El Águila escondida

Por: Víctor Yaotzin Torres López 

Presidente Nacional de la Comisión Mexicana de la Juventud (COMJUVE)

La historia de México, sin duda es una de mis grandes pasiones, desde el paso de la escuela en las aulas escuchando a mis maestros de historia, era apasionado escuchar cada contexto histórico que nos forma como Mexicanos; lo que sin duda comparto es que a mis 23 años de edad y casi 24 no me he quedado con lo ya aprendido sino que me convertí en crítico de la historia de nuestro país, escudriñando poco a poco, acerca de cada peldaño histórico, hoy les voy a hablar de un expresidente de México que pasó a la historia muy polémico por cierto.

Santa Anna no fue un traidor
El investigador británico Will Fowler en su intitulada obra “héroe o villano” desmiente el perfil de traidor con que el expresidente pasó a la historia.
Otra importante obra recomendada para los críticos de la historia es la de Enrique Serna “El seductor de la patria”.

Vayamos a desencadenar una serie de números en donde seguro estoy, vamos a encontrar puntos claves valiosos de estos autores de diversas obras.

1.- Santa Anna ¿Héroe o villano? (Crítica), en el cual revela, por ejemplo, que el primero en hacerse llamar Su Alteza Serenísima no fue Santa Anna, sino Miguel Hidalgo.

2.- Las acusaciones de traidor apelan a cosas que no están basadas en la verdad. Se le acusa de traidor por haber aceptado la Independencia de Texas en el Tratado de Velasco de 1836, cuando en realidad él estaba preso. De hecho, en este tratado no reconoce la Independencia de Texas. Tuvo muchas discusiones con sus captores.

3.- Estados Unidos dejó que ingresara a territorio mexicano con la condición de que persuadiera a los mexicanos de ceder parte del país, pero él hizo lo contrario: utilizó los fondos norteamericanos para formar un ejército en San Luis Potosí, con el cual luchó en todas partes defendiendo a México. Era un hombre sumamente nacionalista y patriota que defendió al país de los españoles y los franceses. Lo que pasa es que las cosas le salieron mal: perdió la guerra y, para variar, fue un corrupto. De traidor, no tiene nada. Si acaso se le puede acusar de vendepatrias puede ser por la venta de La Mesilla (en los estados actuales de Arizona y Nuevo México) en 1853. La historia popular mezcla, erróneamente, la pérdida de la mitad del territorio con la venta de La Mesilla.

4.- ¿Quién difunde el mito de Santa Anna como traidor a la patria?

Se empieza a gestar desde la guerra entre México y Estados Unidos, cuando el diputado Ramón Gamboa comienza, desde su propia agenda política, a difundir tales acusaciones. Sin embargo, el perfil de traidor bien establecido empieza con la Restauración Liberal y con Benito Juárez. Fue una manera fácil de afrontar el trauma de la guerra contra el país vecino. Este tipo de cosas suceden a menudo en la historia.

5.- Por esa razón también se creó el mito de los Niños Héroes en 1868. Sí hubo cadetes que lucharon, pero lo de los seis héroes y el joven que se tiró con la bandera es un mito. Son formas que se inventa un país para superar sus traumas. (Will Fowler) En este contexto, Santa Anna surge como el gran malvado de la historia. [SIC]

6.- En el Porfiriato también se generaron falsedades, como aquella que dice que fue reelegido 11 veces, cuando en realidad sólo ocupó la silla presidencial en seis ocasiones. Fue una forma de justificar las reelecciones de Díaz. Se quiso exagerar la inestabilidad de la época de Santa Anna para poder ensalzar la ‘pax’ y el progreso porfiriano.

7- De 1853 a 1855 fue un dictador terrible. Comenzó, si se puede decir, con ideas moderadas, con gente como Lucas Alamán, pero cuando muere éste y fallece también José María Tornel las cosas cambian. Ellos lo hubieran conducido por un camino más ilustrado.

La carrera política de Santa Anna es larguísima. En 1820 era constitucionalista, federal, republicano, liberal y de ideas generosas. Pero como todos los hombres de su generación, golpeados por los fracasos constitucionales y la rebelión de Texas, acaban abrazando la idea de una dictadura. Santa Anna sí fue un tirano, pero no durante toda su vida.

8.- López de Santa Anna en comparación, tenía muchos defectos, era déspota, borracho, mujeriego, probablemente ladrón, ventajoso y convenenciero, y a su favor tenía que cada vez que había un levantamiento en cualquier parte del país, acudía allí y arreglaba el asunto por medio de las armas, en lo que era experto. Pero no vendió el país como nuestra historia quiere hacer parecer. Supo de las intenciones de EEUU por medio de Joel Roberts Poinsett desde agosto 22 de 1825, mucho antes de la supuesta revolución de los tejanos. López de Santa Anna sabedor que era EEUU y no los colonos el que quería independizar Texas para luego anexarla a la Unión Americana, no reparó en costos personales y emprendió una marcha dificilísima desde México hasta lo que hoy es San Antonio, condado de Béjar. Miles de kilómetros en carreta, a caballo y en veces a pie.

 

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