Sistema agroindustrial produce 57% de emisiones contaminantes del mundo: experta

Staff/Rossi

  • La Dra. Soffía Alarcón Díaz imparte conferencia ‘El cambio climático y su impacto en la seguridad alimentaria’
  • La Sociedad de Alumnos de Ingeniería de Alimentos organizó el ‘IV Congreso Ingeniería de Alimentos. Mtro. José Carlos Álvarez Rivero’

El sistema agroindustrial -la forma de procesar los alimentos- produce entre el 44 y 57% de las emisiones contaminantes del mundo, dijo la Dra. Soffía Alarcón Díaz, especialista en cambio climático, al participar como ponente en el IV Congreso Ingeniería de Alimentos. Mtro. José Carlos Álvarez Rivero, organizado por la Sociedad de Alumnos de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

En su conferencia, El cambio climático y su impacto en la seguridad alimentaria, explicó que la relación entre ambos se puede ver desde dos frentes: la oferta y la demanda.

La oferta. Es el sistema de producción agroindustrial, toda la cadena que sigue un alimento desde que sale del campo hasta que termina en la basura -los alimentos que no se terminan de comer-. Contempla seis fases: deforestación, producción agroindustrial, transporte, procesamiento, refrigeración y desecho.

Deforestación. Con la intención de tener terrenos cultivables se talan bosques, a lo que se llama expansión de la frontera agrícola, que es responsable del 70 al 90% de la deforestación mundial y de la emisión del 20% de los gases de efecto invernadero (por la falta de árboles que limpien el aire). Con la quema de los bosques la tierra en éstos pierde sus nutrientes y por ende su fertilidad durante uno o dos años.

Producción. Una vez que se tienen los cultivos, éstos pasan por varios procesos de fertilización o emisión de agrotóxicos que emiten otro gas de efecto invernadero, el óxido nitroso. Y respecto a la ganadería, la cría intensiva de animales -sobre todo los estabulados- provoca emisiones de metano.

Transporte. Una vez que el alimento está listo, se utiliza el transporte para llevarlo alrededor del mundo, que puede ser un proceso caro, largo y sin sentido. Por ejemplo, con la soya que se produce en Argentina se alimentan gallinas en China, que luego se exportan a Estados Unidos y que se terminan por consumir en México.

Procesamiento y envasado. Una vez que la carne se encuentra en su destino final, la industria alimentaria se encarga de transformarla en comida lista para llevarse a los supermercados -cuyas estanterías se llenan con miles de productos envasados-, donde se emiten gases de efecto invernadero, por el consumo de luz y de los gases utilizados para la refrigeración.

Las otras dos fases son la refrigeración, que implica el uso de medios para conservar los alimentos, y el desecho, el último momento de esta cadena.

Ante esta situación, ¿qué se puede hacer para que la gente internalice el cambio climático?; Soffía Alarcón mencionó que, como individuos, hay muchas cosas, por ejemplo: consumir alimentos orgánicos producidos a nivel local -que no usan agroquímicos, fertilizantes, ni recorren varios kilómetros al ser transportados-; reorientar la producción alimentaria hacia mercados más frescos, locales y saludables -lo que fomenta que los agricultores permanezcan en su tierra-; integrar la producción animal con la vegetal -vacas y gallinas ayudan a fertilizar la tierra-; y promover los huertos en casa y la agricultura climática inteligente.

Calentamiento global

Acerca del calentamiento global, la doctora Alarcón dijo que, debido a la actividad humana, en los últimos 120 años la temperatura de la Tierra ha aumentado más o menos 1.2 grados centígrados, y justo por eso, los años recientes han sido los más calientes -el récord de temperatura se registró en 2019.

Y lo que se ha visto, es que desde 1980 ha aumentado el número de desastres naturales, que se catalogan en tipos: eventos geofísicos, eventos meteorológicos, eventos hidrometeorológicos y eventos climatológicos. Los primeros, los geofísicos, son tsunamis, sismos o la actividad volcánica, y no tienen origen antropogénico.

Pero los meteorológicos, hidrometeorológicos y climatológicos muy posiblemente tengan que ver con el hecho de que el clima de la Tierra está cambiando. Los eventos meteorológicos -como las tormentas tropicales- pasaron de ser menos de 200 a casi 400 por año; los hidrometereológicos, de 50 a casi 200; y los eventos climatológicos, como temperaturas extremas y sequía, seguirán aumentando.

Estos desastres naturales desde luego tienen un impacto en las actividades de los seres humanos, pero también en la biodiversidad, pues “estamos perdiendo más o menos cada 20 segundos una especie”, los incendios están arrasando con la biodiversidad, y hay inundaciones que impiden a los animales migrar fácilmente.

¿Qué se puede hacer en materia de cambio climático? Primero, evitar que la temperatura de la Tierra aumente más de 1.5 grados centígrados, para evitar los impactos del cambio climático catastrófico.

Como acciones de mitigación, es decir, las destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se podría: reducir la quema de combustibles fósiles -por ejemplo, usando más la bicicleta que el auto-, mejorar la eficiencia energética -emplear focos led, energías renovables bajas en carbono, instalar paneles solares en los techos-, y proteger y restaurar los sumideros naturales, como océanos y bosques.

Entre los instrumentos basados en el mercado resultan útiles, entre otros, los cambios en los patrones de producción y consumo, es decir, que las personas prefieran elegir consumir algo orgánico o local a algo importado de un país lejano.

El reto es por demás grande, ya que a nivel global se tendría que lograr, para el 2030, que las emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero se reduzcan de 65 gigatoneladas por año a 5 gigatoneladas anuales.

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