Acoso laboral, violación permanente de las normas internas y hasta despidos, la constante en la delegación estatal del IMSS: Liliana Aguilar Martínez

Debate

Por Roberto Desachy Severino

Después de 13 años de trabajar en el IMSS-Puebla, a Liliana Aguilar Martínez la despidieron de manera injustificada y, en consecuencia, ella recurrió a un abogado para colocar una demanda laboral que está segura de ganar, aunque su propio defensor le advirtió que la institución tratará de retardar el proceso, que puede durar 2 años.

Pero, quizás, lo peor no haya sido que la dirección de Prestaciones Sociales del IMSS Puebla a cargo de Gabriela Tapia Rodríguez haya despedido a Liliana Aguilar, sino el acoso, la persecución, los ataques arteros que dicha funcionaria menor –con la omisión de la delegada Aurora Treviño- le infringió durante más de un año: Gabriela Tapia Rodríguez y Abraham Picazo, los “dueños” del IMSS Puebla

Entrevistada, la afectada narró con lujo de detalles el auténtico vía crucis por el que la hicieron pasar Gabriela Tapia Rodríguez, encargada del departamento de Prestaciones Sociales del IMSS en el estado; además de su esposo, Abraham Picazo y Arturo Hernández Pérez, titular de la jefatura de Servicios de Salud.

Pero ahora ya no son 3 quienes se dedican al acoso laboral, las amenazas y demás, sino que ya hay un sedicente “asesor” de la delegada, Armando Alvarado Camacho, que también se concentra en molestar a algunas empleadas de confianza de la institución, según las quejas que ellas mismas siguen mandando a Desde Puebla

PRIMERO LA ACOSAN Y LUEGO LA DESPIDEN

Aguilar Martínez precisó que desde mayo del año pasado le cambiaron su plaza de confianza a Izúcar de Matamoros, pese a que este tipo de movimientos no se permiten ni en el contrato colectivo de trabajo, tampoco en el reglamento interno. Ni siquiera le dieron viáticos, pese a que en una ocasión sufrió un percance vehicular.

“Te podemos mandar a donde queramos”, le dijeron Gabriela Tapia Rodríguez y cía, a pesar de que la norma interna y el contrato de trabajo señalen otra cosa. La afectada viajó todos los días ida y vuelta a Izúcar de Matamoros desde mayo del 2020 a febrero 2021, durante los cuales sufrió un accidente que la mantuvo incapacitada más de una semana.

Producto del percance generado por el ilegal traslado de su plaza, Liliana sigue en tratamiento médico, porque tienen lastimados los hombros, cervicales, etc. Añadió que mandó diversas quejas a instancias internas, algunas reconocieron –incluso- el acoso laboral, pero se declararon incompetentes.

Incluso, cuando habló con la delegada Aurora Treviño, le contestó que “ésas eran las indicaciones y que ella estaba más lejos (de su casa y familia), que su familia es de Monterrey y no importaba, que tenía que hacerlo”: Gabriela Tapia Rodríguez y Abraham Picazo, los “dueños” del IMSS Puebla.

VETE SIN GOCE DE SUELDO

La “compasiva” y “solidaria” Tapia Rodríguez le propuso una “solución a Liliana Aguilar: Que, si no estaba conforme con hacer carretera todos los días, pidiera un permiso sin goce de sueldo a su plaza de Puebla capital, pero “le contesté que no podía aceptar, puesto que soy madre soltera y tengo 2 hijas por mantener”.

“Eres un número más, ahorita tienen el poder y sienten que pueden hacer lo que quieran con los trabajadores”, acusó la afectada. También relató el por qué a Tapia Rodríguez y Arturo Hernández les urgía deshacerse de ella, ya que en septiembre y noviembre del 2020 un grupo de empleados de confianza del IMSS enviaron a las oficinas de la institución en la CdMex denuncias sobre las anomalías.

