Aumenta flujo migrante que se queda en México: análisis IBERO

Staff/RG

  • El favoritismo de las fuentes de empleo hacia los grupos migrantes fue casi nulo en 2020, señala el Posicionamiento sobre el contexto migratorio en México
  • Los bajos niveles de escolaridad y menor edad de quienes llegan permiten prever que su integración a la sociedad mexicana será menos favorable

Durante las dos últimas décadas, México se ha perfilado como un país de destino receptor de migrantes, principalmente provenientes de Centroamérica. Ello se suma a su tradicional característica de país de tránsito de flujos migrantes hacia Estados Unidos, así como de receptor de migrantes de ese país y de retorno de connacionales. Ante esta panorámica, el estudio de la integración de la población inmigrante a la sociedad mexicana “es todavía un campo muy poco desarrollado”.

Así lo explica el capítulo La integración de los grupos migrantes a la sociedad de acogida: México como país de destino, del Posicionamiento sobre el contexto migratorio en México, elaborado por académicas y académicos de la Universidad Iberoamericana.

Con la pandemia y la subsiguiente crisis económica, no sólo crecieron los flujos de migración de México hacia EU, sino también de otros grupos latinoamericanos que llegan a nuestro país. El documento menciona además algunos otros factores que abonan a este aumento: el discurso antiinmigrante del periodo del expresidente Donald Trump, que colocaba a México como tercer país seguro; las caravanas migrantes desde Centroamérica de 2018, y el éxodo de haitianos y venezolanos.

Pese a que los grupos migrantes suelen recibir un trato preferencial en términos de ingresos laborales por parte de las fuentes de empleo en México, este favoritismo fue casi nulo en 2020; el documento plantea que este cambio puede deberse a que “están llegando a México grupos con niveles bajos de capital humano”.

Apunta también una transición en el perfil de la población migrante de origen centroamericano en México: de altos niveles de escolaridad y mayor edad a bajos niveles de escolaridad y menor edad, lo que “permite prever que su integración a la sociedad mexicana será menos favorable”, especialmente si se insertan en el sector informal de la economía, aunado a un aumento de expresiones xenófobas y racistas hacia este sector.

Respecto de las aproximadamente 800 mil personas de origen estadounidense que residen en nuestro país, y que constituyen el 66% de la población extranjera, el documento prevé altas probabilidades de que “este contingente regrese a su país de origen en cuanto la situación económica del vecino país del norte se mejore, lo que puede representar una pérdida para México en términos de productividad”.

Los y las académicas que firman el posicionamiento exhortan a los tres niveles de gobierno y a la sociedad en general a reforzar las políticas de las políticas de integración de la población migrante, así como “incrementar campañas de concientización respecto de la importancia del respeto y la tolerancia hacia quienes salen de otros países en búsqueda de oportunidades”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías