Rossi A. G.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta los resultados de la “Cuenta Satélite del Sector Salud de México, 2017”, año base 2013, la cual permite dimensionar la importancia de este sector y apoyar la toma de decisiones tanto en el sector público como en el privado.
La producción del sector salud está compuesta por los bienes y servicios generados por las actividades económicas que están relacionadas con la prevención, la curación y el mantenimiento de la salud humana, incluyendo a las instituciones que tienen la facultad de regular y administrar dichas actividades. Al agregar a este rubro la valoración del trabajo no remunerado que los hogares destinan a la salud (TNRS) , se hace referencia entonces al Producto Interno Bruto Ampliado del sector salud.
En 2017 el Producto Interno Bruto Ampliado (PIBA) del sector salud fue equivalente a un monto de 1 millón 229 mil 703 millones de pesos (a precios de mercado), que representó el 5.6% del PIB total obtenido en el país.
Por componentes del PIBA del sector (a precios básicos) el valor de la producción del sector salud constituyó la mayor parte con 72.3% del producto ampliado y el TNRS de los hogares aportó el 27.7% restante.
En su comportamiento anual el PIBA del sector salud mostró una variación de 2.8% en términos reales respecto al año 2016. Este comportamiento se explica por el incremento en el TNRS de los hogares de 4.1% y en las actividades del sector salud de 2.2 por ciento.
Durante 2017 en el sector salud se registraron 2 millones 147 mil 709 puestos de trabajo remunerados, que significaron el 5% de los empleos remunerados de la economía en ese año. Al considerar a los empleados por sector contratante, el 51.7% laboró en el sector público y el resto lo hizo en el sector privado.
En los hogares el tiempo que se destinó a las actividades de prevención, cuidado y mantenimiento de la salud fue de 5 mil 352 millones de horas, en 2017. A su interior, los cuidados dentro del hogar concentraron el 69.1% de dicho trabajo y el resto se destinó como apoyo a otros hogares y/o trabajo voluntario. El valor de estas actividades en los hogares fue equivalente a poco más de 328 mil 552 millones de pesos.
El INEGI presenta los resultados de la “Cuenta Satélite del Sector Salud de México, 2017 preliminar. Año base 2013”, con el objetivo de proporcionar información económica para la toma de decisiones del sector público y el sector privado.
Esta cuenta constituye una ampliación del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) y contribuye a la difusión y fortalecimiento de la información estadística del sector dentro del marco de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.
La cuenta satélite integra todas las actividades económicas que directa o indirectamente están relacionadas con la prevención, recuperación y mantenimiento de la salud de la población, así como las instituciones públicas cuya facultad es regular y administrar estas actividades económicas. Adicionalmente, incluye el valor económico del trabajo no remunerado de los hogares en el cuidado de la salud, con lo que se amplía la visión sobre la dimensión y composición del sector.
En 2017 el Producto Interno Bruto Ampliado (PIBA) del sector salud fue equivalente a 1 millón 229 mil 703 millones de pesos, lo que significó el 5.6% del PIB del país (a precios de mercado). A su interior, este sector se conformó del valor producido por los bienes y servicios finales relacionados con la prevención, cuidado y mantenimiento de la salud humana, que aportó el 4.1% del PIB total, así como del valor del trabajo no remunerado encaminado al cuidado de la salud (TNRS) que contribuyó con el 1.5% restante.
Por tipo de bien o servicio generado, el valor de la producción de los bienes y servicios del sector salud concentró la mayor participación, que representó el 72.3% del PIBA (a precios básicos) . En particular, las actividades relacionadas con los servicios hospitalarios y los de atención ambulatoria contribuyeron con el 20.7% y 17% del PIBA, respectivamente. El resto (34.6%) se distribuyó entre el comercio de bienes relacionados con la salud; la producción de medicamentos, lentes y material de curación; las actividades de administración pública de la salud, y la producción de otros bienes y servicios vinculados a este sector.
Por su parte, en los hogares el valor del trabajo no remunerado que se destinó al cuidado de la salud (TNRS), en 2017, aportó el 27.7% del PIBA y se conformó por las actividades relacionadas con los cuidados especializados (por ejemplo, cuidados a enfermos crónicos o con algún tipo de discapacidad), los cuales representaron el 13.7%; seguido de los cuidados no especializados (cuidados para la prevención, así como por enfermedades menores o temporales) y el apoyo a otros hogares en el cuidado de la salud con 6.4%, en cada caso, y el trabajo voluntario en atención de la salud el restante 1.2 por ciento.
