Demetrio Rivas Corona, el charro del SNTE 31 que quiere heredar el cargo a su delfín

Debate

Por Roberto Desachy Severino

A mediados de julio del 2015, cuando el ex secretario general nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre, impuso a Demetrio Rivas Corona en la sección 31 del mismo sindicato en Tlaxcala, el país era mal gobernado por Enrique Peña Nieto, que apenas estaba a la mitad de su gestión, mientras otro priísta era el titular del ejecutivo en ese estado, Mariano González Zarur.

Muchas cosas cambiaron en el país después de esa fecha: Juan Díaz de la Torre dejó la dirigencia del SNTE federal en noviembre del 201, acusado por el grupo de la ex lideresa, Elba Esther Gordillo, de mal uso de fondos del retiro de los maestros: Elbistas demandan a Díaz de la Torre por mal uso de fondos de retiro

Juan Díaz de la Torre

El PRI, Enrique Peña Nieto y Mariano González Zarur –afortunadamente- ya no gobiernan México ni Tlaxcala, así que Demetrio Rivas Corona es un emisario del pasado en toda la extensión de la palabra, no solamente porque quienes lo impusieron ya ni en política están, sino, también, por el hecho de que el todavía secretario general de la sección 31 SNTE Tlaxcala representa el más rancio charrismo sindical, que –al menos en teoría- debería quedar erradicado.

Demetrio Rivas Corona

El 13 de julio del 2015, cuando Demetrio Rivas Corona asumió la secretaría general de la sección 31 del SNTE-Tlaxcala, se comprometió a “trabajar con gran responsabilidad, con mucha emoción, pero sobre todo, ser muy puntual que los compañeros trabajadores de la educación esperan un buen trabajo del nuevo Comité Ejecutivo Seccional que ahora presido”, expuso, tras comentar que en el tema de la evaluación educativa no se oponen a este ejercicio, pero adelantó que se revisará el procedimiento y formato con la autoridad educativa” (Jornada de Oriente).

NADA DE TRANSPARENCIA NI RENDICIÓN DE CUENTAS

Pero basta con platicar con cualquier docente tlaxcalteca para comprobar que no cumplió prácticamente nada de lo ofrecido, como lo demuestra el hecho de que lleva 2 años sin rendir ninguna cuenta de lo que él y su gente han hecho con las cuotas mensuales de los más de 14 mil maestros afiliados a la sección.

Incluso, la página oficial del SNTE 31 no informa nada, en absoluto, de a cuánto ascienden las aportaciones mensuales de los docentes y qué hacen sus “representantes” con ese dinero, que es mucho. Basta con saber que el auditorio de la sección costó 12 millones de pesos: Sección 31

Pero la transparencia y rendición de cuentas no fueron la constante en la gestión sexenal de Demetrio Rivas Corona, tampoco la defensa de los agremiados, como –en su momento- lo señalaron diversos sectores, que lo acusaron de plegarse a la “reforma educativa” de Peña Nieto y que de manera permanente fueron abandonados por el sindicato cuando protestaron contra algún directivo o medida arbitraria de la Uset: Exigen docentes destitución del supervisor de la Zona 08 de secundarias técnicas

Pese a su vergonzoso rol de charro sindical, al puro estilo del México de los 70s, con Fidel Velázquez, Alberto Juárez Blancas, Carlos Jonguitud y demás, hoy Demetrio Rivas Corona quiere heredarle la sección 31 SNTE Tlaxcala a su delfín, Arturo Morales Juárez, lo que ha polarizado, dividido a la base magisterial de dicho estado: Acusan guerra sucia en el SNTE por la renovación de su dirigencia

Arturo Morales Juárez

Tal vez para que su protegido le cuide la espalda o, quizá, por la esperanza de gozar otros 5 años de las cuotas y privilegios inherentes al sindicato más grande de América latina, pero lo cierto es que el todavía secretario general de los maestros tlaxcaltecas amenaza con continuar medrando con el gremio. ¿Lo permitirá la base?, es lo que se definirá el jueves 21, el día de la elección.

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