Hipólito Contreras

La pandemia del COVID-19 afecta el campo de diversas formas, habrá poca producción, habrá hambre y más pobreza, en el corto plazo México tendrá que importar más alimentos, tecnología, semillas para el sector campesino empresarial, no así los campesinos de subsistencia los que tienen sus propias semillas nativas, afirmó Fabián Baltasar Nieto, investigador independiente.

Otro problema, expuso, es la migración de las comunidades, una expulsión forzada va a ocasionar que no haya mano de obra, lo que incrementará la pobreza, habrá hambre en las ciudades, de acuerdo a la FAO de los 5 millones de hambrientos que hay en el mundo se puede pasar a 350 millones.

Indicó que en las comunidades, debido a la falta de recursos, los protocolos de la pandemia no se están cumpliendo por lo que la crisis en el campos se va a acelerar.

Expuso que en México se debe invertir en tres ejes estratégicos: la seguridad, salud y alimentación, en este último punto se debe buscar soberanía alimentaria, consumir lo que se produce en el país.

Por otra parte, dijo, se está viendo el incremento de los precios como es el frijol, el arroz, los productos de la canasta básica, la que tiene un precio promedio de mil 400 a 1500 pesos, esto va a llevar a una limitación en el consumo de alimentos, o de plano no van a comer.

Hoy lo que interesa, expuso no es producir para exportar, sino para consumir, una buena alimentación contrarresta el coronavirus, en México, dijo, estamos acostumbrado al maíz, el frijol, el chile.

Destacó que por el calentamiento global este es un año muy caluroso, el cambio climático tiene una relación con el COVID19, hay más plagas y enfermedades en el campo, se requieren mejores política hacia el campo mexicano sobre todo hoy en esta pandemia que va a generar una fuerte migración campesina en busca de recursos.