Rosi A. G. 

La inflación de la vivienda abrió en enero de 2019 en 1.97 por ciento, mientras que al cierre de noviembre se encontraba en 1.78 por ciento.

Aunque fue un ligero descenso, en la segunda quincena de abril alcanzó su máximo al situarse en 3.33 por ciento.

“La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado”, explica el Banco de México (Banxico), en su portal.

“Este indicador ha mostrado un proceso de convergencia al objetivo simétrico de Banxico, actualmente se encuentra en la banda objetivo”, señaló Leonardo González, analista de Real Estate en Propiedades.com.

La inflación general también presentó un descenso, aunque fue mayor. A principio de año se encontraba en 4.52 por ciento, mientras que en la segunda quincena de noviembre se situó en 2.85 por ciento.

Leonardo González indicó que la tasa de inflación sigue siendo el parámetro de referencia para la actualización de las rentas o nuevos contratos de alquiler.

Destacó que, además, la plusvalía ha crecido por encima de la inflación, por lo que ha existido un balance positivo en el valor de la vivienda del país.

Por ciudad, la inflación general de la canasta básica también presentó un descenso. En la Ciudad de México, en enero se encontraba en 5.04 por ciento, mientras que en Monterrey y Guadalajara fue de 4.48 por ciento y 3.94 por ciento, respectivamente.

Para la segunda quincena de noviembre este indicador cerró en 3.01 por ciento, en Ciudad de México, 2.91 por ciento en Monterrey y 3.49 por ciento en Guadalajara.

“Al contratar una hipoteca, la canasta de consumo de las personas está anclada al gasto en servicios de vivienda, y así también la pérdida de poder adquisitivo por lento ajuste de ingresos nominales o encarecimiento de los bienes y servicios de cada hogar.