Staff/RG
Conversamos con el Dr. Erick Bojorges, coordinador de Ingeniería Biomédica en la IBERO, sobre los implantes cerebrales de Neuralink que prometen ayudar a mucha gente.
Esta aprobación de la FDA para que la empresa de neurotecnología realice pruebas en humanos ha generado una gran polémica y aquí te explicamos por qué.
Con títulos como “Llegó el futuro”, “El futuro es hoy” y “Neuralink podrá implantar chips en cerebros humanos”, la prensa anunció el 25 y 26 de mayo que la empresa de Elon Musk realizará los primeros ensayos clínicos en humanos de su dispositivo N1, luego de que la Food and Drug Administration (FDA) –institución responsable de otorgar los permisos para los tratamientos médicos y fármacos que se distribuyen en Estados Unidos– le dio luz verde a la compañía, tras años intentando obtener la autorización.
El tono sensacionalista de varios medios de comunicación, también llegó a TikTok, donde el hashtag “neuralink” suma casi 180 millones de reproducciones; mientras que en Twitter, divide a partidarios y detractores del multimillonario sudafricano –dueño de esta red social, así como de Neuralink, Tesla Motors, Open AI y Space X–, quienes aplauden o reprueban, por igual, esta decisión de la FDA que ha sido descrita como el primer avance a “un capítulo de Black Mirror” o “una película de ciencia ficción”.
¿Qué implica que la compañía de Elon Musk pueda implantar sus dispositivos N1 en seres humanos?, ¿se trata de un gran avance médico o sólo tendrá fines comerciales?, ¿por qué ha despertado curiosidad, junto a sentimientos de temor y rechazo por parte de un gran grueso de la población? Para responder estas dudas, consultamos al Dr. Erick Bojorges, coordinador de Ingeniería Biomédica en la Universidad Iberoamericana, quien nos aclara de qué se trata esta tecnología de Neuralink.
Reportera – ¿Qué implica probar el dispositivo N1 en humanos?
Dr. Erik Bojorges: El dispositivo de Neuralink ya fue probado en modelos animales y la FDA autorizó que puedan realizarse pruebas en humanos, la empresa tendrá un grupo control que será sometido a un procedimiento para implantar el N1; sin embargo, sólo se puede colocar en personas que tienen una condición de salud muy precaria porque forzosamente necesitan una cirugía para abrir el cráneo y realizar la implantación del chip.
El principal temor que creo que la gente tiene es esta parte de “van a leer nuestros pensamientos”, entonces si combina con el chat GPT puede escribir todo lo que quieras y con toda esa inteligencia que genera imágenes de la nada, si se conectan con mi cerebro ya no voy a ser yo y va a ser algo peor que 1984, pero, no es así y este procedimiento no se hará de forma
La condición para que Neuralink pueda insertar el dispositivo es que sea una persona que ya no tiene otra salida más que la cirugía, debe demostrar que el implante que le va a colocar va a ser de utilidad o, por lo menos, existe la hipótesis de que va a ayudar a la o el paciente y que el costo total de lo que van a hacer, será absorbido por la empresa.
Esta parte de la prueba clínica, si es que resulta eficiente, lo que demostrará es que el dispositivo es seguro y además de las pruebas de comunicación, tienen que hacer pruebas de toxicidad, tienen que demostrar que no se descompone y si se descompone qué va a pasar, cómo se tiene que retirar. Si se demuestra que es una tecnología segura, ya puede ser utilizada en personas con padecimientos como epilepsia, esclerosis o tetraplejía.
Reportera – ¿Cuáles son sus aplicaciones desde el punto de vista de la Ingeniería Biomédica?
Dr. Erik Bojorges: Este sistema funcionaría tanto para el diagnóstico como para el tratamiento en el caso de personas con algún tipo de discapacidad general, que tienen esclerosis lateral amiotrófica, que tienen tetraplejias; es decir, que no pueden controlar los músculos o los efectores finales. Igualmente, será una herramienta muy útil tanto para implantes cocleares, para casos de epilepsia, para evaluar Parkinson, en general para aquellas enfermedades que requieren estimulación eléctrica sobre la corteza cerebral y también puede ser de utilidad en pacientes que no tienen la capacidad de comunicarse.
