Universitat Oberta de Catalunya
- docente debe ser guía, diseñador, dinamizador y evaluador del proceso de aprendizaje
La UOC y Barcelona Activa publican Online trainer handbook. Cómo diseñar, implementar y evaluar la formación en línea, un manual con las claves para una educación remota de calidad
La formación en competencias digitales de los docentes se ha convertido en una tarea clave en el modelo de educación del siglo xxi. Teniendo en cuenta esta realidad, y a partir de la experiencia de más de 25 años en formación en línea de la UOC, primera universidad en línea del mundo, las profesoras de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC Teresa Romeu y Montse Guitert y miembros del grupo de investigación Edul@b, están formando a profesores en competencias digitales en el marco del e-Stiu TIC 2022, una formación tecnológica de verano que va dirigida principalmente a docentes y que organiza anualmente Cibernàrium, servicio de divulgación y capacitación tecnológica de Barcelona Activa. de Barcelona Activa.
En colaboración con Barcelona Activa, Romeu y Guitert han publicado Online trainer handbook. Cómo diseñar, implementar y evaluar la formación en línea, un manual en el que se desvelan las claves para una educación remota de calidad. Con anterioridad, la UOC ya había impulsado otras iniciativas, como la edición en abierto del libro gratuito Decálogo para la mejora de la docencia en línea.
Propuestas para educar en contextos presenciales discontinuos, que se publicó seis meses después del inicio de la pandemia.
La llegada de la COVID-19 provocó que más de 1.700 millones de estudiantes de todo el mundo, según cifras de Statista, se vieran afectados por una situación que sacudió el modelo actual de la educación. La tecnología se presentó como el único medio para poder mantener el proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, según los expertos, la urgencia de la situación impidió que se diseñara una formación en línea de calidad que aprovechara todo el potencial de las tecnologías.
“Lo que ocurrió en la mayoría de los casos fue que se reprodujo la enseñanza presencial y se utilizaron las pantallas para llevar a cabo sesiones síncronas de forma digital”, explica Romeu. Esta solución de emergencia permitió que el proceso de aprendizaje no se interrumpiera por completo. Sin embargo, en opinión de Romeu, dista del concepto de educación en línea, en la que el formador tiene un papel importante como diseñador, dinamizador, guía y evaluador del proceso de aprendizaje.
“La educación en línea de calidad pone el foco en el estudiante, que tiene que ser activo y protagonista, responsable, capaz de aprender a aprender y de gestionar su propio proceso de aprendizaje, y que debe saber trabajar en red, interactuando y colaborando con sus compañeros y con el entorno virtual. Para que esto suceda, el diseño de la formación y el papel del formador son fundamentales”, indica Romeu.
Las claves para el diseño de una formación en línea
¿Qué pasos hay que seguir para conseguir una educación en línea de calidad? “Una de las principales claves es dedicar tiempo y esfuerzos al diseño de la formación para garantizar un buen proceso de implementación y evaluación de la enseñanza”, explica Montse Guitert. “Eso, además, permite al estudiante disponer de la información imprescindible antes de iniciar el curso, por lo que le es más fácil planificarse y organizarse el tiempo de trabajo y estudio”, indica Guitert.
En concreto, el diseño de la formación en línea debe sustentarse en los cinco pilares que exponen las profesoras Romeu y Guitert:
– Interacción. En la formación en línea, la interacción toma especial relevancia. “Sin interacción no existe el aprendizaje”, afirman. Y esta interacción debe tener en cuenta tres dimensiones: social, cognitiva y organizativa. Esto “permite generar confianza entre los diferentes agentes, además de crear acercamiento y autonomía, construir el conocimiento conjuntamente y hacerlo de forma estructurada”.
– Colaboración. El principio de la colaboración va ligado al de la interacción. Implica un proceso de interacción y reciprocidad entre estudiantes que facilita la construcción conjunta de un objetivo común a partir del trabajo individual.
– Personalización. Supone la adaptación al ritmo, los intereses, las preferencias y las necesidades de cada uno de los estudiantes teniendo en cuenta también sus necesidades sociales. La personalización se vehicula con el acompañamiento y el seguimiento, y se canaliza a través del retorno.
– Flexibilización. Ligada a la asincronía y la sincronía, la flexibilidad posibilita que el aprendizaje presencial y el aprendizaje en línea puedan complementarse.
– Informalización. “A lo largo de la vida, las personas vamos construyendo distintos contextos de aprendizaje formales, no formales e informales. Estos últimos se adquieren en actividades cotidianas relacionadas con el trabajo, la familia o el ocio”, explica Guitert.
Recomendaciones para los docentes
Además, las profesoras de la UOC ofrecen una serie de recomendaciones para los docentes que pueden ayudar a que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea eficaz. Entre ellas, destacan la aplicación de metodologías activas y colaborativas que ponen el foco en el papel activo de los estudiantes; el diseño de actividades de aprendizaje en las que el estudiante tenga que poner en juego las competencias que debe adquirir; el uso de recursos de aprendizaje en diferentes formatos, y el hecho de tener una planificación de la docencia bien definida y clara que ayude al estudiante a organizarse.
Igualmente, aconsejan fomentar una actitud digital crítica y cívica en los estudiantes y tener en cuenta cómo se les evaluará y qué rol tendrán en el proceso de evaluación. Es necesario recordar que la evaluación debe ser continua y formativa, y que el estudiante debe participar en ella mediante un proceso de autoevaluación y coevaluación. “Para que todo ello sea posible, el docente, además de ser un gran diseñador del proceso, debe estar muy presente en todo el proceso de implementación de la docencia como guía, dinamizador y facilitador del aprendizaje del estudiante. Al profesor se le pide presencia docente”, afirma Guitert.