Hipólito Contreras

Si queremos alcanzar la autosuficiencia alimentaria debe haber un gran plan que integre estrategias productivas, inversiones de corto y mediano plazo, infraestructura, renovación de hatos, alternativas para la industria, precios competitivos y seguridad comercial, afirmó Álvaro González Muñoz, presidente de la Federación Nacional de los Productores de Leche.

Dijo que se requiere un plan integral de impulso a la producción e industrialización de leche, empezando por los cupos de importación en el tratado T-MEC.

Expuso que mientras los productores venden a 8.20 pesos el litro, al consumidor le llega hasta a 20 pesos el litro o más. La diferencia es superior al 50 por ciento en las ganancias para los intermediarios.

El aumento al precio del litro de leche que autorizó la actual administración a través de la empresa LICONSA a un tope de 8.20 pesos el litro, se ha nulificado por incrementos de precios de los insumos, afirmó.

Los pequeños y medianos productores de leche, que representamos el 80 por ciento de los ganaderos dedicados a la actividad a nivel nacional, utilizamos al maíz, trigo, soya y algunos esquilmos agrícolas, como alimento fundamental de nuestras vacas lecheras, esto resulta a más altos costos comparados con los que pueden hacerlo con pastos, expresó.

Los productores de leche, afirmó, aceptamos el reto de competir con desiguales en el contexto regional, con EU y Canadá, dejaron de operar más de 600 mil pequeñas unidades lecheras y sobrevivimos 150 mil, comentó.

En un tiempo cercano a los 25 años, coincidente con el periodo del TLCAN, los pequeños y medianos productores logramos que nuestras vacas aumentaran su productividad en 15 litros más por día, dijo.

Los beneficios los recibe la industria, porque hipotéticamente existe un precio autorizado por 8.20 pesos el litro, pero por las malditas normas de calidad, el precio puede bajará hasta 5 pesos el litro, afirmó.

Señaló que el costo de producción supera en al menos en tres pesos, al precio que reciben los ganaderos lecheros, se aprovechan del eslabón más débil de la cadena, que es el productivo.

En el supuesto de que la industria pagara un peso menos por litro, respecto del autorizado de 8.20 pesos, tendría un regalo, una donación por cerca de 12 mil millones de pesos, que es la cantidad de leche que se produce en el país anualmente; pero son tres pesos, no uno, afirmó el dirigente de los productores.