Caminar por banquetas una carrera de obstáculos

Fauna Política

Por Rodolfo Herrera Charolet

Uno de los problemas al definir políticas públicas es la preferencia que los gobiernos hacen en favor de la cultura del automóvil y no de los peatones. Tal es el caso de las condiciones deplorables en las que se encuentran y construyen las guarniciones y banquetas.

Aun cuando construir una futura entrada para auto, en detrimento de los peatones que deben sortear altibajos en niveles de la misma, es una forma de ahorrar recursos materiales en favor de los constructores, puesto que se reduce la cantidad de materiales en la construcción.

Lo interesante de la lógica de los funcionarios que autorizan dichos “ahorros” es la construcción de entradas para autos en cocheras inexistentes o frente a escalones que hacen imposible la entrada de un vehículo automotor, a menos que se trate de una motocicleta que deba de ser cargada por su propietario.

También existen rampas para discapacitados que se transportan en silla de ruedas, pero que no utilizan las banquetas porque metros adelante se encuentran ante obstáculos insalvables y que hacen imposible o peligroso su paso. No se diga si el peatón tiene deficiencia visual o simplemente es ciego, será una prueba de fuego en caso de salir librado de transitar por las banquetas, ya sea porque están invadidas por recipientes calientes que colocan las carnicerías o puestos en la vía pública, rampas con inclinación excesiva en beneficio de negocios, apartados de lugar, adornos peligrosos, anuncios, mercancía, plantas con púas, escalones, protecciones de acero en medidores de energía eléctrica o falta de tapas en registros hidráulicos o eléctricos.

Desde luego que todas estas deficiencias, son en parte por errores de funcionarios sin conocimiento de políticas públicas, falta de criterio con un compromiso social genuino o por intereses económicos de hacer negocio privado con el dinero público. Cualquiera que sea la razón por la cual dichos funcionarios autorizan desniveles o daño a las banquetas en beneficio de autos y no de peatones, la realidad se impone. Es necesario una política pública en beneficio de los ciudadanos de a pie… peatones.

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