Hipólito Contreras

Mientras en México el 50 por ciento de la población padece hambre, y 7.5 millones padecen hambre crónica, cada año se van a la basura 20.5 millones de toneladas de alimentos, lo que es una paradoja pues el país enfrenta un déficit del 40 por ciento de granos básicos y oleaginosas, carne y leche que tiene que importar.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados indica que el problema de desperdicio alimentario está íntimamente relacionado con el hambre que padecen millones.

El problema no es exclusivo de México, estimaciones de Naciones Unidas indican que cerca de mil millones de personas no cumplen con los mínimos recomendables en alimentos. Investigadores ubican esa cifra en 821 millones de personas.

Desde hace más de 20 años la ONU manejaba la cifra de 900 millones de desnutridos, cuando había en nuestro planeta una población cercana a 5 mil millones de habitantes, en la actualidad la cifra total de habitantes, es de 7 mil 500 millones, en tanto que mil millones de ellos duermen diariamente con el estómago vacío.

El Centro de Estudios señaló que la magnitud del problema de desperdicios en alimentos en nuestro país es equivalente al 2.5 por ciento del valor del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, lo cual es muy preocupante frente al grave problema de la falta de alimentos en grupos sociales.