Rossi A. G.
· Siguen vigentes en la Universidad los ideales de la Compañía de Jesús; servicio de fe y promoción de la justicia
· La Iberoamericana mantendrá su compromiso de enfrentar los desafíos fundamentales de México: Rector
El papel de la Universidad Iberoamericana ha sido fundamental en el devenir histórico y social del país, se afianza en los valores y la visión de la Compañía de Jesús y se refrenda día con día a través de la vocación transformadora de la realidad, misma que agravia y desgarra a los desprotegidos, a los excluidos, a los marginados.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso, ‘el corazón del pensamiento’, un recinto de sabiduría y testigo hablante de la educación en nuestro país, fue sede de la clausura de las de las actividades por el 75 Aniversario de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, institución que refrendó su compromiso social.
Tras nueve meses de conferencias magistrales, actividades académicas, ciclos y coloquios, durante los cuales se mostró el quehacer educativo y humanista de la Universidad, y se dio fe de la promesa histórica de ser una entidad que transmite y genera conocimiento para incidir positivamente en favor de los desfavorecidos, culminaron los festejos por más de siete décadas de vida.
En el patio central del centenario Colegio, fundado en 1583 por la Compañía de Jesús, se dieron cita autoridades universitarias, tanto de la IBERO como de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), invitados especiales y miembros de la comunidad universitaria, con el fin de celebrar la misión transformadora de nuestra casa de estudios.
“La Universidad Iberoamericana no sólo es transmisora de conocimientos, sino también generadora de los mismos y responsable de su difusión en los sectores menos favorecidos”, expresó el Rector David Fernández Dávalos, quien ratificó “que se concibe a sí misma como un actor social que busca contribuir con el poder de la docencia, investigación, vinculación e innovación, a la transformación de nuestro país para hacerlo más humano, solidario, justo, productivo, incluyente y feliz”.
Frente a los bustos de Gabino Barrera y Justo Sierra, dos insignes promotores de la educación, el Mtro. Fernández Dávalos enfatizó que el papel de la Universidad es atender el llamado urgente para restañar, restituir y reconciliar desde la justicia, los agravios que sufre nuestra Patria, esos desgarres que nos motivan para salir de nuestra indiferencia y actuar en pro de los demás.
“En tres cuartos de siglo, la IBERO se ha comprometido con los episodios más fundamentales que retan al México moderno. Ese sigue siendo el principal desafío que encaramos en el mundo que nos ha tocado en suerte. Ésta es ocasión propicia para ratificar eso, pues, que nos mueve: nuestra identidad y nuestra misión”.
La mirada IBERO se dirige a las calles del ciudadano.
El Dr. Juan Carlos Henríquez, coordinador del Centro de Exploración y Pensamiento Crítico de la IBERO (CeX), afirmó que nuestra Universidad ha “querido entregar seis piezas a la ciudad, en las que ratifique su vocación de colaborar activamente en la construcción de un México más justo, más solidario, más fraterno”, a través de una mirada propia, la cual quiere mantenerse crítica, compasiva y propositiva, y que se reflejó en el proyecto ‘Irrupción y memoria’.
“Con estas seis piezas, nuestra Universidad refrenda el lugar adonde quiere dirigir su mirada y con ella la de la Compañía de Jesús; y esa mirada se dirige a las calles del ciudadano, y la acción que en esas calles se compromete la Universidad a emprender” y generar “horizontes imaginativos a la altura de la dignidad de las personas”.
El Padre José Francisco Magaña Aviña, provincial de la Compañía de Jesús en México, comentó que la IBERO “nació bien; nació como se debe, es decir, es el resultado de una historia anterior de inquietudes y búsquedas que con mucho amor y responsabilidad la hicieron surgir”, dentro de un contexto y con la intención de incidir con pertinencia en el mismo.
