Mundo Rural
Hipólito Contreras
En el último cuarto del siglo XX se presentó en el mundo una extraña enfermedad a la que la ciencia bautizó como VIH mejor conocida como Sida, corrían los primeros años de los 80 cuando se detectaron los primeros casos en el mundo.
El VIH no es más que la pérdida de las inmunidades naturales del ser humano, se daña el sistema inmunológico, por lo que al no haber defensas las personas infectadas pueden morir hasta por una gripe o una diarrea.
El Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida- SIDA- llegó para quedarse, convivimos con la enfermedad desde hace casi 40 años, la ciencia no ha podido dar con la vacuna que la prevenga o el tratamiento que la cure. Hoy el sida aunque es mortal, ya no mata a millones, la medicina de hoy encapsula y retiene el avance de la enfermedad en el cuerpo, no existe cura, la enfermedad simplemente está bajo control, lo mismo que la diabetes.
Claro, si un infectado de SIDA no se atiende, si no lleva un tratamiento, muere en poco tiempo, los que se atienden pueden vivir muchos años con la enfermedad.
La ciencia dice que el VIH fue generado de alguna forma de relación de humanos con chimpancé, la realidad es que no se sabe, lo cierto es que se trata de una enfermedad de los tiempos modernos.
Casi 40 años después del VIH- SIDA llega al mundo la enfermedad llamada por la ciencia COVID-19, mejor conocida como Coronavirus, fue detectada en China, se trata de una extraña enfermedad que daña el sistema respiratorio, parece ser una simple gripe pero con un cuadro complejo, tan complejo que puede llevar a la muerte.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, a la fecha se llevan contabilizados más de 96 mil muertes en todo el mundo, la mayor parte en China e Italia, México ya reporta más de 10 casos.
Afirman algunos científicos que esta nueva enfermedad probablemente se generó por el consumo de murciélago, especie que no es comestible, sin embargo, no se ha dicho la última palabra sobre el origen de la enfermedad.
El Coronavirus, igual que el VIH, ya está en todo el mundo, de las 169 naciones del planeta, probablemente ya esté en el 70 por ciento de las mismas, el virus viaja de mil formas y no es posible evitarlo por más medidas preventivas que se pongan, los más expuestos son los médicos, enfermeras y de más personal que atiende a los pacientes.
El coronavirus se extiende en todos los puntos cardinales del mundo, no existe forma de evitarlo, lo único que se puede hacer es tomar las medidas de higiene necesarias y recomendadas.
Una ventaja con esta enfermedad es que los enfermos responden a los tratamientos, pueden curarse, al menos es lo que se dice, no sabemos más adelante cómo se comporte la enfermedad.
Es un hecho que en la vida moderna de hoy, con menos actividad física, con más tecnificación en todas las actividades, con extrañas comidas en las naciones desarrolladas, con extrañas bebidas, con menos alimentos naturales y más sintéticos, armas biológicas que se desarrollan, con el uso masivo de productos químicos en el campo, con más estrés de la gente, con más contaminación ambiental, con más calentamiento global, con mil cosas nuevas, no nos extrañe la presencia de nuevas enfermedades en los próximos años.
Es muy probable que en los 80 años que restan al siglo XXI nuevas enfermedades se presentarán en el mundo, todas serán grandes retos para la ciencia para tratarlas y controlarlas.
Como los humanos hacen muchas cosas malas la naturaleza responde y les pasa la factura, ojalá y no llegue el día que se presenten enfermedades que dañen el sistema reproductivo de los humanos, el corazón o la vista, ante tantos experimentos médicos, ante extraños alimentos, medicamentos y prácticas humanas, ante tanta contaminación ambiental, esto puede ocurrir.