Jorge Barrientos
El arzobispo de Puebla, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, presidió la misa de Domingo de Ramos en la Catedral de Puebla, donde dijo que ante la circunstancia dolorosa que se vive, debido a la pandemia del Coronavirus Covid-19, ya que se debe de vivir con fe estos días pese a las circunstancias que se viven en el mundo debemos encomendarnos y tener esperanza en Dios.
Pidió que desde los hogares se conmemoren estos días santos, y que se haga oración, se lean lecturas en la biblia y se sigan las celebraciones religiosas.
“Vivimos una situación difícil, tenemos puesta la confianza y la fe en el señor; él padeció y fue crucificado, pero resucitó para darnos salvación… Después de la preparación durante este tiempo nos hemos reunido y hoy iniciamos la Semana Santa, la más importante del año para la iglesia católica”, dijo.
En este sentido el arzobispo de Puebla refirió que se inicia la Semana Mayor de un modo diferente, por ello hizo un llamado a que en estos tiempos difíciles que se viven a nivel mundial se sumen en la oración y reflexión; consideró que estas circunstancias pueden ser únicas en la historia y por ello pidió no perder la fe de este gran misterio que viven los católicos.
Por otra parte, el líder de la grey católica en Puebla explicó para evitar el acercamiento físico en las confesiones, se decretó que los fieles que lo deseen, durante las misas que se trasmiten por redes sociales, podrán recibir la absolución de sus pescados de manera comunitaria por parte de los sacerdotes.
“He facultado a todos los sacerdotes de la arquidiócesis para que den la absolución general, por eso, en este momento, en un momento de silencio, vamos a reconocernos pecadores, vamos a arrepentirnos de nuestros pecados y a pedirle perdón a Dios de nuestros pecados. Con ese ánimo, a quien quiera recibir la absolución voy a darla, sobre todo para quienes estén participando desde sus hogares”, manifestó el líder de la grey católica.
Es de remarcar que con estas medidas de contingencia afectaron severamente a los artesanos que venden las tradicionales palmas para celebrar el domingo de ramos, pues la gente no compró.