodrigo (Ríos). Es un angelote de niño; tiene una luz impresionante. Siempre llega contento y saluda a todo el mundo ¡con un cariño!… Eso le estoy aprendiendo al niño: llega y saluda a todo el mundo, con una sonrisa y te abraza y estudia sus textos y me dice: “¿me ayuda? Aquí me tengo que poner triste, sor Mercedes, ¿me ayuda?”… ¡Qué divino escuincle! Y con todo el acelere que tiene; tiene doce años, imagínate la cuerda que trae, entonces mantenerlo quieto ahí; entonces lo agarras y lo abrazas y le das la mano y le dices “vamos a repasar esto, y cómo lo vamos a decir; si te hace falta, yo te abrazo mi vida”. Entonces estoy más que satisfecha, bien contenta con este personaje, con este trabajo.

MD’B: Seamos católicos o no, profesemos la religión o creencia que tengamos, siempre debemos aceptar que la mayoría de las monjitas son seres de mucha luz para el mundo tan complejo en el que estamos viviendo.

LM: Sí señor, uno de los textos dice “si no vives para servir, no sirves para vivir”…

MD’B: Esa frase la dijo la madre Teresa de Calcuta…

LM: ¡Claro! ¡Claro, y sor Mercedes lo repite ahí! Una mujer que es maltratada por el villano que está muy villano, lo tienen que ver. El gran Arturo Peniche hace un villano que a mí me dan miedo las escenas con él.

MD’B: ¿Cuáles son las debilidades de Sor Mercedes?

LM: Tiene de repente esa duda. Todos dudamos y la duda es una cosa terrible de que ¿estaré haciendo lo correcto? ¿Hasta dónde puedo decirle a esta mujer que ella es un ser maravilloso, que no se deje maltratar? Que diga la verdad. Yo sé que es muy difícil y te llena de miedo decir la verdad, pero creo que es lo correcto, porque eres un espíritu limpio y no debes permitir que lo maltraten. Entonces tener los límites de hasta dónde puedes tú meterte en la vida de alguien para tratar de salvarlo, de sacarlo de los miedos, de la tristeza. Esta es una debilidad que tenemos yo creo que todos los seres humanos y más la gente que está dedicada al servicio.

MD’B: Alguien dijo que “el mayor de los miedos de muchas personas es llevar por siempre la verdad”.

LM: Claro. Quién me creo yo de ser poseedora de la verdad; también esa es una vanidad, ¿no? Entonces te tienes que ir con cuidadito; casi, casi, pedir permiso de ayudar.

MD’B: ¿Cuáles son sus fortalezas?

LM: Es que lo estoy haciendo con amor. No lo estoy haciendo por pedir algún ni reconocimiento, ni agradecimiento. Si puedo salvar a una mujer del maltrato, del miedo, Bendito Dios lo estoy haciendo con amor y que Dios me ayude y que todos los ángeles me ayuden. Y lo que le decía a Pedro (Ortiz de Pinedo) cuando nos juntamos la primera vez a conocernos todos, todo el reparto, directores, productores, jefes de arte: “si a una persona afuera le podemos ayudar con esto que estamos haciendo… ¡misión cumplida, Mino! ¡Misión cumplida! Si a alguien le cae el veinte y entiende que no se puede guardar ese sufrimiento adentro y que te hace más daño, termina paralizándote, entonces misión cumplida con una persona que ayudemos allá afuera, de verdad.

MD’B: ¿Qué le aprendes a sor Mercedes?

LM: Me he dado cuenta todos estos días que me han enseñado mucho de paciencia, de escuchar, que no te salga tu ira. Tener la paciencia, tener ya otro ritmo de escuchar, de poder escuchar, de estar de buenas, de responder con una sonrisa, saludar a la gente. Toda esta luz que debe tener esta gente, me lo está enseñando sor Mercedes. Juro por mis hijos que es a lo que más amo, que sí me está enseñando mucho este personaje, porque lo estoy haciendo con amor y me dejo ir, entonces sí, la paciencia aparte para estar sentada en el llamado y “espérate, espérate hasta que te toque entrar” y estás “no te desesperas Luisa Muriel de estar sentada, a gusto; te haces un tecito y con la sonrisa y con toda la buena intención estás estudiando”. Esa paciencia… la paciencia es una gran virtud; hace que te oigas, que estés tú con tus pensamientos, que estés con tu paz, que te observes a ti mismo mientras estás en la paciencia. El don de saber esperar sin desesperarse.

MD’B: ¿Por qué el público tiene que ver “Amor Amargo” a partir del próximo lunes 4 de noviembre?

LM: Es un gran reparto. Tú verás a la maravillosa de Daniela Romo haciendo una villana, siendo una persona tan simpática, porque vaya que es simpática Daniela; es simpatiquísima, te saca la risa desde donde quiera, porque así es ella. Haciendo esta villana, fíjate, un día el director me dijo “acabo de hacer ayer, que tú no tuviste llamado sor Mercedes, una escena con Daniela. ¿Te acuerdas de Lady Macbeth cuando va en la oscuridad con la vela y todo? ¡No sabes qué escena se aventó esta mujer! “. O sea, de ese tamaño va a estar “Amor Amargo”. Porque es un proyecto hecho con mucho amor, con conciencia. Los escritores se han lucido. La verdad los textos que han puesto en mi boca son maravillosos. Lo están haciendo con ganas, con la intención, con el profesionalismo de que esto funcione bien, que le llegue bien al alma a la gente, que diga cosas diferentes. Entonces yo creo que cuando algo se hace con corazón, te supera, supera tus pobres expectativas de tus pensamientos y se va más allá cuando le pones corazón, y este proyecto tiene corazón, tiene alma, tiene mucho amor. Entonces yo creo que por eso la gente tiene que darse el chance de empezar a verlo y los va a agarrar y van a seguir viéndolo hasta que lleguemos al final; eso antes que nada. Antes que nada, es un grupazo de verdad que hace una buena vibra, como se dice ahora; hay una buena vibra en los llamados, en el compañerismo, en los chavos jóvenes, cómo llegan y te preguntan cosas y luego platicamos y morimos de la risa. Está padrísimo, ¡está padrísimo este proyecto de “Amor Amargo”! Va a funcionar y le va a gustar a la gente y les va a dar un cariñito al corazón, te lo aseguro.

 

 

Categorías