Hipólito Contreras

La situación de la cafeticultura a nivel nacional es catastrófica, el precio del café cereza y pergamino ha estado bajando, no hay precio de garantía, no hay mano de obra, los jóvenes ya no se dedican al cultivo del cafeto, ahora se van a otros lugares en busca de oportunidades, a la zona cafetalera llegan camiones para llevarse a los jóvenes rumbo al norte, las comunidades se quedan sin la fuerza laboral, afirmó Fabián Baltasar Nieto, productor e investigador independiente.

Comentó que la riqueza de las comunidades se transforma en pobreza porque quedan en abandono los cafetales, se genera incertidumbre en los productores porque no obtienen los ingresos que esperan.

Expuso que a nivel nacional las regiones agrícolas cafetaleras están asentadas en las regiones indígenas “y hablar de indígenas es hablar de pobreza, hablar de café es hablar de pobreza, aunado a que las políticas públicas han sido insuficientes para atender esta situación, deben combatirse las enfermedades del café y tener una idea de transformación del producto y ofrecerlo ya no sólo en café molido sino en tasa”.

En otros años hubo muchos apoyos para esta tendencia, debe retomarse, existen algunas empresas productoras como café Colibrí, debería existir más organizaciones con esta tendencia, comentó.

Los poblanos, dijo, desconocen que tenemos café de muy buena calidad, si uno pregunta en las cafeterías de dónde viene el café dicen que de Chiapas o de Veracruz, en Puebla haya buena calidad de café en la Sierra Norte, es café de altura, es como un 15 por ciento el café que se transforma, lo demás se vende en cereza a los acaparadores para el mercado internacional, café oro, principalmente a Estados Unidos y Europa.

Indicó que hoy el kilo de café cereza lo venden en ocho pesos, los pequeños productores en su mayoría venden su café en cereza, pocos en pergamino, ya no hay mano de obra.

Sí hay una política de apoyo al café pero debe enfocarse más en capacitación, asistencia técnica, tecnología, atención de plagas y enfermedades, atención desde la producción, transformación y comercialización, tener un precio asegurado, un precio de garantía, antes tenía los famosos “alcances” para comprar fertilizante, ahora no hay nada, afirmó el investigador.