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• Personas que empiezan a fumar en edades tempranas tienen 90% de riesgo de volverse fumadores crónicos en la vida adulta
• El uso de cigarros electrónicos acelera el daño endotelial, lo cual puede provocar la formación de trombos y, con ello, infartos

Las personas que empiezan a fumar en edades tempranas como la adolescencia, tienen 90% de riesgo de volverse fumadores crónicos en la vida adulta debido a que su cerebro les predispone a las adicciones en el futuro, señaló el Dr. Omar López, académico de Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la Universidad Iberoamericana.

Por esta razón, el doctor en Ciencias Médicas señaló que la falta de una regulación en el uso y comercialización de cigarros electrónicos, también conocidos como vapeadores, favorecía que estuvieran al alcance de toda persona, sin importar la edad, lo cual representaba un riesgo para la salud de personas jóvenes.

El año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en un informe sobre el peligro de los inhaladores electrónicos de nicotina y de cómo los fabricantes de estos productos tienen, a menudo, a niños, niñas y adolescentes como objetivo principal con un abanico de 16 mil diferentes aromas.

De acuerdo con el investigador del InIAT, los efectos del cigarro se observan a largo plazo, generalmente, pero en el caso de los cigarros electrónicos las personas pueden sufrir una inflamación pulmonar aguda en un tiempo reducido.

El Dr. Omar López recordó que, originalmente, los vapeadores surgieron como una alternativa para dejar de fumar, pero aunque se reduce el consumo en el número de cigarrillos, la dosis de nicotina se incrementa, pues los dispositivos tienen la función de que cada persona elija la cantidad de sustancia que introducirá a su organismo.

El médico con especialidad en rehabilitación señaló que gran parte del problema que tienen los cigarros electrónicos son las sustancias que se combinan con la nicotina, pues tienden a ser tóxicas debido a que están contaminadas con algunos metales.

Al respecto, identificó al polietilenglicol y el glicerol como dos de las sustancias que contienen los líquidos con los que se rellenan los vapeadores, los cuales se ha visto que pueden producir daño pulmonar severo.

“A diferencia del cigarro, el uso de vapeadores acelera el daño endotelial, lo cual puede favorecer la formación de trombos y con ello la presencia de infartos. También puede provocar enfermedades como hipertensión y cáncer pulmonar”, explicó.

A decir del académico, existen estrategias para ayudar a una persona a dejar de fumar. Por ejemplo, si está en posición de dejar de fumar, la siguiente fase es darle razones por las cuáles es buena su decisión (desde el punto de vista económico y de salud). En ese sentido, recomendó acompañar a la persona en el proceso.

El pasado 31 de mayo, en el Día Mundial sin Tabaco, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto por el que prohibió la circulación y comercialización de sistemas electrónicos de administración de nicotina, sistemas similares sin nicotina, sistemas alternativos de consumo de nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos sistemas.

La industria tabacalera reaccionó y solicitó un amparo, que admitido a trámite por el juez Yamín Francisco González Mendoza, titular del Juzgado Décimo Quinto de Distrito en materia Administrativa. De acuerdo con lo que se ha reportado en medios informativos, el 22 tendrá lugar la audiencia constitucional donde se resolverá si se le concede un amparo.