Cuidado del planeta, nueva fase de las relaciones internacionales: Jesuita

Rossi A. G. 

· AL enfrenta nuevos desafíos al medio ambiente, democracia y seguridad: Dr. Matthew Carnes, académico de Georgetown

· Universidades jesuitas deben centrarse en acompañar a los excluidos

Al ser el medio ambiente un tema que sobrepasa fronteras, y sus problemas no ser de un solo país, sino compartidos por el mundo, el cuidado del planeta es una nueva fase las relaciones internacionales, por lo que hoy en día se tiene que, “pensar en las relaciones internacionales que pueden proteger a nuestro medio ambiente”, dijo el Dr. Matthew Carnes, S. J., académico de la Universidad de Georgetown.

Así lo expresó Carnes, director de la Escuela de Estudios Latinoamericanos del Departamento de Gobierno y Escuela de Servicio Exterior Edmund A. Walsh de la Universidad de Georgetown, durante el relanzamiento del convenio de colaboración entre esta institución jesuita y la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, también confiada a la Compañía de Jesús.

Colaborar en el cuidado de la Casa Común (el planeta Tierra) es la última de las Preferencias Apostólicas Universales para los jesuitas, que mencionó el Padre Matthew en el relanzamiento del convenio, y que destacó, también ha sido una prioridad del Papa Francisco. En tanto que en Georgetown han iniciado un nuevo programa, llamado ‘Ciencia, tecnología y el desarrollo en las relaciones internacionales’, con el fin de entender cómo es que la ciencia, la tecnología y el medio ambiente figuran en las relaciones internacionales.

Brevemente, el Dr. Carnes mencionó y explicó las otras Preferencias Apostólicas, que resuenan en lo que están haciendo actualmente las universidades jesuitas, y que son:

A. Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento. Consiste en buscar cómo ayudar a nuestras sociedades y a nuestros pueblos a tomar decisiones, que sean inclusivas y que puedan ayudar al desarrollo y a transformar nuestras sociedades.

B. Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia. Es acompañar a los excluidos y a los marginados, a la gente que por alguna razón se encuentra fuera de las oportunidades de la sociedad; por ejemplo, los refugiados, los migrantes, los desplazados económicos, los que sufren falta de seguridad y los que sufren discriminación. Con ellos las universidades jesuitas, como la IBERO y Georgetown, se comprometen a estar a su lado, a acompañarlos en solidaridad, desde las relaciones internacionales.

C. Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador. Porque muchas veces viendo los problemas de nuestro mundo los jóvenes se quedan sin muchas expectativas y sin mucha esperanza, y se quedan con bastantes dudas y bastante escepticismo. Por eso las universidades jesuitas tienen que ayudar a sus sociedades a encontrar en sus jóvenes más esperanza y un compromiso con lo y los mencionados.

Sobre la IBERO y Georgetown, el Dr. Matthew Carnes dijo que ambas instituciones jesuitas tienen una historia compartida (que se remonta a hace 30 años), y que hoy viven un momento clave en que en la región de América Latina hay nuevas amenazas y nuevos desafíos, al medio ambiente, a la democracia y a la seguridad; y “nosotros tenemos los recursos dentro de nuestras universidades para intentar enfrentar esos problemas”.

Y es que, resaltó, “la educación jesuita es algo que no se hace solamente en el aire, sino siempre en lugares concretos”, como en Washington D.C (donde se ubica Georgetown), “ese el lugar donde se toman muchas decisiones o a veces ponen los frenos a las decisiones”; y la Ciudad de México, “esta ciudad tan dinámica en la que nos encontramos”; ambas urbes, sedes del poder en Estados Unidos y en México.

 

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