Por: Dr. Erasmo Zarazúa Juárez

Académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México

· Académico de la IBERO analiza el tema, tras el reciente anuncio del COI que prohíbe manifestaciones políticas en los Juegos Olímpicos Tokio 2020

El Movimiento Olímpico siempre ha sido influenciado por la política y la economía. Haces unos días, el Comité Olímpico Internacional (COI) recordó a los atletas que para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 se seguirá con lo establecido en su Carta y reglamentos, donde estipula que están prohibidas “todas las manifestaciones políticas, religiosas o raciales en todos los recintos, instalaciones y zonas olímpicas”.

Remarcó que, en caso de realizar alguna manifestación de este tipo, los atletas serán sancionados, estudiándose cada caso en lo individual. Hay antecedentes de ello, donde han sido expulsados de la villas olímpicas y suspendidas sus actividades deportivas internacionales y nacionales.

El COI hace este anuncio recalcando la normatividad de los Olímpicos ante la creciente probabilidad de que esto ocurra. En 2016, el jugador de fútbol americano profesional Colin Kaepernick inició una protesta durante la pretemporada de los 49ers de San Francisco en la NFL, poniendo una rodilla en el suelo, por los casos de violencia policial hacia los afroestadounidenses.

Las críticas fueron duras, pero a Colin lo contuvieron otros colegas del fútbol americano. La protesta de Kaepernick tuvo eco en otros deportes y en algunos casos abiertamente contra el presidente Donald Trump. Algunos equipos o jugadores rechazaron la invitación para asistir a la Casa Blanca. Uno de los casos más sonados fue el del equipo femenil de futbol Campeón del Mundo en 2019 y el activismo de su capitana, Megan Rapinoe.

Ante los enfrentamientos verbales y violentos entre Estados Unidos e Irán, la posibilidad de protestas en los Olímpicos crece a favor y en contra de estos países, religiones o razas. También cabe la posibilidad de posicionar el tema de la paz, pero éste debe ser llevado por el COI y el Comité Organizador de la edición 2020, no por los atletas ni los Comités Nacionales. El Movimiento Olímpico tiene como meta y camino la paz, pero dentro del esquema de su filosofía, no la de los demás.

El uso de dispositivos móviles dispara la posibilidad, ya que en cualquier momento se podría hacer una manifestación, hacer la foto o el video y subirlo a la red, donde inmediatamente se haría viral. Recordemos que muchas de las críticas a la organización de Sochi 2014 o Río 2016 se ventilaron en internet, iniciada por los atletas o Comités Nacionales.

Pero el momento principal son las ceremonias de entrega de medallas, cuando los ojos del planeta están puestos en el podio olímpico; donde esto ya ha pasado. El COI tiene esta gran preocupación porque el Movimiento Olímpico sea manchado y mal utilizado.

El COI comenzó a relajarse y permitió muestras de cariño, como una propuesta matrimonial, o mostrar la foto de la esposa de un atleta en el podio; pero posiblemente esta parte de permitir lo no político, religioso o racial, acabe por mostrar lo que no es deseado. También lo comercial o económico también está prohibido, pero aun así hay atletas que lo han hecho.

Ante la primera manifestación, el COI tendrá que aplicar su normatividad de manera más pronta que otras ocasiones, ya que corre el riesgo de que durante las dos semanas que dura la justa ocurra nuevamente y se potencialicen las protestas, una tarea que se ve compleja y que hará que las autoridades olímpicas estén al pendiente de todo movimiento que hagan y tengan los atletas.