La pandemia mundial de la que no se habla es la de los azúcares añadidos: Alejandro Armenta

Staff/Rossi

  • El senador Alejandro Armenta inicia gira para presentar su libro “La Pandemia de los Azúcares Añadidos en México”
  • Hace una reflexión del porqué la pandemia tuvo un impacto mortífero en México
  • El principal problema de salud en México es la Obesidad y Diabetes Mellitus, más de 400 mil personas mueren al año en el país por problemas ocasionados por Obesidad

PUEBLA. – El Senador Alejandro Armenta estuvo en los municipios de Chignahuapan y Juan Galindo, Puebla, para presentar su libro “La Pandemia de los Azúcares Añadidos en México”.

El principal problema de obesidad y diabetes mellitus se encuentra en las comunidades indígenas, y lamentablemente México ocupa el primer lugar en “Obesidad Infantil” y segundo lugar en “Obesidad en Adultos Mayores”.

En 10 capítulos, el legislador hace una reflexión del porque la pandemia tuvo un impacto mortífero en México, y explica que la verdadera pandemia no es el “COVID-19” en el país, sino una pandemia mundial de la que no se habla, la “Obesidad”, que surge por la adicción a los añadidos de azúcar y los edulcorantes.

El primer capítulo del libro refiere el tema que corresponde a la población indígena, ya que es ahí donde se concentra el problema de mortalidad infantil y materna, donde hay un fenómeno que sin duda es poco analizado, y que además en las comunidades se ha dejado una alimentación natural llegando a consumir alimentos procesados y añadidos de azúcares, cambiando la leche por la ingesta de refresco, “y podría atreverme a decirlo, tal vez se oculte por intereses de los grandes corporativos internacionales”.

“No estamos en contra de la inversión extranjera, no estamos en contra del sector privado por ningún motivo, al contrario, entendemos que es necesaria la participación del sector productivo, estamos en contra de que segmentos globales internacionales, de ciertos sectores productivos estén generando acciones que afectan a la salud pública en el mundo”, señaló Alejandro Armenta.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), México es el primer país consumidor de refrescos, y sin duda tiene implicaciones:

– En México una persona promedio consume 600 vasos de refresco al año, que representa 150 litros de la bebida.

– En Puebla una persona promedio consume 730 vasos de refresco, que representan 182 litros de la bebida.

– En Chiapas una persona promedio consume 3 mil 284 vasos de refresco, que representan 821 litros de la bebida.

El presidente de la Comisión de Hacienda en al Senado de la República, destacó que se debe legislar para distinguir conceptualmente lo que se debe de entender en materia de consumo y de nutrición por azúcares, porque no son azucares con lo que endulzan los refrescos comerciales, sino un conjunto de sustancias químicas, que, con el exceso en su consumo, deteriora el cuerpo humano.

“Es una realidad que no busca una discusión ni política, ni electoral, ni partidaria, tiene que ver con la vida o la muerte, y que, ante hechos inevitables, ante circunstancias, con textos, diagnósticos científicos irrefutables, tenemos que tomar medidas”, añadió.

Con el libro “La Pandemia de los Azúcares Añadidos en México”, se busca crear conciencia de los males que trae a la salud el consumo excesivo de azúcares, como lo son las bebidas endulzadas que desencadena en altos niveles de triglicéridos, colesterol, y ácido úrico, por mencionar algunos.

En México más de 400 mil personas mueren al año por obesidad, y el Senador Alejandro Armenta hace la reflexión de que toda ingesta de alimentos y azúcares debe ser con moderación, llevar una dieta equilibrada, y hacer ejercicio, ya que, tomando estos aspectos con responsabilidad, al final se puede tener una buena salud, destacó que, “saber que tenemos el primer lugar en obesidad infantil y no hacer nada significa sin duda complicidad, omisión cómplice”.

Concluyó diciendo que el libro “La Pandemia de los Azúcares Añadidos en México”, se hizo dedicado a quienes son sobrevivientes de la pandemia, a quienes lo vivieron en carne propia, y a quienes no lograron superar la enfermedad, y que se trabaja en la versión en lengua náhuatl.

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