En el año de referencia, el PIBA del sector salud mostró un incremento de 2.8%, en términos reales, respecto a su nivel alcanzado en 2016, el cual se explica por el comportamiento de las actividades que los hogares destinaron al cuidado de la salud (TNRS) que presentaron un aumento de 4.1% y por la producción de bienes y servicios del sector salud que mostró una variación de 2.2 por ciento.
La producción de bienes y servicios del sector salud en 2017 alcanzó un nivel de 859 mil 496 millones de pesos (a precios básicos). Al analizar la producción de este sector de acuerdo con el tipo de sector institucional (público o privado), se observa que el 54.6% lo generó el sector público, mientras que el sector privado contribuyó con el 45.4% restante.
Dentro del sector privado las actividades de servicios vinculados con la salud participaron con el 74% y la producción de bienes con el 26%; mientras que en el sector público la generación de servicios concentró en su totalidad el valor producido por el sector.
En 2017 la producción de bienes y servicios del sector salud (a precios básicos) se incrementó en términos reales 2.2% respecto al año que lo precedió.
Por tipo de bien y servicio, la producción de medicamentos, lentes y material de curación registró un aumento de 5.1%; la comercialización de bienes relacionados con la salud lo hizo en 4.4%; los servicios de atención ambulatoria (donde se agrupa, por ejemplo, la atención en consultorios médicos) en 2.6%; los denominados “otros bienes y servicios” 2.3%; los servicios de administración pública de la salud 0.9%, y en menor medida los servicios hospitalarios crecieron 0.2 por ciento.
El empleo en el sector salud, en el año que se reporta, se ubicó en 2 millones 147 mil 709 puestos de trabajo remunerados. Esto representó el 5% de los empleos registrados correspondientes al total de la economía. De los empleos generados por este sector el 90.6% correspondió a trabajadores que fueron contratados directamente por el empleador (o dependientes de la razón social) y 9.4% lo hicieron a través de un tercero (no dependientes de la razón social).
Las actividades que más puestos de trabajo generaron fueron los servicios hospitalarios donde se empleó al 27.7% y los servicios médicos de atención ambulatoria con 19.8 por ciento.
Les siguieron los denominados “otros bienes y servicios” (que agrupa actividades auxiliares, centros y residencias de salud, así como otros bienes y servicios de apoyo al sector) con 16.9% de los puestos de trabajo, y las instituciones de administración pública de la salud que dieron empleo al 10.5% del total de personas que laboraron en este sector.
Al revisar el empleo remunerado por tipo de régimen entre público o privado, se observó que en 2017 el primero ocupó al 51.7% del personal remunerado y el segundo al 48.3% restante.
Los hogares constituyen un importante actor para el sector salud, debido a su doble propósito, como consumidores finales de bienes y servicios para el cuidado de la salud y como proveedores de bienes y servicios para autoconsumo dentro y fuera del hogar.
En 2017, el gasto realizado directamente por los hogares para cubrir sus necesidades de salud ascendió a 513 mil 8 millones de pesos (sin contar el valor económico del trabajo no remunerado), lo que representó el 42.3% del gasto de consumo final de bienes y servicios relacionados con la salud .
Al considerar el trabajo no remunerado que los hogares destinan al cuidado de la salud (TNRS), se observó que éste fue equivalente a 328 mil 552 millones de pesos. Esto significa que en el año que se reporta, el gasto total que los hogares realizaron directamente y a través de su trabajo no remunerado cerró en 841 mil 560 millones de pesos.
Del consumo de bienes y servicios para el cuidado de la salud que realizan los hogares, el gasto en medicamentos y otros bienes concentró el 53%, seguido de las consultas médicas 16%, los bienes y servicios de apoyo (en los que se encuentran, por ejemplo, servicios de seguros médicos, de investigación y desarrollo; y bienes como desinfectantes y dentífricos) 15.5%, los servicios hospitalarios 11.1%, y el restante 4.4% se destinó a otros servicios asociados al cuidado de la salud.
