Un estudio indica las claves para mejorar la motivación y el compromiso de los docentes

Universitat Oberta de Catalunya 

Un estudio coordinado por la UAB con la participación de la UOC y la UB ha analizado las preferencias del profesorado de primaria y secundaria en Noruega, Chile y Cataluña

Según esta investigación, los docentes apuestan por la evaluación cualitativa de su trabajo, trabajar en clases socialmente diversas y tener objetivos claros e incentivos colectivos

Garantizar que los docentes estén motivados y plenamente comprometidos con su trabajo es crucial para su bienestar, pero también para lograr el éxito educativo de su alumnado. Ante este reto, una investigación internacional coordinada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) en la que ha participado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Universitat de Barcelona (UB) ha analizado y comparado las preferencias sobre diferentes dimensiones laborales, como los incentivos o el tipo de evaluación, del profesorado de primaria y secundaria de entornos urbanos en Chile, Noruega y Cataluña. Los resultados, publicados en un artículo de acceso abierto en la revista Teaching and Teacher Education, revelan que el valor que los encuestados dan a estos aspectos laborales específicos varía significativamente según el contexto.

“Una forma de abordar la insatisfacción y el agotamiento del profesorado es no aplicar las mismas políticas en todas partes, sino ajustar mejor las políticas educativas a sus preferencias específicas, teniendo en cuenta el país o el contexto cultural. Esta personalización podría ayudar a evitar la insatisfacción que se genera cuando el profesorado percibe que las políticas están poco ajustadas a su realidad”, destaca el profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y coordinador del grupo de investigación del Laboratorio de Educación Social (LES) de la UOC, Gerard Ferrer Esteban, autor de esta publicación junto con Antonina Levatino, investigadora de la UB en el momento de la investigación y ahora profesora en la Universidad de Sevilla, y Antoni Verger, catedrático del Departamento de Sociología de la UAB, institución coordinadora de la investigación.

“Por ejemplo —sigue Antoni Verger—, en contextos como Cataluña o Noruega, con una tradición de gobernanza escolar horizontal, se da más importancia a la colegialidad que a los incentivos financieros individuales. En estos casos, promover una evaluación cualitativa e incentivos colectivos puede contribuir a mejorar el bienestar del profesorado y reducir el agotamiento y la desmotivación. Por el contrario, en lugares como Chile, donde las condiciones laborales son más precarias, las políticas de gobernanza escolar que responden a las necesidades y expectativas materiales del profesorado son las que tienden a ser priorizadas”, subraya.

A pesar de estas diferencias entre los tres sistemas educativos, el trabajo también ha identificado algunas preferencias comunes entre docentes de diferentes contextos, que, según los investigadores, pueden modelar políticas educativas que mejoren la motivación y el bienestar docente:

1. Centros educativos más diversos y equitativos

Un punto común entre el profesorado de los tres sistemas educativos es la preferencia por las clases socialmente diversas, las cuales representan entornos de aprendizaje más ricos e inclusivos. Según los investigadores, esta preferencia está relacionada con la idea de que trabajar en entornos diversos favorece la colaboración, la adaptación y el enriquecimiento de la tarea docente.

En este sentido, para Gerard Ferrer Esteban, las políticas de desagregación escolar son la clave para garantizar la diversidad en las aulas y evitar la concentración de alumnos según su origen socioeconómico o extranjero. “Estas políticas no solo pueden mejorar los resultados educativos globales, sino que también ayudan a reforzar la cohesión social y el respeto mutuo. Además, centros educativos más diversos y equitativos generan un clima laboral más positivo y enriquecedor para los docentes, lo que aumentaría su satisfacción y compromiso profesional”, añade el investigador.

2. Apuesta por métodos cualitativos de evaluación

El aspecto en el que el trabajo ha detectado más similitudes entre las preferencias del profesorado de los tres países es en los métodos para evaluar la tarea. En los tres sistemas educativos, les gusta más ser evaluados por sus prácticas en el aula con metodologías cualitativas, como la observación en el aula entre colegas y el retorno constructivo, en lugar de usar métodos basados en resultados y en métricas de acuerdo con pruebas estandarizadas externas.

