Debate
Por Roberto Desachy Severino
Durante el priato, en diciembre de 1977, cuando José López Portillo era presidente de México se inventaron las diputaciones plurinominales supuestamente para dar representación a las minorías y promover un cierto equilibrio político.
El PRI era un partido de Estado, ganaba todas las elecciones y, si no lo hacía, simplemente cometía fraudes, como los que encabezó el hoy titular de la CFE en Chihuahua (1986) y, a nivel federal, por la presidencia de la República en 1988. Así que el PAN y los demás partidos de oposición vieron en las diputaciones de representación proporcional una vía para acceder al poder Legislativo.
Gracias a las curules plurinominales pudieron acceder a San Lázaro “tribunos” destacadisimos como Pablo Gómez o Porfirio Muñoz Ledo; es decir, personajes brillantes que ya no eran parte del partido hegemónico y que no podrían ganar su curul en las urnas, pero que desde la tribuna legislativa hacían grandes aportes a la política y sociedad mexicana.
Lamentablemente, con el paso de los años, la figura del diputado, senador o regidor de representación proporcional se pervirtió y se volvió lo que es hoy, una tramposa y sucia manera para que parejas o hijos de políticos y gandallas burócratas de los partidos se apropien de curules sin haber obtenido un solo voto ni hacer campaña, como hicieron en la fracción mierista del Congreso local Carlos Evangelista, Édgar Garmendia y Daniela Mier: Morena repite la lista de aspirantes a diputados locales por la vía plurinominal
CARLOS EVANGELISTA, ÉMULO DE JOSÉ JUAN ESPINOSA
La inexperiencia e ignorancia son atrevidas…y peligrosas. Solamente así se explica que el diputado local plurinominal integrante de la fracción mierista, Carlos Evangelista, se haya atrevido a plagiar la iniciativa que presentó en junio del 2019 uno de los políticos más repudiados actualmente, José Juan Espinosa Torres.
A mediados de junio de ese año, el ex edil de San Pedro Cholula metió al Congreso local una iniciativa de decreto para sancionar “las prácticas que pretenden corregir la orientación sexual”. Tres años y 4 meses después, Carlos Evangelista se roba la propuesta para presentarla ante la misma Legislatura.
Así que Evangelista, Garmendia y cía no solamente se mantienen –violando los estatutos del partido- como los dueños de la franquicia Morena en Puebla, sino que cobran como diputados locales y ni siquiera se “molestan” en elaborar sus propias iniciativas de ley, para tratar –aunque sea un poco- de justificar su paso por el Congreso: Carlos Evangelista y Édgar Garmendia, los dueños de la franquicia Morena en Puebla
Así de faltos de talento, iniciativa, conocimientos y hasta de tacto político andan en la fracción mierista en la Legislatura local: Daniela Mier Bañuelos, Carlos Evangelista y Édgar Garmendia…la fracción parlamentaria “mierista” en el nuevo Congreso de Puebla