Jessica Meléndez

El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta tomó el control de la seguridad de la capital poblana, luego de la negativa de la alcaldesa, Claudia Rivera Vivanco para destituir a Lourdes Rosales Martínez de la SSC. Justificó  que la dependencia no ha tomado acciones para detener la creación de bandas criminales.

Fue el pasado 24 de marzo cuando el decreto fue publicado en el Periódico Oficial del Estado, estipulando que a partir de este día los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla debe acatar las órdenes que el gobierno estatal para garantizar el orden y seguridad del municipio.

El documento refiere que es innegable el contexto de inseguridad que se registra en las zonas de mercados municipales, en donde la delincuencia común ha transitado hacia verdaderas organizaciones delincuenciales, dedicadas a la venta de drogas, cobro de piso a comerciantes y ambulantes, prostitución, robos, venta de productos robados, pornografía, entre otros ilícitos.

Además, puntualiza que las redes criminales han crecido a un ritmo acelerado, por lo cual actualmente gozan de impunidad y un alto poder de organización, armas de fuego y vinculación con otras células delictivas importantes, lo cual se ha permitido, rebase las capacidades del ámbito municipal.

“Más allá de la incidencia de delitos comunes, se han registrado ejecuciones, cuerpos abandonados, feminicidios, una cifra considerable de robos, lo cual ha generado un contexto de inseguridad, totalmente perceptible para la sociedad y desfavorable a la acción institucional, lo que permite afirmar que la labor de prevención es prácticamente nula”, se expone en el decreto.