Staff/Rosi
· A partir del 2021 será un eje transversal en todas sus licenciaturas
A partir del 2021 la Universidad Iberoamericana Ciudad de México implementará la ‘Interculturalidad’ como un eje transversal en todas sus licenciaturas, como parte del rediseño de sus planes de estudio, un proyecto encabezado por la Vicerrectoría Académica.
‘Interculturalidad’, ‘Género’ y ‘Sustentabilidad’ son los tres ejes de transversalización y temas específicos que desde enero del próximo año estarán presentes a lo largo del currículo de todas las carreras de la IBERO, a través de las materias, escenarios de práctica y créditos académicos.
La Dra. Luz María Moreno Medrano, docente del Departamento de Educación, explicó que con la transversalización de la interculturalidad se busca que las egresadas y egresados de la Iberoamericana comprendan las realidades desde diferentes racionalidades y lógicas de pensamiento, y adopten una postura crítica frente a ellas; se relacionen con diferentes grupos socioculturales, desde planos de igualdad, respeto y aprecio; se involucren y acompañen procesos de transformación social que favorezcan la valoración y el reconocimiento de las diversidades socioculturales; y que confronten las asimetrías, el racismo y la discriminación, para construir una sociedad más justa y equitativa.
Las y los académicos encargados de coordinar el desarrollo de transversalización de la interculturalidad en la IBERO se centrarán en una perspectiva crítica y decolonial, a partir de cuatro ejes: intracultural, transcultural, interepistémico e incidencia intra e intercultural,
1. Intracultural. Es la capacidad de valorar el grupo de pertenencia desde una mirada crítica; de tener una autoestima cultural reflexiva, que propicie el conocimiento y el análisis crítico de la identidad propia y la del grupo de pertenencia; y que permita cuestionar privilegios y su papel en la reproducción del clasismo, el racismo y la discriminación.
Este punto es sumamente relevante para la IBERO, debido a que en ella conviven estudiantes pertenecientes a estratos económico-sociales altos, y al mismo tiempo alumnos (as) de grupos no privilegiados que, “a veces se sienten un tanto intimidados por ese contexto”, por lo que es muy importante fortalecer su autoestima desde la perspectiva intracultural.
2. Transculturalidad. Es la capacidad para reconocer y relacionarse con el otro y la otra, siendo conscientes de las asimetrías y los mecanismos de inclusión y exclusión presentes en el lenguaje verbal y no verbal, así como en los diferentes espacios de interacción, posicionándose de forma crítica ante las inequidades e injusticias socioculturales.
Aquí entra el cómo docentes y estudiantes cuidan su lenguaje verbal y no verbal dentro y fuera de los salones de clases; por lo que esta conciencia y reflexión crítica se tiene que ir creando como comunidad educativa.
3. Intersistémica. Es la capacidad de conocer, comprender y valorar otras lógicas, perspectivas y enfoques de conocimiento, así como propiciar procesos de diálogo intercultural y de saberes, desde posiciones de igualdad.
En este eje los académicos (as) deben preguntarse, con miras a incluir si no están presentes, cuántas mujeres hay en la bibliografía de su curso, y qué perspectivas manejan en su curso, si sólo la centrada en la visión anglosajona o si también incluyen la perspectiva del Sur, de los pueblos originarios y de los afrodescendientes.
4. Incidencia intra e intercultural. Es el comprometerse y movilizarse a favor de los derechos, reivindicaciones y demandas políticas, socioambientales, económicas, culturales y lingüísticas de las poblaciones y grupos en situación de vulnerabilidad, como los pueblos originarios, migrantes, afrodescendientes, LGBT y personas con discapacidad; así como promover cambios en el propio grupo de referencia, “para ver de qué manera limitamos todos estos obstáculos que a veces de una manera inconsciente vamos poniendo como trabas para el ejercicio de estos derechos”.
Niveles de aporte
La manera en la que se va a dar inicio a estos cuatro ejes es identificando las asignaturas de cada malla curricular, en tres niveles de aporte: sustancial, parcial y potencial.
1. Sustancial. Son las materias que contribuyen de manera significativa al desarrollo de estos componentes, en lo cognitivo, en lo valoral, en lo procedimental y en lo actitudinal.
