Por Hipólito   Contreras

Una zona de tolerancia para Puebla capital es necesaria, se cuidaría tanto al cliente como a la prostituta, evitaría la corrupción, habría  un marco legislativo adecuado,  la petición  la vamos a presentar a la presidenta municipal  Claudia Rivera Vivanco, afirmó María de Lourdes Hernández Castillo, representante legal de la asociación de prostitutas del Centro Histórico.

La prostituta, dijo, tiene la libertad de hacer ese  trabajo, es su cuerpo, lo que se sanciona es ejercerla, pero esto está sucediendo constantemente, si la comuna se preocupa  y ocupa de hacer  los estudios adecuados y crear una zona de tolerancia tendría más control de    las prostitutas y clientes, todo tenerlo en una zona de tolerancia.

Muchas compañeras desaparecen, señaló,  se suben a los carros, ya no regresan, se tiene a dos  mujeres que desde hace 17 años desaparecieron.

Denunció que cuando hay operativos las levantan  y las ofenden, les dicen que no valen nada, antes  nos pedían dinero, buscamos una zona de tolerancia  para proteger a las mujeres, ya son varias golpeadas.

Comentó que  la zona norte sería  buena  para una  zona de tolerancia, ya no estarían en el centro.

Informó que le plantearán a la presidenta  municipal Claudia  Rivera la petición de la zona de tolerancia, así como apoyo a las compañeras, sobre todo las que son mayores, necesitamos apoyo jurídico, psicológico, de  Salubridad.

Destacó que las necesidades de las familias superan sus  bajos salarios,  “las cartas de recomendación que no tenemos, nuestra casi nula  preparación académica, la edad, son factores  nada halagadores para cambiar de oficio, ya que el estigma de haber ejercido la prostitución nos obliga a servir como esclavas”.

Nos  gustaría tener programas de alfabetización, expresó, hacemos nuestras  las palabras de la presidenta  municipal, en una entrevista Puebla  no ha implementado el Código  civil y penal del estado, no están actualizados, lo que impide que cualquier persona  pueda tener acceso de disfrute de sus derechos, esta situación es la que nos ha llevado a la dinámica de violencia, es un problema estructural, notamos una brecha muy amplia, no hay equilibrio de participación para todas las mujeres.