“No es cierto que los docentes no quieran ser evaluados, como a menudo se dice desde fuera del mundo de la escuela. Lo que no quiere el profesorado es ser evaluado con instrumentos que solo se basen en los resultados de sus estudiantes y que, por lo tanto, no perciban la complejidad de su trabajo”, subraya el investigador. En este sentido, los métodos cualitativos son vistos por los participantes en el estudio como más constructivos y menos estresantes, puesto que proporcionan una visión más completa de la práctica educativa y promueven la mejora continua a través del retorno colectivo y la reflexión profesional. “Este tipo de evaluación también potencia la colegialidad y el trabajo en equipo, factores importantes para la satisfacción y el bienestar docente”, destaca el investigador de la UOC.

3. Incentivos colectivos en cuanto al centro escolar

Otro elemento común entre los participantes en el estudio es el rechazo de las prácticas de gestión que fomentan la competición entre docentes, las jerarquías rígidas y la presión por resultados. Estas prácticas, que a menudo se asocian a modelos de gestión pública inspirados en medidas organizativas típicas del sector privado, como el new public management (NPM), pueden generar tensiones y descontento, ya que erosionan la confianza y la colaboración entre compañeros y compañeras, aspectos clave para crear un buen ambiente de trabajo.

En contraposición a esta competencia entre colegas, una preferencia común en los diferentes contextos estudiados son los incentivos colectivos, implementados en el centro escolar (y no de forma individual), que podrían fomentar un ambiente de trabajo más motivado, cooperativo y cohesionado. “Se entiende que esto podría repercutir positivamente en el bienestar docente y en el rendimiento general del centro”, explica Gerard Ferrer Esteban.

4. Objetivos claros y comunicación efectiva

Otra preferencia común es tener objetivos claros y bien comunicados. Según los investigadores, cuando los objetivos educativos están muy definidos y compartidos, los docentes trabajan con más seguridad y se reduce el estrés asociado a la incertidumbre o a la falta de dirección. “Estos objetivos, combinados con una evaluación adecuada y una comunicación efectiva, ayudan a crear un entorno de trabajo estructurado y motivador, que mejora la experiencia profesional del profesorado”, subraya Gerard Ferrer Esteban.

Una innovadora metodología para evitar los sesgos

Para llegar a estos resultados, los investigadores pidieron a los participantes en el estudio que escogieran entre parejas de escuelas, que se diferenciaban por cinco características relacionadas con diferentes dimensiones laborales: la composición de la escuela, la evaluación de la calidad de la educación, el establecimiento de objetivos, las relaciones y los incentivos financieros basados en resultados. “Son aspectos que han sido alterados directa o indirectamente por las reformas educativas contemporáneas”, explican los autores.

Según los investigadores, se trata de un enfoque innovador en el ámbito de las ciencias sociales que ayuda a superar las limitaciones de las encuestas con preguntas directas, puesto que permite una estimación no sesgada de la importancia que el profesorado da a las diferentes dimensiones laborales. Concretamente, son experimentos que sirven para mitigar el potencial sesgo de deseabilidad social, es decir, cuando se contesta de la forma que se cree socialmente deseable, en lugar de según las creencias reales. “Este sesgo puede aparecer cuando se pregunta a los profesores sobre incentivos financieros basados en la productividad y otros instrumentos que son controvertidos y a menudo se consideran con carga política”, concluye Gerard Ferrer Esteban.

Esta investigación, financiada por el European Research Council (ERC) en el marco del proyecto de investigación Reformed, coordinado desde la UAB, favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 4 : educación inclusiva, equitativa y de calidad.

Artículo de referencia:

Levatino, A., Ferrer-Esteban, G., & Verger, A. (2024). Unveiling teachers’ work preferences: A conjoint experiment on the implications of school governance reform across three countries. Teaching and Teacher Education, 146, 104631. https://doi.org/10.1016/j.tate.2024.104631

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