Comunidad científica de Puebla se pronuncia sobre la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías

Rossi A. G. 

Como resultado del Conversatorio para el análisis del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación organizado por el H. Congreso del Estado de Puebla y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE) hizo públicos ocho documentos que aglomeran el análisis y opinión de científicos, académicos y empresarios de 27 instituciones del estado de Puebla a cerca de la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (LHCYT), propuesta por la Senadora Ana Lilia Rivera el pasado 8 de febrero de 2019.

Durante el acto de apertura, el Dr. Francisco López Bárcenas de El Colegio de San Luis, expuso la iniciativa de Ley, la interpretación de la misma y las principales diferencias respecto la Ley de Ciencia y Tecnología actual; posterior a eso, se llevaron a cabo ocho mesas de trabajo moderadas por un coordinador y con la participación de profesionales de los sectores científico, académico y empresarial, en las cuales se discutieron temas prioritarios sobre la iniciativa de Ley, teniendo como productos 8 documentos relativos a cada tema.

Los documentos completos están disponibles en https://inaoep.mx/~conversatorios/

En resumen, las conclusiones y propuestas de cada mesa fueron:

Mesa 1. Marco jurídico y diseño institucional. La LHCYT propuesta es contradictoria a lo que se argumenta en la misma iniciativa. Como se ha expuesto, al igual que la Ley actual, no resuelve los problemas normativos actuales que inhiben las actividades cotidianas de investigación y desarrollo tecnológico e innovación. No aborda el reconocimiento de todo el presupuesto normal (PEF) destinado a las entidades dedicadas a la investigación y desarrollo tecnológico como presupuesto en desarrollo de ciencia y tecnología, para darle el tratamiento diferenciado que tanto necesita. Al igual que la Ley actual, solamente concede este trato diferenciado a los fondos establecidos por recursos autogenerados de las entidades y a los fondos establecidos por el consejo para financiar los proyectos de las entidades (públicas y privadas).

La principal propuesta fue solicitar una moratoria a la LHCYT para tener una discusión profunda con los actores de ciencia, tecnología e innovación.

Mesa 2. El sector industrial como promotor del desarrollo basado en CTI. Es tarea importante el incorporar a las empresas locales nacionales a los estímulos fiscales conjunto a proyectos de desarrollo tecnológico para lograr un crecimiento mutuo, sostenido y sustentable. Las empresas extranjeras deberán invertir en desarrollo tecnológico nacional para la formación de recursos y cadena de valor. Considerar en los proyectos de desarrollo industrial las afectaciones que puedan originar al medio ambiente y buscar una solución tecnológica más adecuada. Sería conveniente promover la ubicación de nuevas industrias en estados con poco desarrollo tecnológico para potencializar los recursos de los mismos. El estímulo fiscal en proyectos de desarrollo tecnológico aplicado a la industria debe mantenerse, ya que fortalece la economía local.

Mesa 3. Centros Públicos de Investigación. Incluir una figura de servidor público académico, científico, tecnológico sujeto a las disposiciones de la administración pública federal sólo en el marco de la ley de ciencia y tecnología, misma que debería regular a dicho perfil de servidor público. Esto es, exceptuar este perfil de servidor público de otras regulaciones de la administración pública federal.

Mesa 4. Financiamiento público y privado para el desarrollo científico, tecnológico y de la innovación nacional. La propuesta de iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencia y Tecnología presentada recientemente en el Senado no ha surgido de un proceso consensuado entre los actores (investigadores, instituciones de investigación y educación, organismos no gubernamentales, sectores gubernamentales, etc.) y por tanto carece de aceptación entre la comunidad científica y tecnológica nacional. Por tanto, debe rechazarse la nueva iniciativa de ley o al menos, solicitar una moratoria para un mejor análisis e inclusión de mejoras (tomando en cuenta el consenso de la comunidad académica de México).

Mesa 5. Desarrollo Local y Regional basado en Ciencia, Tecnología e Innovación. Se propone adicionar que, como posibles candados de seguridad para evitar desvío de recursos, éstos se asignarán a empresas particulares o instituciones públicas, sí y sólo sí, demuestran producción e innovación y mejoras según el lugar y contexto donde se desarrollará el proyecto. Además, la asignación de recursos debe de ser mediante convenios y/o acuerdos de colaboración con centros de investigación o universidades públicas o privadas locales o regionales, donde las aportaciones se otorguen según la productividad evidenciada.

Mesa 6. Educación y recursos humanos para la ciencia y la tecnología. Se propone que las dependencias y entidades de la Educación, así como las instituciones públicas de educación de todos los niveles, especialmente los básicos realicen desde el currículo acciones encaminadas a la detección de talentos hacia la investigación para su desarrollo y acompañamiento de las instituciones que fomentan la investigación con el fin de crear programas de Desarrollo del Talento en Potencia desde los primeros años de formación, tal como sucede en los ámbitos del deporte y la cultura.

Mesa 7. La Importancia de la Propiedad Intelectual para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación en México. Se estima que la nueva Ley pretende mayores atribuciones que podrían ir en contra de la generación de mecanismos e instrumentos para promover y orientar la generación de nuevos conocimientos y aplicaciones, la vinculación de los sectores público, social y privado con los procesos de formación de vocaciones, educativos, de investigación y desarrollo tecnológico.

Mesa 8. Las actividades científicas, tecnológicas y de innovación para la solución de problemas nacionales. Los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) como eje transversal en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (PECITI). Se comentó que con esta nueva iniciativa se prioriza el bienestar social a través del desarrollo científico y tecnológico, sin embargo, no se expresa con claridad sobre los mecanismos ni de cómo se relacionan los procesos científicos y tecnológicos con acciones que conduzcan a dicho bienestar social.

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