Mundo Rural

Hipólito Contreras

El estado de Puebla anda cerca, si no es que ya rebasó, los 7 millones de habitantes. Habría que ver cuántos de ellos tienen ingresos de por lo menos 500 pesos diarios, y aun con ese ingreso estarían en la línea de la pobreza porque con esos ingresos una familia de 5 o 6 integrantes no puede vivir bien, no cubre sus necesidades básicas, medio viven.

Habría que ver cuántos tienen ingresos de 400 pesos diarios, de 300, 200 y 100 pesos diarios, incluso 50 pesos diarios, porque los hay, todos ellos viven en la pobreza, en unos una pobreza más cruda que en otros, pero al final pobreza.

Si de manera general se detecta mediante estudios económicos que de los 7 millones de poblanos el 51 por ciento gana menos de 300 pesos diarios como promedio, o sea menos de tres salarios mínimos vigentes, quiere decir que un poco más de 3.5 millones de habitantes de este gran estado está sumido en la pobreza.

Esto es que sólo un cálculo personal, ya el INEGI y otras instituciones nos pueden decir la realidad sobre los ingresos de las familias poblanas y cuántas viven en la pobreza y la pobreza extrema por los ingresos que tienen, probablemente no sean 3.5 millones los pobres sino quizás 4 millones o más.

La desigualdad social hace que sean más los pobres y sólo un grupo de ricos y súper ricos, esto es una realidad que los estudios económicos lo pueden demostrar fácilmente.

Pues bien, es a esos 3.5 millones, o 4 millones de poblanos pobres, a los que les pegó muy fuerte el incremento a la tarifa del transporte público, 8.50 pesos, que significó el 41.6 por ciento de aumento, incremento que nunca se había dado desde que se inició el transporte público en la capital del estado.

Si aproximadamente cuatro millones de poblanos usan el transporte y pagan ya 8.50 pesos de pasaje, y considerando sólo ida y vuelta, diarios pagarán 64 millones de pesos, 2 mil millones de pesos al mes y alrededor de 24 mil millones de pesos al año sólo en transporte, un dineral, equivale al 25 por ciento del presupuesto del estado. Ese dinero es el que ingresará a las bolsas de los transportistas sólo en el transporte público urbano, aparte está el foráneo el que el les deja quizás el doble o el triple de ingresos.

Por supuesto, habrá que hacer una ajuste, no pagan pasaje los niños menores de 3 años, y los adultos mayores pagan 4 pesos, además los que tienen su propio transporte, sin embargo, hay que considerar que muchos miles de ciudadanos hacen hace doble o hasta triples viajes en el transporte público.

Debe tomarse en cuenta que el aumento se dio en los 217 municipios del estado y en las más de 6 mil comunidades, hoy todos deben pagar 8.50 pesos, imaginemos por ejemplo las comunidades de Cuetzalan, Zacapoaxtla, Olintla, Tlatlauquitepec, Xicotepec, Pantepec, o cualquier otro municipio de la Sierra Norte o la Sierra Negra, en donde la pobreza se palpa en cada comunidad.

Los efectos vendrán sin duda, habrá muchos niños y jóvenes que dejen de ir a sus escuelas por no poder pagar el pasaje luego del incremento, esos será grave sin duda.

Si en las familias pobres ya se vivía mal, con pocos alimentos y poco vestido, ahora vivirán peor, su estatus de pobreza y su nivel de vida bajará aún más.

El transporte es lo único que estaba regulado y controlado por el gobierno estatal, todo lo demás lo rige el libre mercado, los transportistas estaban saliendo adelante con 6 pesos, obtenían ganancias por la alta demanda de transporte, los autobuses, microbuses y combis siempre van llenos, 7 pesos les habría dado más ingresos y no se hubiera afectado a la economía de millones de poblanos

Cuando se quiere proteger la economía de los más pobres, que son la mayoría, se toman medidas justas, se protegen sí las empresas del transporte porque ahí hay muchos empleos directos e indirectos, pero sobre todo se protege la economía de los cuatro o más millones de poblanos que están en la línea de la pobreza.

Lo que se puede hacer aún en el gobierno de la Cuarta Transformación, si existe voluntad y sensibilidad, es otorgar un descuento del 50 por ciento a todos lo escolares, desde el preescolar hasta la universidad, sin excluir a nadie, esto sería un gran acto de justicia, un buen acto de gobierno a favor de los más pobres del estado.

Si esto se diera habría un equilibrio, una parte de los usuarios del transporte pagaría 8.50 pesos, y otra parte, la de los estudiantes, pagaría cuatro pesos, de esta forma se protegería la débil economía de los más de 4 millones de poblanos.

Es deseable que el gobierno de la Cuarta Transformación tome esta medida, los poblanos se lo reconocerán. El gobierno está para ayudar, luchar porque la gente, los ciudadanos, vivan mejor.