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• En el Día Internacional de Acción contra la Migraña, te decimos qué puedes hacer para controlar a esta –cada vez más frecuente– intrusa de vida

Aceptémoslo: la migraña se ha convertido en la molesta compañera de gran parte de los mexicanos. Datos de la Secretaría de Salud revelan que 20 millones de personas en México sufren este intenso dolor de cabeza que provoca mareos, náuseas, vómito, debilidad, intolerancia a la luz y los sonidos y que puede ser un obstáculo para continuar con las actividades del día a día.

Esta alta incidencia se debe a que los ataques de migraña pueden desencadenarse por problemas cada vez más frecuentes como estrés, ansiedad, saltarse comidas, cambios en los patrones del sueño (como no dormir lo suficiente), así como por factores cotidianos incluyendo ruidos fuertes o luces brillantes, por beber alcohol, fumar, además de que algunos alimentos también la pueden detonar, entre ellos: el chocolate; lácteos; productos con glutamato monosódico (GMS); alimentos que contienen tiramina (como el vino rojo), el pescado ahumado, los hígados de pollo y los higos; algunas legumbres; frutas como aguacate, plátano y cítricos; cacahuates y otras nueces, cebolla; así como carnes que contengan nitratos, por ejemplo tocino, salchichas, salami y carnes curadas.

Entonces, si es tan frecuente, ¿solo debes resignarte a sufrir episodios de migraña? “Definitivamente no, no debemos normalizar ningún tipo de dolor, y menos un dolor que afecta tanto la vida de las personas como la migraña. La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que, a nivel global, la migraña es una de las 20 enfermedades más discapacitantes, debido a que las crisis que causa pueden ser intensas y recurrentes y, por tanto, tener importantes impactos sociales y laborales¹. Un estudio reciente estima que en 2018 la carga económica de la migraña en México fue de 46,558 mdp, equivalentes a 0.25% del PIB nacional de ese año”, afirmó la Dra. Tania Stephenson, Médico cirujano con Maestría en Medicina Molecular, en el marco del Día Internacional de Acción contra la Migraña, que se celebra el 12 de septiembre.

Tratar los síntomas implica, en primer lugar, detectar qué detona los episodios. Para ello, llevar un diario sobre los dolores de cabeza puede ser muy útil. Con esta información, se pueden tomar acciones para evitar o alterar los factores detonantes:

1.     Dormir poco estresa tu cuerpo y mente, lo que puede desencadenar que se liberen hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Mejora tus hábitos de sueño durmiendo lo suficiente y yendo a la cama todas las noches a la misma hora.

2.     Pon mayor atención a lo que comes evitando los alimentos que detonan tus episodios de migraña, siguiendo una dieta lo más sana posible alejándote de productos procesados, y evitando saltarte comidas.

3.     Ya que no siempre puedes controlar lo que detona tus síntomas, llevar siempre contigo un tratamiento específico puede hacer una gran diferencia en tu día. Debido a la combinación de ácido acetilsalicílico y cafeína de CafiAspirina Forte, este medicamento de libre venta no solo alivia dolores severos de cabeza y migraña, también estimula la energía y estimula el estado de alerta ayudándote a tener una mejor atención.

4.     Administrar tu tiempo te puede parecer una estrategia poco convencional, pero sin duda te ayudará a reducir el estrés, así que pregúntate con sinceridad: qué es lo que realmente debes hacer, qué puede esperar y qué no es necesario. Simplificar tu agenda y decir que no, te ayudará a reducir los episodios de migraña y a mejorar tu calidad de vida en general.

5.     Cuando el estrés es el detonante, las técnicas de relajación pueden ser muy útiles. Dedicar tiempo a actividades placenteras, como escuchar música, bailar, hacer algún deporte, leer un libro o jugar con tu mascota, puede ayudar. Las actividades relajantes como la meditación, el yoga y el taichí, así como el ejercicio también son benéficas.

6. Puede sonar exagerado, pero ser positivo y dar un giro positivo a los pensamientos negativos puede ayudar en situaciones estresantes. Aún más, divertirse con algún pasatiempo o incluso jugar algo puede hacer la diferencia.