Carlos Javier Jarquín
Todos en algunas circunstancias hemos sido víctima de felonía, existen diversos tipos de traición, algunas son leves u otras golpean con mayúscula fuerza. Cuando le has ayudado a alguien a realizar sus sueños y después te enteras que te ha traicionado, esa acción causa un dolor de infarto. Te invito a leer la siguiente historia reflexiva sobre esas traiciones de amigos que después de recibir tanto apoyo incondicional pagan con lo peor, esta es una meditación tanto para el solidario como para el beneficiario.
El día que ellos coincidieron las estrellas brillaron como nunca antes se había visto sobre el encanto del firmamento, ese destello quedó impregnado en el corazón de ambos, para ella, era lo dulce, sexi y tierno que respiraba por primera vez en su destino, sus vivencias del pasado estaban teñidas de la más terrorífica e inexplicable tristeza que puede existir en el planeta, su tiniebla parecía no tener fin, pero ese inicio de año que se conocieron el cambio de su vida fue ilimitadamente seductor, desde entonces inició a vivir con hechicero significado: él fue su luz, su amigo, héroe y guía, desinteresadamente le brindó amor, tiempo, dedicación, pasión y cariño para que fuera una dama de respeto y admiración de su familia, amigos y conocidos. Este noble caballero le hizo ver que su llegada al mundo fue para inspirar con acento plural, mientras pasaban los días los cambios en su vida resplandecían con boom absoluto, no dejaba de asombrarse de lo primoroso que estaba viviendo en lo que más amaba.
Los talentos que poseía eran múltiples pero vivían adormecidos, con la presencia de aquél emprendedor joven los colores de sus días a cada minuto la conducían únicamente por la grandeza; no dejaba de agradecer todo lo que el universo le concedía dulcemente en ese instante, a veces pensaba que si todo lo sucedido era verdadero, casi en 5 décadas de vivir sobre la faz de la tierra sus privilegiados dones se encontraban bloqueados, las ideas que su mentor le daba siempre tenían resultados inverosímil, parecía como que se conocían de toda una vida, a ellos los unía una luz de eterno fulgor, el contagio de iluminación que logró adquirir de él fue eminente, en un año obtuvo lo que nunca imaginó de convertirse en una ejemplar emprendedora, su brillantez inspiraba enormemente a su entorno…
Lo inaudito de esta historia es que estos protagonistas nunca se conocieron, ¿Cómo es posible que él haya sido su ángel para que ella tuviera una vida de total coherencia, si nunca se conocieron en persona? Claro que es posible, en este siglo la distancia ya no es rémora para ayudar a hermosear con cristales los sueños de ese alguien que no ha encontrado contraseña para vivir con causa colorida. Otro dato curioso es que ella era mayor 20 años, pero se complementaban casi a la perfección, aquí se demuestra una vez más que cualquiera te puede inspirar sin importar distancia tanto de geografía como de edad, probablemente estás viviendo algo parigual.
Nada ni nadie es perpetuo, la luz resplandeciente que estaba guiando a estas almas divinas, un día inesperadamente se apagó, con gran ineptitud ella con otro amigo cínico se aliaron y lo traicionaron vilmente, él lo descubrió todo, como hombre inteligente decidió alejarse para siempre, ella no tuvo ética ni miramiento de apreciar
aquel tesoro que un día llegó a su corazón, antes de despedirse ella le dijo con lágrimas en sus mejillas: “No quiero perderte, por favor no te vayas de mi mundo, eres lo mejor que ha pasado por mi vida”. Ya era demasiado tarde… cuando esas pocas personas de sentimientos preclaro se cruzan en nuestro destino, debemos cuidarlas y valorar gratamente sino lo hacemos corremos el riesgo de perderlas momentáneamente.
Celebremos ésta célebre respiración con quienes nos comprenden, nos cuidan y aportan mucho para seguir emprendiendo firmemente nuestros objetivos, apreciemos lealmente a ese ser que nos ha demostrado que existir sin gracia es vivir en pleno desperdicio. Festejamos este presente junto a los que nos halagan auténticamente, no sabremos si hoy será la última vez que podremos festejar, no sabremos si será la última vez que escucharemos su voz, si a tu vida ha llegado alguien que le ha dado valor y color a tus días jamás cometas el error de pagarle con perfidia, siempre sé honesto así las
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