Carlos Javier Jarquín

Cada quien es artista para decorar su legado, todos deberíamos trabajar con muchísima cautela para que la historia nunca nos olvide, realmente ser arquitecto de tu propio legado será insigne inspiración de tus descendientes. La historia recuerda a dos clases de personas; a una la recuerda con gran tono de belleza y otras con gran acento de tristeza. ¿Estás trabajando para dejar huella en la historia?, ¿Cómo deseas ser recordado?, o simplemente estás viviendo sin cumplir la misión que el universo te ha concedido, haz nacido para un objetivo singular y es hora que descubras ese objetivo, si es que aún no lo has hecho.

Existen incontables personas que han pasado a la historia, por accidentes dignos de recordarlos, otros sin planificarlos lograron a obtener un lugar especial en la memoria de la historia; son infinidades las formas que existen para dejar tatuado mayúsculamente nuestros nombres y apellidos, en lo más memorable de la sociedad. Hagamos gloria con nuestro presente no derrochemos el tiempo en lo innecesario, trabajemos con magnificencia e inteligencia para dejar recuerdos de perenne fragancia. Mientras tengas respiración eres candidato para convertirte en héroe de tu país o del mundo.

¿Quién fue Vincenzo Peruggia?

Vincenzo Peruggia, (ex empleado del Museo del Louvre) fue un hombre que diseñó con verdadero arte para ser recordado en la historia mundial, no de la mejor manera pero logró su objetivo con eminente éxito. Fue un “ladrón de arte”, carpintero y decorador inmigrante (nacido en 1881 en Dumenza, un pequeño pueblo de Italia, no existe fecha exacta de su muerte, se cree que murió en 1925 o 1947). Este genio ladrón la historia jamás lo olvidará siempre lo vivirá recordando especialmente en el mes de agosto, lo que hizo es de absoluto asombro, e inspiró a todos los artistas de su época y aún sigue provocando inefable fama internacional.

La Mona Lisa, obra del milenio

La Gioconda o La Mona Lisa es una obra pictórica del polímata renacentista italiano Leonardo da Vinci (1452-1519) se halla expuesta en el Museo del Louvre de París. Esta pintura, es la obra del milenio, en su angelical y leve sonrisa, cualquiera puede inspirarse sin necesidad de ser artista, en su mirada tan sutil y delicada se puede percibir, ilimitada elegancia paradisíaca, “unos labios finos que se alinean en una sonrisa… imposible de describir. Si no fuera porque es un cuadro. La Gioconda no tendría nada”.

El robo de Molina Lisa

Vincenzo, decidió quedar en la historia de forma única e increíble. El lunes 21 de agosto 1911 llegó al Museo del Louvre a las 7 de la mañana, vestido con un blusón de trabajo blanco como los utilizados por el personal de mantenimiento del museo, descolgó el cuadro y a continuación, en la escalera Visconti, separó la tabla de su marco, abandonando este último. A continuación salió del museo con el cuadro escondido bajo su ropa, que colocó posteriormente en una valija.

“El martes 22 de agosto de 1911 gracias a la visita del pintor Louis Béroud (Francia, 1852-1930) al Louvre, entró al Salón Carré, con el objetivo de ver a la Mona Lisa, lugar donde estaba desde hacía cinco años”, al no verla le preguntó a los empleados y desde entonces se inició a buscar a la pintura más célebre del planeta… “La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo, tras la captura de Peruggia”, gracias a este robo esta pintura se convirtió en la obra más prestigiosa de todos los tiempos.

Patriótico ladrón

Vincenzo Peruggia, fue ladrón de arte con excelso arte, su acción penosa lo convirtió en inmortal, lo más importante es que se recuperó esta fantástica obra universal. “Perugia fue encarcelado en Florencia, pero tal la devoción de los italianos por el patriótico ladrón que por las noches sobornaban al guardia para poder sacarse una foto con el héroe. Peruggia una y otra vez sostuvo que el robo había sido por razones patrióticas”. Los tribunales de justicia lo condenaron a un año y quince días de prisión que luego redujeron a siete meses y nueve días.