Aristegui Noticias 

El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los mexicanos que le tengan “paciencia” y “confianza” porque “nos están entregando un país en quiebra”.

Sobre todo, indicó, en lo que tiene que ver con la industria petrolera y con la industria eléctrica, pero confió en que, junto con trabajadores de Pemex y CFE, “vamos a sacar adelante estas dos grandes industrias del pueblo de México”.

Adelantó que el plan es que a mitad de sexenio “vamos a bajar los precios de los combustibles”. Estos, por ahora, subirán de acuerdo con la inflación, pero no habrá más aumentos.

Ante más de 100 mil personas congregadas en el Zócalo capitalino, reiteró sus principales promesas de campaña y las primeras acciones de su gobierno que resumió en cien compromisos. Destacó la construcción del Tren Maya y la operación en tren años de la terminal de pasajeros de la base aérea de Santa Lucía.

“No me dejen solo”

“Andrés, amigo, el pueblo está contigo”, coreó el público tras la entrega del bastón de mando y un ritual de purificación.

Aunque la “boda” apenas se concretó hoy, López Obrador anticipó que no habrá ruptura con los más de 30 millones de mexicanos que lo llevaron al poder.

“No habrá divorcio entre pueblo y gobierno. Les necesito… porque como decía el presidente Juárez: con el pueblo todo, sin el pueblo nada… No me dejen solo porque sin ustedes no valgo nada o casi nada, yo ya no me pertenezco, yo soy de ustedes, soy del pueblo de México”, se entregó a la multitud.

Y a su mente vienen ya los informes que tendrá que rendir cada año.

“Cada año voy a rendir un informe en el Congreso, voy a ir personalmente, no lo voy a mandar, para dialogar con todas las fuerzas políticas del Congreso, pero también aquí va a haber un informe cada año en el Zócalo”, reveló.

En esta ocasión, para su segundo discurso del día, a la plaza de la Constitución llegaron personas de diferentes estados del país. Hay quienes vienen en silla de ruedas o arrastrando sus andaderas. Desde niños con sus madres, hasta jóvenes con sus abuelos.

Para todos ellos, el primer compromiso que hizo fue el de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México”.

Acotó en una frase: “Lo que buscamos es la purificación de la vida pública de México”.

Corrupción, sin derecho a fianza

Combatir la corrupción se volvió tema recurrente en su discurso.

“Vamos a liberar muchos fondos del presupuesto porque se va a acabar la corrupción y ya no van a haber lujos en el gobierno”, aseguró.

“Estará prohibido, y se convertirá en delito grave sin derecho a fianza, la corrupción”, anotó.

En ese sentido, dijo que “no habrá amiguismo, nepotismo, influyentismo, ninguna de esas lacras de la política”.

Además, advirtió que los funcionarios no podrán convivir con contratistas, con proveedores de gobierno o con inversionistas vinculados a la función pública.