DEBATE

Por Roberto Desachy Severino

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El presidente Andrés Manuel López Obrador ha repetido una y otra vez que no modificará un ápice su presunta “estrategia” de “abrazos y no balazos” con el crimen organizado, a pesar de que el supuesto combate a la delincuencia es el rubro del gobierno federal MENOS avalado por la ciudadanía y de que su gestión ya rompió el récord de homicidios dolosos.

En su más reciente estudio, la empresa demoscópica “La Encuesta Mx” detalló que apenas el 23.9 por ciento de la gente aprueba su “estrategia” de seguridad: AMLO mantiene más del 51% de aprobación, aunque apenas el 23.9 por ciento lo avala en seguridad pública y el 43% le apoya en economía

Además, la violencia asesina en el país sigue imparable, con decenas de homicidios dolosos diarios, como lo demuestra el que desde hace tiempo se rebasó la cifra de 160 mil asesinatos intencionales durante el sexenio:México suma 160 mil 361 homicidios  dolosos durante el actual gobierno federal

Pero si a AMLO no le afecta que la violencia e inseguridad minen su popularidad y mantengan a México en una permanente espiral criminal, sí deberían importarle las muertes de sus promotores, apoyadores, de morenistas y/o amlistas, como sucedió en marzo del 2021, cuando fue asesinado Pedro Gutiérrez, candidato de la 4T a la alcaldía de Chilón.

Y LA OLA DE VIOLENCIA HOMICIDA ALCANZA A LAS “CORCHOLATAS”

También en 2021, en febrero de ese año y ya con López Obrador al frente del gobierno de México, ejecutaron en una cafetería a Ignacio Sánchez Galindo, secretario de Desarrollo Social y precandidato de Morena-PVEM a la presidencia de dicho municipio de Quintana Roo:Un aspirante a alcalde de Morena y del PVEM es asesinado en Quintana Roo

De hecho, durante la pasada elección federal, según El Economista, fueron asesinados 89 candidatos a puestos de elección popular, 44% pertenecía a la alianza PAN-PRI-PRD y 28 por ciento a la formada por Morena-PT y PVEM. Además, el del presidente fue el segundo partido más afectado por dichos homicidios, solo el PRI tuvo más víctimas: Violencia electoral dejó 91 políticos asesinados durante el proceso

Tal vez a la secretaria de Seguridad Pública federal, Rosa Icela Rodríguez y al propio dirigente nacional morenista, Mario Delgado, les tengan sin cuidado las ejecuciones de candidatos morenistas en municipios alejados de la Ciudad de México y poco conocidos, pero debería importarles que la violencia homicida comience a alcanzar a sus “corcholatas”, como Marcelo Ebrard, ya que a finales de julio fue asesinado en Chilpancingo el empresario José Guadalupe Fuentes, uno de sus promotores: “No se tiene mucha claridad”, dice AMLO por asesinato de empresario promotor de Marcelo Ebrard

Y no solamente debería investigarse y castigarse el homicidio en Guerrero del empresario seguidor del ex canciller, sino también la muerte de otro miembro destacado de la iniciativa privada, pero cercano a otra “corcholata”, Adán Augusto López, ya que tendría que esclarecerse si fue accidente o atentado en Veracruz la caída de la aeronave que provocó el fallecimiento de Daniel Flores, de la empresa Proyecta, que participó en la construcción de la refinería Dos Bocas: Avioneta se desploma en Veracruz; muere el empresario Daniel Flores

EX SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DE NÉSTOR CAMARILLO EN EL PRI…HOY SUBSECRETARIO DEL GOBIERNO ESTATAL

Lo dije hace poco y, sin duda, lo sostengo: Nadie en el PRI estatal o nacional tiene la calidad moral, política ni personal para hablar de traiciones, contubernios, complicidades y mucho menos “pureza partidista” ni ideológica, ya que la gran mayoría de sus dirigentes tienen grandes historias de connivencia hoy con el morenismo y antes con el PAN, morenovallismo, etc.

Un ejemplo claro es Rafael Ramos Bautista, actual subsecretario de Bienestar y ex secretario de Organización y Operación Política del PRI estatal, el de Néstor Camarillo Medina, en el pasado proceso electoral, cuando –incluso- hizo a su padre, Absalón Juvencio Ramos Fuentes, candidato a diputado por Tepeaca, aunque perdió, como era de esperarse.

Además, el actual alto funcionario del gobierno estatal morenista fue presidente municipal PRIÍSTA de Los Reyes de Juárez, lo que confirma la hipocresía y falsedad en la presunta “indignación” de Néstor Camarillo cuando el dirigente de la CTM, Leobardo Soto López, hizo público su respaldo al ex secretario de Gobernación estatal, Julio Huerta, para 2024: Leobardo Soto desfonda al PRI Puebla…y a Néstor Camarillo

Partido bisagra exterminado de manera sistemática por Alito Moreno y los ex gobernadores priístas que de manera permanente entregaron sus estados al presidente Andrés Manuel López Obrador, de aquel PRI todopoderoso, cuna de “carros completos” y victorias arrasadoras “no queda nada, nadita de nada”, como dice la canción del gran Marco Antonio Muñiz: Alfredo del Mazo, Alito Moreno y el cascajo del PRI en 2024