¡José Juan Espinosa es un peligro!…para Morena y AMLO

Roberto Desachy Severino

12 años y 3 elecciones presidenciales le tomó a Andrés Manuel López Obrador y al sector de la “izquierda” que él representa quitarse los estigmas de revoltoso, de violento e intransigente que le endilgaron –desde el 2006- sus adversarios políticos, como el PRI, el PAN, Roberto Madrazo Pintado, Vicente Fox Quesada, Carlos Salinas de Gortari, etc.

Incluso, desde 1989, cuando surgió el PRD –partido en el que el propio AMLO militó antes de fundar Morena- también cargó con la etiqueta de “violento”, pese a que, como decía Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, los más de 400 activistas políticos muertos durante el sexenio salinista eran perredistas.

La matanza de candidatos, dirigentes y seguidores de izquierda acabó en 1994, cuando Carlos Salinas de Gortari dejó la Presidencia de la República. Pero la imagen ante la ciudadanía de que el izquierdismo mexicano cunde a la violencia y anarquía perduraron durante años…y AMLO lo sabe bien.

Por lo mismo, las bravuconerías, arranques de soberbia y ataques de violencia de José Juan Espinosa en el Congreso de Puebla representan un verdadero peligro…para AMLO y Morena, como se demostró el pasado martes 20 de noviembre, cuando el JJ provocó a los golpes a su similar de Movimiento Ciudadano (MC), Carlos Alberto Morales: Videonota: Violencia en el Congreso de Puebla

PRI Y PAN, PRINCIPALES BENEFICIARIOS DE QUE LA IZQUIERDA AMLISTA SEA TACHADA DE VIOLENTA

México y Puebla necesitan una opción política de izquierda fuerte, madura, congruente, tolerante, sensata, con propuestas viables y un claro proyecto de gobierno, que le haga frente al fuerte bipartidismo del PRI y PAN que había predominado, principalmente en el territorio poblano.

El PRD y Movimiento Ciudadano nunca lograron consolidarse en la entidad y, en las pasadas elecciones concurrentes de julio, el partido de “Los Chuchos” quedó reducido a su mínima expresión, como lo reconoció en Puebla el propio Zambrano: El PRD llegó a su fin, dice Jesús Zambrano

Morena podría ser esa opción, pero no lo ha demostrado, al menos no en Puebla. La violencia y prepotencia de que ha hecho gala José Juan Espinosa Torres en el Congreso local ha sido exhibida hasta la saciedad en las mismas redes sociales que, en su momento, los amlistas utilizaron para exhibir la corrupción, abusos y cinismo de los gobiernos priístas y panistas.

El presidente de la Legislatura, Gabriel Biestro Medinilla, no ha querido o no ha podido controlar el histrionismo y exhibicionismo de José Juan Espinosa. Si no lo ha hecho para dejar que el “JJ” se queme ante la opinión pública, entonces su estrategia fue exitosa, aunque a un costo demasiado elevado: Videonota: Biestro no puede controlar al Congreso

Como no ha podido controlar a su supuesto aliado o subalterno, Biestro Medinilla ha generado la percepción de incapacidad, de que no ha tenido el suficiente talento e inteligencias para hacer que los “arrebatos” agresivos de Espinosa Torres se limiten a cuando Morena y/o el propio Biestro los necesitan.

VIOLENCIA EN EL HOTEL MM Y EN EL CONGRESO LOCAL, A LA CUENTA DE MORENA

El JJ se ha ganado a pulso la imagen pública de violento, no solamente por sus arrebatos en el Congreso local, sino también por la agresividad y los golpes que tiró cuando él y sus cómplices provocaron la trifulca en el hotel MM dos días después de la elección del 1ro de julio, con la acusación de que había descubierto una presunta “mapachera panista”: : Videonota: Golpes en el Congreso local; culpan al JJ

Al final, una instancia federal, la Fepade, desmintió que haya sido un laboratorio electoral del PAN el “descubierto” y destruido por José Juan Espinosa, Gabriel Biestro, etc: Fepade descarta ilegalidad en documentos hallados en Hotel MM

Desafortunadamente, la Fiscalía de Puebla no quiso o ni siquiera intentó que el JJ y demás instigadores de la violencia en el MM fueran sancionados o forzados a pagar o indemnizar a los administradores del hotel y, sobre todo, a los muchachos –hombres y mujeres- a quienes José Juan golpeó y agravió.

La impunidad –primero fomentada por la Fiscalía de Puebla y luego por las dirigencias estatal y nacional de Morena- exacerba, alimenta la violencia e intolerancia con que Espinosa Torres se condujo como diputado electo y ahora en la Legislatura local.

Y comete sus arranques, sus ataques, en el nombre de AMLO y su partido. ¿Ésa es la imagen pública que el presidente electo y sus allegados quieren generar en Puebla?.

 

 

 

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