Un ejemplo de este aporte se da en la Licenciatura en Pedagogía, que tiene la asignatura ‘Educación intercultural’, en la cual el estudiantado logra comprender la importancia del contexto sociocultural y lingüístico como punto de partida para el diseño curricular y de materiales educativos; reconoce la existencia de racionalidades y de lógicas distintas de vida y de conocimiento, que son igualmente legítimas; y valora la importancia de la diversificación curricular, para implementar una educación pertinente y relevante.
2. Parcial. Son materias que contribuyen al desarrollo de la competencia, aun cuando no esté explícita esta relación con el tema de la interculturalidad.
En la Licenciatura en Derecho, la materia ‘Derechos humanos’ ejemplifica este aporte, al comprender que los derechos humanos, universales e individuales, no están relacionados con la interculturalidad, pero sí están presentes, por ejemplo, en los movimientos de reivindicación territorial.
Al respecto, abundó la Dra. Moreno: “Reconocemos que existen otros sistemas normativos, como los indígenas, que responden a otras lógicas, racionalidades y formas de vida, igualmente legítimas, y nos comprometemos y movilizamos para promover el reconocimiento de derechos colectivos en el sistema jurídico nacional”.
3. Potencial. Son materias que no tienen relación explícita con la interculturalidad.
Una muestra de este aporte está en la Licenciatura en Administración de Empresas, en la asignatura ‘Desarrollo emprendedor’, donde se analizan otras alternativas de producción, comercialización y consumo, desde una lógica más solidaria y sustentable, no únicamente desde la visión capitalista de la economía neoliberal.
Otros desafíos
Lo enunciado por Moreno Medrano, coordinadora de Licenciatura en Pedagogía, deja ver que para transversalizar la Interculturalidad se requiere una revisión profunda de los contenidos, de las dinámicas de clase, de las maneras en las que se están promoviendo los diálogos y las formas de evaluar.
También son prioridades: brindar a las y los docentes una formación en perspectiva intercultural, identificar las asignaturas que integran otras epistemologías, decolonizar la idea de que el profesor (a) es quien enseña y el alumno (a) quien aprende, así como trabajar en otras maneras de construir conocimiento de una forma más horizontal.
Otros tres desafíos en los que se tiene que ir abriendo camino a la interculturalidad, son:
1. Cómo visibilizar y combatir el racismo en las relaciones cotidianas y en las políticas institucionales.
2. Vincular proyectos interculturales concretos a comunidades reales, y desde las luchas por el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios y afrodescendientes, “en donde podamos vincularnos no solamente como carreras, sino a nivel Universidad, y que existan equipos inter y transdisciplinarios”.
3. Formar comunidades de aprendizaje críticas, para deconstruir y descolonizar las relaciones de poder en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Esto será un trabajo continuo de autorrevisión de los propios prejuicios y de tener prácticas más dialógicas y democráticas en las prácticas educativas. Ello significa salir “de la burbuja de privilegios” que de alguna forma se tiene en la IBERO, para trascender este espacio y ponerse al servicio de otras comunidades.
La transversalización del eje de ‘Interculturalidad’ en todos los planes de estudio de Licenciatura de la IBERO es coordinada por un equipo integrado por la Dra. Luz María Moreno Medrano, académica del Departamento de Educación; la Mtra. Eugenia Legorreta Maldonado, coordinadora del Programa de interculturalidad y Asuntos Indígenas (PIAI); el Dr. Stefano Sartorello y la Mtra. Casandra Guajardo Rodríguez, director e investigadora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE); y el Mtro. Juan Carlos Ramírez Robledo, coordinador del Programa de Desarrollo e Innovación Docente de la Dirección de Desarrollo y Acompañamiento Educativo (DIDAE).
El proyecto de transversalización de la interculturalidad fue dado a conocer por la doctora Moreno durante la presentación del número 76 de la revista DIDAC, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dedicado a la ‘Educación Intercultural en Educación Superior’.
Estas notas te pueden interesar
-
Estudiantes BUAP proponen soluciones innovadoras alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
-
Tec de Monterrey: única universidad fuera de Estados Unidos en el top 10 del ranking de emprendimiento de The Princeton Review
-
Video: Lilia Cedillo encabeza tradicional encendido de árbol navideño en CCU BUAP
-
Entrega Lilia Cedillo reconocimientos por antigüedad a personal académico y administrativo BUAP
-
Alumnos de la UTP exigen seguridad