Debate

Por Roberto Desachy Severino

Nadie puede negar que no son tiempos fáciles para el INE desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia del país.

Los elevadísimos sueldos de los consejeros, el caso Salgado Macedonio y, ahora, la revocación del mandato son solo algunos de los choques entre el órgano electoral y el gobierno federal de la 4T: Si el INE no puede, consulta de revocación de mandato la puede hacer el pueblo: AMLO

Obligado por la ley y la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el INE debe llevar a cabo la consulta de revocación de mandato y ceñirse al mismo presupuesto que le corresponde en este 2022, porque la Cámara de Diputados y la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se negaron a darle recursos adicionales.

Y todo mundo sabe que, si la participación ciudadana en este proceso que costará 3 mil 800 mdp no es la que desean AMLO y Morena, desde las mañaneras presidenciales se echará a andar toda la maquinaria contra el órgano comicial: INE seguirá con Revocación de Mandato pese a persecución y falta de recursos: Córdova

Tampoco fue muy inteligente el presidente nacional del INE, Lorenzo Córdova Vianello, cuando asistió a la plenaria del PAN hace tres semanas, porque le dio sólidos argumentos a AMLO para que lo acusara de no cuidar las formas, después de que en el evento panista el consejero electoral lo señalara –a su vez- de atacar la autonomía de las instituciones electorales: AMLO critica asistencia de Lorenzo Córdova a plenaria del PAN: ‘Debería ser imparcial’

Desde luego que el INE no es, ni con mucho, perfecto, pero México tampoco puede volver a los tiempos en que personajes como Manuel Bartlett Díaz, Arturo Núñez Jiménez o Luis Carlos Ugalde organizaban las elecciones, tiraban votaciones y hacían fraudes “patrióticos”, como el que cometieron Carlos Salinas de Gortari y sus cómplices en 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas, el que sufrió el propio PAN en Chihuahua en 1986 o, incluso, el que Felipe Calderón y su pandilla le cometieron a AMLO en 2006: Sí…que desaparezcan al INE, al TEPJF y que Manuel Bartlett y cía organicen las presidenciales del 2024

VEDA ELECTORAL, RESPONSABILIDAD DE MAYORÍA MORENISTA EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Además, el órgano comicial no es culpable de todo lo que le endosan el indefendible Mario Delgado y la 4T. Un ejemplo de ello es la veda impuesta a todos los gobiernos durante la consulta de revocación de mandato, porque –efectivamente – se trata de una medida que frena y/o obstaculiza procesos importantes, como la reactivación económica.

También es cierto que la veda electoral fue severa y se suma a la que ya se aplicó el año pasado por los comicios locales y federales intermedios. Pareciera que a alguien le interesa tener al país sumido en una elección tras otra: Periodo de reflexión o veda electoral procesos electorales 2021- 2022 y Revocación de Mandato

Pero lo cierto es que, en el caso de la veda, la culpa no fue del INE, tampoco del protagónico Córdova Vianello, sino de la mayoría morenista (Ignacio Mier Velazco y cía) en la Cámara federal de diputados, que el 14 de septiembre del 2021 aprobó la Ley Federal de Revocación de Mandato, que en su artículo 33 estableció: “Durante el tiempo que comprende el proceso de revocación de mandato, desde la emisión de la Convocatoria y hasta la conclusión de la jornada de votación, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación de toda propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno.

“Los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, sólo podrán difundir las campañas de información relativas a los servicios educativos y de salud o las necesarias para la protección civil.

“Queda prohibido el uso de recursos públicos para la recolección de firmas, así como con fines de promoción y propaganda relacionados con los procesos de revocación de mandato”.

NI PARA DÓNDE HACERSE

Por si fuera poco, el artículo 35 de la Constitución General de la República también establece una veda severa durante un proceso de consulta popular, como es la revocación de mandato, porque señala que: “Durante el tiempo que comprende el proceso de revocación de mandato, desde la convocatoria y hasta la conclusión de la jornada, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación de toda propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno.

“Los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, sólo podrán difundir las campañas de información relativas a los servicios educativos y de salud o las necesarias para la protección civil”.

Cierto que la veda electoral es un obstáculo más para un país al que le urge movilizarse, revivir, reactivar su economía e impulsar las inversiones, el turismo y el sector productivo, pero habrá que esperar a que pase la revocación de mandato –que, por cierto, tampoco será vinculante, debido a que no alcanzará el 40% de la participación de la gente- para que, finalmente, México deje de estar en un proceso electoral.

Y, al menos en esta ocasión, el INE no fue el culpable del forzoso silencio y, principalmente, de la menor actividad del sector gubernamental y sus consecuencias para las economías del país, estados y municipios.