ACLED ubica a México como el país sin guerra más peligroso del mundo

EL VALLE

La iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés) colocó a México como el país sin guerra más peligroso del mundo y uno de los diez más violentos a nivel global, debido principalmente al accionar de las organizaciones criminales, de acuerdo con su índice anual de conflictos divulgado este jueves.

Pese a no enfrentar un conflicto armado formal, México aparece en el informe con niveles de riesgo comparables a los de Palestina —que continúa bajo ataques de Israel pese al alto al fuego— y Ucrania, inmersa en la invasión rusa. El organismo clasificó la violencia en territorio mexicano como “extrema”, categoría que comparte con otras nueve naciones: Palestina, Myanmar, Siria, Nigeria, Ecuador, Brasil, Sudán, Haití y Pakistán.

Entre el 1 de diciembre de 2024 y el 28 de noviembre de 2025, México registró 8 mil 070 eventos de violencia política, lo que lo coloca entre los países con mayor incidencia de este tipo de agresiones, según los datos de ACLED. El índice clasifica los 50 conflictos más graves del planeta en niveles extremos, altos o turbulentos.

Sandra Pellegrini, analista principal de ACLED para América Latina, advirtió que la creciente presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia los gobiernos de la región para endurecer su política de seguridad “conlleva riesgos considerables”. Señaló que la agenda de corte militar promovida por Washington, bajo el enfoque de “guerra contra el crimen”, podría profundizar los conflictos e incrementar la violencia letal.

Aunque en algunos países los estados de emergencia y las políticas de mano dura han coincidido con reducciones temporales de violencia, Pellegrini subrayó que la represión a grupos criminales también ha provocado su fragmentación, generando escenarios más volátiles.

Ejemplo de ello, dijo, fue el secuestro y posterior entrega a Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, en julio de 2024, hecho que detonó uno de los conflictos internos más letales en la historia reciente de esa organización criminal.

El informe destaca además que la militarización de la guerra antidrogas impulsada por Trump en el Caribe y el Pacífico —que incluye la destrucción de embarcaciones sospechosas y el asesinato de sus tripulantes— ha provocado una rápida adaptabilidad de los grupos armados.

Las organizaciones criminales han adoptado tácticas de baja visibilidad, han intensificado sus ataques contra fuerzas de seguridad y han modificado sus operaciones ilícitas, pasando del transporte marítimo al aéreo o redirigiendo rutas del narcotráfico.

ACLED también detalla un incremento en el uso de drones con explosivos por parte de grupos criminales en países como Colombia y México. Si los Estados responden con tácticas indiscriminadas, advirtió, la población civil enfrentará mayores riesgos de exposición y daño.

El informe completo será utilizado como base para evaluar tendencias globales de violencia y los riesgos emergentes que enfrentan las regiones más afectadas por el crimen organizado y los conflictos armados.

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