OBINDI: Permanecer en la escuela, reto de niñas(os) con discapacidad visual

Staff/RG

  • La labor del personal docente es fundamental para que infantes puedan permanecer en el sistema educativo
  • En México, 2 de cada 10 niños y niñas con alguna discapacidad o con algún problema o condición mental no acuden a la escuela, según información recabada por el OBINDI

Cuando un niño o niña con discapacidad visual ingresa a la escuela hay factores nodales para que tenga éxito o no. El primero y el más importante tiene que ver con la actitud del docente, quien es la persona fundamental no sólo para ingresar al sistema educativo, sino para permanecer en él, señaló la Mtra. Estela Medina Acosta, académica de Formación y Acción Social Universitaria de la IBERO.

Medina Acosta, quien también es directora general de la fundación Villar Lledias, IAP, dijo que si de entrada el personal docente hace el comentario del por qué la familia del infante no buscó una escuela especial o dice no contar con herramientas especiales para la educación, a partir de ahí existe una barrera de entrada para la niña o el niño.

De acuerdo con la experta, el o la docente frente al grupo tiene múltiples retos. Es por ello que un niño o niña con discapacidad visual debe contar con herramientas para poder transitar de manera autónoma e independiente en la escuela, tal es el caso del bastón blanco, la regleta, lectores de pantalla, caja de matemáticas y el estuche de dibujo que permitirán realizar actividades académicas.

Durante la conferencia Creciendo con barreras: realidades de una niñez con discapacidad, organizado por el OBINDI, la académica detalló que las y los infantes requieren de materiales adaptados para que la maestra o el maestro no tenga que estar sentados junto a ellas o ellos para guiarlos en las actividades. “El que cuenten con su material adaptado les permitirá transitar en su lección”.

“La rehabilitación es fundamental para que el infante sea autónomo e independiente, pues un niño o niña que sabe cómo solicitar las cosas se siente seguro, sabe que tiene la posibilidad de preguntar y de disentir con su maestra. Esto quita preocupación al docente y a la familia”, explicó Medina.

La especialista añadió que por ley, se le debe dar educación a todo niño o niña que llegue a una escuela. De tal manera que el tema no es el acceso, sino la permanencia y la calidad de los contenidos que permitirán que el niño y la niña empiecen a fundamentar sus conocimientos para ascender a grados superiores con seguridad y bases.

Como sociedad y académicos, así como personas comprometidas, la docente invitó a buscar estos espacios que permitan visibilizar la magnitud del problema y del reto. “Invitamos a reflexionar sobre la discapacidad de los niños en el espacio rural”.

Alrededor del mundo hay más de 2 mil 200 millones de niños y niñas, y de esta cifra 240 millones tiene algún tipo de discapacidad. La mayoría de los niños y niñas con discapacidad viven en países de bajos o medianos recursos; y en América Latina y el Caribe se calcula que la cifra de infantes con discapacidad alcanza los 19.1 millones, según datos de UNICEF.

De acuerdo con el OBINDI, en México 2 de cada 10 niños y niñas con alguna discapacidad o con algún problema o condición mental no acuden a la escuela.

Asimismo, 2.5 veces más personas sin discapacidad estudian por lo menos un grado en educación superior respecto a la población con alguna discapacidad o con algún problema o condición mental.

Por su parte, Roxana Pacheco Martínez, de la Fundación para la Inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad, señaló que urge información diferenciada, clasificada, para el diseño de políticas públicas, ya que las personas con algún tipo de discapacidad pertenecen a un grupo vulnerado “porque no nos vemos, porque estamos aislados y no estamos incluidos socialmente”.

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