Señaló que la relación entre la IBERO y la UNAM se explica por el pensamiento libertario de ambas. Recordó que nuestra institución recibió el apoyo y resguardo de la máxima casa de estudios, por lo que no es casual que estuviera íntimamente ligada a una visión pluralista de pensamiento, en un contexto donde había voces que pugnaban por una educación estatal ideologizada.
“Firme en sus fundamentos, 75 años después la Universidad se ha mantenido fiel a su dinamismo inicial de búsqueda, apertura a la realidad y arrojo para intervenir en ella. Así la IBERO se ha convertido en una gran universidad, relevante en la vida del país, abierta a muchas disciplinas. Fiel a su origen, también es fiel a su fin, que es el de la Compañía de Jesús, expresado como el servicio de la fe y la promoción de la justicia”.
El Dr. Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la UNAM y representante del rector Enrique Graue para este evento, apuntó que a ambas instituciones las hermana un espíritu que busca elaborar tendencias nuevas que promuevan la libertad; además, de combatir la mecanización de la sociedad, el “mero ánimo de ganancia y materialismo”, a través del humanismo.
La coordinadora de los festejos del 75 Aniversario, Mtra. Patricia Gutiérrez Franklin, recalcó que en el “corazón de la vida intelectual del país, el núcleo del pensamiento”, hace más de 400 años, la Compañía de Jesús cimentó en este recinto un Colegio que con los años guiaría a cientos de jóvenes por el camino de las humanidades, la procuración del otro, el prójimo, y la exploración del mundo a través de la invención de disciplinas”.
Agregó: “Un aniversario sirve como marco para detenerse a observar, a escuchar, a revalorar y reconocer el trabajo de una comunidad universitaria comprometida con la sociedad y su entorno. A 75 años de la fundación de la Universidad Iberoamericana, volteamos con mirada crítica a la sociedad civil buscando incidir positivamente como egresados, profesionistas y trabajadores, desde adentro hacia afuera de los muros”.
A la Ceremonia de Clausura también asistieron el exrector de la IBERO, Enrique González Torres; Bertha Cea Echenique, directora del Antiguo Colegio de San Ildefonso; y Jesús González Schmal, autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México; así como directivos, coordinadores y miembros de la comunidad universitaria. El rector de la UNAM, Dr. Enrique Graue, dio la bienvenida al Mtro. David Fernández Dávalos.
Nueve meses de magnas actividades
De marzo a noviembre de este año, se llevaron a cabo 15 magnos eventos organizados por diferentes entidades académicas y directivas de la IBERO, que estuvieron divididas a su vez en conferencias magistrales, actividades académicas, ciclos, coloquios e intervenciones artísticas.
Destacaron la Conferencia Global sobre Cooperación Académica ‘Las universidades jesuitas: hacia la transformación del mundo’, un encuentro de pensadores de alto nivel para revisar el papel de estas instituciones en favor del avance de nuestras comunidades; las actividades por los 50 Años del Movimiento Estudiantil de 1968, del cual la IBERO fue integrante del Comité Interuniversitario.
El proyecto ‘Irrupción y Memoria’ constó de seis piezas artísticas: un textil, ‘Patria desgarrada’; una danza performance, ‘La Patria es un fantasma’; la serie de grabados ‘Desaparecidos’, realizados por el Grupo SUMA; la instalación escénica ‘Salón Juárez’; la video-instalación ‘Estadio Azteca: proeza maleable’; y el arte de la conversación, con el coloquio ‘Piedras vivas de la nación’.
También se celebraron el 20 Aniversario del Programa de Derechos Humanos de la IBERO y el 25 Aniversario del foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita; la exposición por los 50 años del Ideario de nuestra universidad y diversos montajes artísticas en la Galería Andrea Pozzo sobre el papel de los jesuitas en la educación.
Mención aparte fue la participación de dos candidatos presidenciales y los aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México a nuestras instalaciones; y la presentación de un documento con los nueve ejes que la IBERO considera primordiales para resolver los grandes problema que aquejan a nuestro país.
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