Pero, hasta la fecha, Zoe Robledo y demás burocracia federal de la institución ni siquiera se dio por enterada de lo que ocurre, a pesar de que –empero- los reglamentos internos prohíben cambiar de ciudad de trabajo al personal de confianza. Otra anomalía es que personal sindicalizado realiza labores de confianza y viceversa.

La manera en que la encargada de Prestaciones Sociales y sus cómplices se deshicieron –momentáneamente – de Liliana Aguilar Martínez fue, por demás, burda, primitiva, como lo relató ella misma.

Y QUE LA CORREN ¡POR CUMPLIR CON SU TRABAJO!

En enero de este año, el encargado del Centro de Seguridad Social IMSS en Izúcar y jefe de la afectada, Martín Aranza Huesca, le dio un documento (pliego de comisión) en que le pedía llevar material a Puebla capital, al almacén delegacional y le entregó el papel con las indicaciones respectiva.

Pero, un mes después, le llega a Liliana una notificación de Investigaciones Laborales por supuestas anomalías cometidas el día en que la mandaron a la Angelópolis. El día en que se dirimió la indagatoria, el careo, “estuve con mi asesor desde las 9 de la mañana y hasta 11 de la noche”, mientras se cometían muchas anomalías en su contra.

Por cierto, adivinen ¿quiénes declararon contra ella y el otro acusado, Jorge Hernández Serrano, administrador del Centro de Seguridad Social IMSS en Izúcar?…Acertó: Arturo Hernández, Gabriela Tapia Rodríguez y el propio ex jefe de Liliana, Martín Aranza, acompañados del nuevo “asesor” de la delegada, Armando Alvarado Camacho.

Durante ese careo se cometieron varias irregularidades, como la de que Alvarado Camacho sea elemento sindicalizado y, por lo tanto, no tiene facultades para realizar funciones de confianza, porque fue secretario de Conflictos del Sindicato Nacional de Trabajadores sección 1 IMSS –Puebla.

LA ENCERRONA CON GABRIELA TAPIA Y MARTÍN ARANZA UNA SEMANA ANTES DEL DESPIDO

Además, el jefe de Servicios Jurídicos del IMSS Puebla trató de bloquear al abogado de Liliana Aguilar, aunque fracasó en su intentona. Otra irregularidad que, incluso, podría considerarse ataque de género es que Alvarado Camacho se la pasó grabando y tomando fotos a la denunciante, con el claro objetivo de intimidarla.

Aguilar Martínez recordó que – una semana antes de que le llegara la notificación de la investigación en su contra- Gabriela Tapia Rodríguez, Martín Aranza y Alvarado Camacho la forzaron a una encerrona, en la que le preguntaron todos los detalles de su plaza y la amenazaron con que, si se le ordenaban ella debía trapear y barrar las instalaciones o sería corrida del IMSS, como finalmente sucedió.

Inclusive, ella piensa que la despidieron para poner a Alvarado Camacho en su plaza de confianza, para que se jubile y la pensión sea más jugosa…con la venia de la delegada Aurora Treviño, Gabriela Tapia y Martín Aranza, éste último un sujeto sobre el que pesan varios señalamientos en Izúcar que, desde luego, tampoco han sido investigados: Martín Aranza Huesca, el “dormilón” director del Centro de Seguridad Social del IMSS en Izúcar

Tal vez Martín Aranza haya evadido las acusaciones en su contra por sus complicidades internas, porque negó haber mandado de comisión a Puebla capital a Liliana y a Jorge Hernández Serrano, con el argumento risible de que no es suya la firma que aparece en el pliego de comisión.

Aguilar Martínez ya colocó una demanda laboral, otra querella penal contra Martín Aranza por falsedad de declaraciones y otros recursos legales, que garantizan que el conflicto durará bastante tiempo y le puede costar una buena cantidad al instituto, en caso de que el fallo sea favorable a la trabajadora afectada.

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