Por el lado del trabajo no remunerado que destinan los hogares a la salud, fueron los cuidados que se realizan dentro del hogar los que concentraron el 72.6% del valor total generado por el TNRS, y están compuestos por los cuidados a enfermos crónicos o con alguna discapacidad física (o cuidados especializados), que fue equivalente al 49.6% del TNRS total, así como por los cuidados preventivos, y a enfermos temporales (o cuidados no especializados) con el 23.1 por ciento .
Por lo que se refiere a los cuidados de salud realizados fuera del hogar, el valor de la ayuda a otros hogares representó el 23% del valor del TNRS total, y el del trabajo voluntario en instituciones no lucrativas, el 4.4 por ciento.
Bajo este enfoque, si los hogares hubieran contratado durante el 2017 a una persona para cuidar a sus enfermos, de cada 100 pesos que erogarían para este fin, cerca de 50 pesos se destinarían para la atención de aquellos miembros del hogar que presentan alguna discapacidad o enfermedad crónica; 23 pesos para proveer asistencia en salud a los integrantes de manera preventiva o cuyo padecimiento es temporal (gripa, tos, dolor de cabeza, etc.), y los pesos restantes se destinarían como ayuda a otros hogares y/o trabajo voluntario en organizaciones sin fines de lucro relacionadas con la salud.
En términos del tiempo que los hogares destinaron a las actividades de cuidado de la salud, éste fue de 5 mil 352 millones de horas en 2017 (como se observa en el gráfico anterior), de las cuales el 69.1% lo realizaron dentro del hogar, y el tiempo remanente en apoyo a otros hogares o a organizaciones sin fines de lucro.
Dentro de los hogares, los cuidados a enfermos crónicos o con alguna discapacidad concentraron el 27.7% del tiempo que éstos asignaron a la salud; a los cuidados preventivos de la salud se destinó el 26% del tiempo total, y el resto se designó a los cuidados a enfermos temporales. Al revisar las horas totales de trabajo no remunerado en función de quién lo realiza, se observó que el 68.9% es aportado por las mujeres y el 31.1% por los hombres.
La actividad en la que más participan las mujeres es en el cuidado especializado de enfermedades y los hombres lo hacen como voluntarios en instituciones sin fines de lucro.
Durante 2017 la oferta total de bienes y servicios del sector salud se generó principalmente por la producción nacional de bienes y servicios con una aportación de 80.3%, seguida de las importaciones con 10.1% y el margen de comercio y distribución con 9.6 por ciento.
Por el lado de la utilización, el consumo privado concentró el 41.7% de la oferta total, el consumo de gobierno lo hizo con el 32.8%, la demanda de bienes y servicios para la producción (demanda intermedia) en 12%, a las exportaciones se destinó 11% y para la formación bruta de capital se utilizó el 2.5 por ciento.
La CSSSM considera los lineamientos internacionales del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) 2008 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Lo anterior con el objetivo de integrar y detallar el sector salud desde el punto de vista de la producción, oferta y la demanda de los bienes y servicios, generando indicadores económicos que contribuyan al análisis de los productos que directa o indirectamente participan en la prevención, recuperación y mantenimiento de la salud humana.
En este sentido, el estudio presenta la valoración económica del trabajo no remunerado de los hogares en el cuidado de la salud (TNRS) que se contabiliza de acuerdo con las recomendaciones metodológicas del SCN 2008. Tal consideración, permite ampliar la frontera de la producción como un reflejo de la utilidad de estos servicios para los integrantes del hogar.
El TNRS contempla el tiempo destinado, por los integrantes del hogar, a los cuidados de salud tanto preventivos, como a enfermos temporales o crónicos, así como a personas con discapacidad, del propio hogar y de otros hogares; además del trabajo voluntario efectuado a través de las instituciones no lucrativas que brindan servicios de salud.
Para el cálculo de la CSSSM se utilizó información proveniente de los Censos Económicos 2014; de las encuestas realizadas por el INEGI; así como de las Cuentas de Bienes y Servicios, las Cuentas por Sectores Institucionales, la Matriz Insumo-Producto y los Cuadros de Oferta y utilización del SCNM, además de los registros administrativos provenientes de diversas fuentes, entre otros.
La información de la cuenta satélite se presenta de acuerdo con el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN) 2013.
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