Hay una película que se llama La escafandra y la mariposa, que describe el caso de Jean-Dominique Bauby –editor de la edición francesa de la revista Elle–, quien sufrió una esclerosis lateral y quedó con un síndrome que se llama de enclaustramiento, donde la persona está consciente, su capacidad cognitiva está integra, pero al no poder comunicarlo por algún músculo efector, queda aislado del mundo; en este caso el periodista sólo podía mover un párpado y encontró esa manera de comunicarse; sin embargo, es muy limitante y este tipo de dispositivos podrían darle una vía de comunicación a las personas que no tienen esa capacidad.
Sus aplicaciones en la Ingeniería Biomédica son múltiples y no es que esta tecnología la pueda utilizar cualquier persona, ahí es donde pienso que la gente la está llevando a la ciencia ficción, no es trivial que te conecten un sensor o te pongan un chip insertado dentro de la corteza cerebral, como lo que sucedía en Matrix, donde las personas tenían un conector al que se les enchufaba para conocer sus pensamientos y meterse a la matrix.
Esto no es algo viable para la mayoría de las personas porque finalmente estás afectando al tejido, no es algo banal abrir un pedazo de cráneo para insertar un chip, es una acción que lleva mucho riesgo porque es un órgano que está vivo y es muy riesgoso dañarlo. Además, no está pensado para leer los pensamientos como la gente ha estado señalando, el dispositivo lee la actividad cerebral y en función de una rutina o un paradigma –es a lo que nosotros le llamamos un medio de comunicación–, se emiten señales de la corteza cerebral que permiten traducirse a un cierto movimiento de un robot, a una letra o a una comunicación que se puede generar por un medio exterior.
Estos dispositivos no son solamente implantables, tenemos funcionando dispositivos no implantables; es decir, la lectura de las señales se hace desde el cuero cabelludo y no se trepana, no se hace nada al cerebro y pueden generarse estas vías de comunicación, la ventaja de que esté insertado es que las señales son más limpias porque son más claras y porque son directamente de las neuronas que es donde está leyendo la información, es mucho más “fácil”, en términos de ingeniería, decodificar esas señales.
Reportera – Empresas como Paradromics buscan este permiso por parte de la FDA y otras como Synchron lo tuvieron antes que Neuralink, ¿existen actualmente implantes que ya se encuentren a la venta?
Dr. Erik Bojorges: No, existen varias empresas que están tratando de impulsar esto y no es una tecnología que sea nueva, es algo que está fundamentado en conocimientos que ya teníamos previamente, un ejemplo muy particular son los implantes cocleares, que son chips que se colocan directamente sobre la cóclea, que es el lugar donde se perciben los sonidos, y está el chip insertado dentro del paciente.
Hay otros dispositivos, por ejemplo, para pacientes que tienen epilepsia, se les colocan electrodos para tratar de evitar un foco epiléptico, el dispositivo emite señales, con eso contrarresta el foco epileptico y ya no se genera la crisis de epilepsia, esa es la tecnología que está detrás.
Estas tecnologías, anteriormente, por los avances que habíamos tenido funcionaban de manera alámbrica, o sea, tenían contacto con algo exterior, un alambre que atravesara, pero lo que están haciendo ahora Neuralink o Synchron, es que esta comunicación ya no es de forma alámbrica, sino que se utiliza de forma inalámbrica; es decir, el chip va a estar alojado dentro del cráneo, se tapa el cráneo otra vez y luego se espera la recuperación de las y los pacientes.
Esto permite que el o la paciente se recupere de una manera más rápida y como ya no hay algo que atraviese de la corteza cerebral hacia afuera, evita el riesgo de infecciones, que era el principal riesgo de tener un implante de este tipo con la tecnología que teníamos antes.
Reportera – Neuralink también ha compartido avances de su máquina que permitiría realizar los implantes con un menor margen de error que con una o un cirujano, ¿cuáles son sus avances en este sentido?
Dr. Erik Bojorges: Sí, de hecho, la máquina que coloca el implante es más impresionante que el implante mismo, tiene una precisión milimétrica para insertar el electrodo justo en la posición donde la o el neurocirujano indique que va a estar y esa tecnología no sólo sirve para el N1 de Neuralink, también funcionaría para problemas que tienen que ver con daños en la anatomía y fisiología cerebral.
Por ejemplo, yo tengo una persona con epilepsia, sé en qué región del cerebro surge ese foco epileptico y entonces, el sensor que está adentro, como el Neuralink, lo que hace es estar leyendo constantemente las señales de la corteza y en cuanto detecta que va a empezar el foco o la crisis epiléptica, entonces en lugar de leer, cambia su sistema para estimular, para poner corriente –como un marcapasos– se genera un shock eléctrico, que inhibe a la epilepsia.
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