Julián Lozada
El año 2020 nos recibe con una estruendosa bienvenida iniciando por las tensiones políticas, bélicas y comerciales entre países, tornando a los estados en una postura hostil, siguiendo de la propagación de los incendios forestales inmensurables e incontrolables en Australia, posteriormente una noticia subestimada por demás países, sacude a la República Democrática de China otorgándoles el miedo de declarar estado de emergencia sanitaria causado por un fenómeno médico surgido en un remoto estado de la entidad antes mencionada llamado Wuhan, cuna de lo que hoy conocemos como la pandemia del covid-19, virus mutable a una enfermedad que atenta y amenaza la vida de más de 7284 millones de personas en el mundo, a día de hoy 10 de junio de 2020, esta situación sigue fuera de nuestras manos dejando un rastro de caos e incertidumbre en la sociedad actual; la gente sana afortunada se despierta día a día haciéndose más preguntas, implorando por el fin de estas circunstancias aterradoras, infestada de datos ficticios que se difunden por todo el mundo, medios de comunicación repletos de gente confundida que nos llenan de juicios morales, intentando cumplir con su deber de “informar” qué es lo que ocurre, ¿y cómo podrían acertar con su información?, incluso la gente “preparada” le es insoluble esta situación, dejándonos desinformados e intranquilos, y comunicados únicamente por medio de la red masiva de información en línea (redes sociales), estos sucesos sumados a desordenes sociales por los que atravesamos en nuestras ciudades nos dan un resultado de completo descontrol por parte del poder ejecutivo o hacia el Pueblo, es inminente la necesidad de organización y estructuración de los medios necesarios para garantizar principalmente la salud pública, la estabilidad económica y seguridad social, factores sumamente inestables en este momento en los cuales las cuentas nos están derivando un momento crítico, no estábamos preparados y desconocíamos completamente la importancia del apoyo a la ciencia y la medicina.
2020 Es el inicio de una nueva era y este año estamos siendo forzados a un cambio, porque todo aquello que no se somete a evolucionar, está condenado a la extinción. En mi opinión en la postura de joven menor adulto en la que me encuentro, el impacto más fuerte en mí y en mis contemporáneos es el social, consecuente a esto el económico y por el momento de salud no carezco, aún… La importancia de informarse e indagar posee un valor incuantificable para la prevención y procuración de la estabilidad de nuestros estilos de vida, vivimos en la era de la información y la persona que permanezca ausente de veracidad de los sucesos y los pronósticos estadísticos debe atenerse a las consecuencias de la desinformación, “todos somos ignorantes, pero siempre podemos decidir que ignorar”.
Incorporándonos en la doctrina económica, retomando información de 15 meses atrás, Wall Street institución considerada como el corazón del distrito financiero hace énfasis en una anomalía en la renta fija, la curva de tipos se empieza colocar de una forma inversa, la tendencia se invierte y los bonos a largo plazo no son rentables, en Marzo de 2019 la curva de tipos estaba casi plana y herramientas como esta indican aproximaciones/anticipaciones a una recesión económica inminente y la BMV (Bolsa Mexicana de Valores) el 9 de Julio de 2019 presenta una caída de la MXN (Peso mexicano) a partir del mes de marzo del año 2019 se iniciaron las estimaciones para la crisis económica del 2020, dejando 18 meses de preparación para poder subsistir a las repercusiones de este fenómeno inflacionario, si las estadísticas son correctas indican que el comienzo evidente de la vicisitud será agosto del año en curso. ¿Cuál es el plan económico de México para garantizar la preservación de nuestros recursos?, este periodo presidencial desde antes de las elecciones pintaban años difíciles para muchos países, es más un sexenio/administración que debe mantener un estado económico sólido en el cual no nos podemos dar el lujo de centrarnos en lo ético y moral, cuando todo marcha bien esas dos principios prevalecen y son nuestros estandartes, pero en periodos de crisis son términos desconocidos, (“el camino al infierno está lleno de buenas intenciones”) desde un principio el plan económico rechazó ideas liberales y satanizó el neoliberalismo, rechazo total de las energías renovables y reduciendo los métodos de desarrollo sustentable impidiendo el crecimiento y el surgimiento de los comercios, desincentivando las empresas, alejando las inversiones, avivando las brasas de la lucha de clases, haciendo crecer la población de la clase media baja y baja, y perjudicando a las microeconomías con las reformas fiscales. ¿Qué nos deparará en este periodo de incertidumbre? ¿Qué cosas están aún en nuestras manos?
Solo soy una voz que aclama en el desierto… ¿Cómo trascenderemos en esta transformación
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