Por Mino D’Blanc
- La noche del viernes 18 de marzo se transmitió por Azteca Uno una emisión más de “MasterChef Junior”.
Los pequeños cocineros Zoé, Renée, Leah, América, Sofi, Danna, Naty, Sara, Abel, Germán, Ezau, Carlos, Fabio y Alan viajaron en el tiempo a través de un refrigerador muy al estilo vintage que los situó en dos épocas históricamente relevantes que los pequeños experimentaron, contribuyendo a su continuo aprendizaje y crecimiento dentro del fascinante mundo de “MasterChef Junior”.
La primera prueba de la noche fueron las “Cajas Misteriosas” que contenían un sobre con la receta que cada uno preparó y un teléfono antiguo para que los participantes recibieran una sorpresiva llamada de un familiar muy querido que los instó a dar lo mejor para continuar en la competencia, además de darles sus mejores consejos para preparar el plato que determinó su permanencia en el siguiente episodio.
Las preparaciones de cada uno de los participantes fueron en relación con sus raíces y la gente que aman. En éstas plasmaron sus emociones, sentimientos y memorias.
En este reto les otorgaron cinco minutos para entrar al mercado y sesenta minutos para su ejecución. A consideración de los chefs solo pasaron a degustación los cinco mejores. La mayoría se notaron seguros de sus preparaciones y hasta se escucharon cantando, reflejo de felicidad y de un buen ambiente.
Germán tuvo algunas complicaciones dada su situación física, sin embargo, nunca se da por vencido y demuestra sus capacidades dentro de la cocina.
Los platillos que pasaron al frente fueron los de Ezaú, Xavi, quien por primera vez fue requerido para degustar su plato, Leah, Alan y Germán.
Sorpresivamente Sara también fue requerida en el pódium con su Pastel de Zanahoria que resultó una propuesta interesante.
En general todos tuvieron buenas preparaciones y comentarios positivos. Ezaú con su plato “Hecho con amor” y Alan con su “Encacahuatado tocinado” fueron los que lograron ir al balcón y aseguraron su pase para la siguiente emisión.
Para el Reto de Salvación los cocineros viajaron a la época de la Revolución Mexicana, en la que además de significativos cambios políticos y sociales, la parte gastronómica también fue destacable. La dinámica fue la formación de cuatro equipos que definieron Alan y Ezaú, ganadores del reto anterior.
Cada equipo estuvo conformado por tres participantes, quedando de la siguiente manera: Sofi, Zoé y Carlos, Danna, Sara y Naty, Leah, Abel y Renée y Germán, Fabio y Xavi.
El pedimento en esa ocasión fue que en sus propuestas estuvieran presentes los colores de la bandera nacional, no importando su eran dulces o salados los platillos. Les dieron tres minutos para proveerse de los ingredientes necesarios y sesenta minutos para prepararlos.
También se encontraron con la penalización de morder un chile en caso de que tuvieran que regresar al mercado.
Durante dicho rito se percibieron dificultades para trabajar en equipo, desorganización, falta de liderazgo y de comunicación.
Leah y Renée tuvieron sus diferencias para ponerse de acuerdo en la capitanía, al igual que Danna con Naty y Sara, quienes al ser más pequeñas, esperaban que la primera tomara el mando sin resultar lo esperado. Quienes se vieron en mejores condiciones de trabajo en general fueron Germán en compañía de Fabio y Xavi.
En esta cocinada todos recibieron una llamada de atención por parte de los chefs Betty, Joserra y Franco al mostrar una total desorganización y peleas en un trabajo considerado en equipo, en donde debe de haber respeto y compañerismo, sobretodo en el caso de Danna, que en todo momento trata de culpar a sus dos compañeras por los malos resultados y ser más pequeñas sin asumir su responsabilidad y falta de humildad.
Los dos tríos que subieron al balcón fueron el de Germán, Xavi y Fabio quienes guisaron “Pastas Tricolor” y Carlos, Zoé y Sofi quienes hicieron lo propio con “Tacos al pastor”.
Antes de iniciar la última prueba, los pequeños del balcón experimentaron “El Poder de la Travesura”, en la que la chef Betty se divirtió con ellos al ser el blanco de las pistolas de agua.
Para el Reto de Eliminación viajaron a la Época de los Cincuentas, en donde los ingredientes estelares fueron la preparación de una “Hamburguesa de textura jugosa, acompañada de una Malteada”. Les dieron tres minutos para ir al mercado sin opción a regresar y 45 minutos para presentarla. Además, le dieron la bienvenida a América después de que estuvo ausente por problemas de salud.
En voz de la chef Betty, disciplina, actitud y logística fueron los tres principios que les transmitió para lograr buenos resultados.
Danna, Naty, Sara, América, Abel, Leah y Renée hicieron su mejor esfuerzo para no ser eliminados; quien se notó perdida y dudosa al no saber claramente qué presentar fue Danna al olvidar su proteína e irse por una opción vegana.
Todos tuvieron errores tanto de técnica como de sal. Desafortunadamente, fue Danna, oriunda de Puebla, con su hamburguesa de champiñones “De puro Rock and Roll”, que por ser carente de sabor no logró superar el reto y tuvo que abandonar “MasterChef Junior”, no sin antes haberse despedido de sus compañeros, diciéndoles “los quiero y que gane el mejor”.
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