El Sol de Puebla

Es un poblano preparado que jugó profesional, salió de los Barrios y conoce necesidades de los jóvenes

Debido al lamentable vacío que se vive en el deporte poblano y ahora que se avecina el nombramiento de un nuevo dirigente, es de vital importancia que el nuevo titular cuente con preparación, experiencia y conocimiento del deporte local para lograr su “rescate” y protagonismo a nivel nacional que siempre ha caracterizado a los poblanos.

La renuncia de Diana Coraza dejó acéfala la dirección del Instituto Municipal del Deporte, y hasta hoy se sigue buscando al dirigente que rescate esos grandes eventos deportivos como el Futbol y Beisbol de los Barrios, y que lleve el deporte a todos los rincones de la ciudad.

La gran noticia es que no se necesita buscar mucho, ya que en la Angelópolis se cuenta con un gran prospecto que sin problema reúne dichas características que se requieren para posicionar la práctica deportiva en todos los sectores de la sociedad poblana.

Se trata del poblano nacido en el Barrio de los Remedios, Antonio Iriarte González de 37 años de edad, quien además de contar con gran experiencia mundialista en el deporte, cuenta con licenciatura en Comercio Internacional y actualmente cursa la maestría en el Instituto Johan Cruyff en Gestión y Administración Deportiva.

También fue nombrado Poblano Distinguido y recibió las llaves de la Ciudad de Puebla, al tiempo que se mantiene trabajando con el equipo de futbol para ciegos, Topos de Puebla, con quienes desde hace algunos años les ha brindado su apoyo y respaldo incondicional.

Tras realizar un análisis en la materia, queda claro que esta propuesta es la indicada para “rescatar” el deporte poblano y sobre todo porque conoce de raíz los problemas que lo aquejan.

En estos tiempos de cambio, sin duda que el deporte de Puebla necesita recuperar vida, protagonismo, su lugar de importancia en la sociedad y sobre todo sangre nueva que llegue a dar respaldo y compromiso con los atletas locales que requieren de ser escuchados, espacios, apoyo e impulso para seguir sumando triunfos en su vida deportiva y profesional.

“El deporte cambió mi vida, la de mi familia y mis amigos, estoy seguro que cambiará la de muchos jóvenes”, es una reflexión que comparte a menudo.