Pobladores de Álvaro Obregón piden intervención de la PF para frenar delincuencia de maras

Marvin Bautista

Tapachula Chis; OCT 25 (interMEDIOS).- Ante el creciente índice delictivo en el Ejido Álvaro Obregón, municipio de Tapachula, los habitantes pidieron la intervención de la Policía Federal, ya que los delincuentes mantienen en zozobra a las familias de una de las comunidades más grandes de Tapachula.

El productor agrícola y habitante de este ejido, David Casimiro Gutiérrez, afirmó que la llegada constante de indocumentados centroamericanos a la comunidad ocasionó un aumento en los índices de delito como robo a transeúntes, a casa habitación, violaciones y agresiones a los habitantes de Álvaro Obregón.

Dijo que se han creado células de maras salvatruchas que han comenzado a reclutar a los jóvenes del ejido, por lo que reiteró la petición a las autoridades federales, para que se intensifiquen los operativos en los caminos de extravío y en la zona de comercio, ya que los delincuentes hacen lo que quieren sin ser molestados por las autoridades encargadas de brindar seguridad.

Sostuvo que un gran porcentaje de centroamericanos se han apoderado del transporte público en la modalidad de mototaxis, y al no contar con documentos, hacen sus fechorías y se van sin ser castigados, pero después vienen otros y así forman un círculo delictivo.

Mencionó que hace unos días las fuerzas de seguridad de las tres órdenes de gobierno hicieron un operativo, y los habitantes pensaron que estas acciones iban a ser constantes, pero sólo llegaron una vez y no se les volvió a ver; sin embargo la gente no denuncia a los delincuentes porque están atemorizadas de que puedan llegar a vengarse.

Casimiro Gutiérrez criticó a los funcionarios de Derechos Humanos, y a los consulados por defender a los delincuentes, aún cuando hay pruebas de sus actos ilícitos, por ello los pandilleros se sienten con derecho a delinquir sin ser castigados.

Finalmente detalló que los habitantes se podrían organizar para hacer grupos autodefensas para frenar por sí mismos a los delincuentes y recobrar la paz y tranquilidad que había sido característica del Ejido Álvaro Obregón hace algún tiempo.

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