Abogados Cristianos emprende acciones legales por performance blasfemo durante la marcha LGBT en CDMX

Staff/RG

Presenta una queja ante la CONAPRED contra el director y los participantes del performance “cónclave”, realizado durante la marcha LGBT del 28 de junio en Ciudad de México, por atentar contra la libertad religiosa.

Durante el acto se caricaturizaron figuras sagradas de la Iglesia Católica de forma obscena y sexualizada, lo que la organización considera una incitación al odio y una grave discriminación contra los creyentes.

El director jurídico de la AAC, Carlos Ramírez, dice que “Una sociedad libre no puede tolerar que se utilice el arte como excusa para humillar a millones de católicos, y que los responsables deben rendir cuentas ante la ley”.

La Asociación de Abogados Cristianos presenta acciones legales en contra del director y de los participantes del performance conocido públicamente como “cónclave”, escenificado el pasado sábado 28 de junio durante la marcha del orgullo LGBT celebrada en la Ciudad de México.

Según ha denunciado la organización jurídica, el acto constituye una grave ofensa a la comunidad católica en México, al representarse de forma obscena, sexualizada y burlona figuras y personajes religiosos de profundo significado sagrado.

Las escenas del performance, ampliamente difundidas en redes sociales y medios digitales, muestran una parodia del cónclave papal, introduciendo componentes sexuales, gestos ofensivos y caracterizaciones blasfemas que ridiculizan la liturgia y los símbolos más respetados por millones de creyentes.

La organización de juristas considera que este tipo de representaciones no solo son irrespetuosas, sino que incitan al odio religioso, fomentan la discriminación y vulneran el derecho a la libertad religiosa protegido por la Constitución mexicana y tratados internacionales.

El director jurídico de la AAC, Carlos Ramírez, afirma que: “La libertad de expresión no puede convertirse en licencia para insultar, denigrar y perseguir a millones de católicos. Lo que vimos en este performance no es arte, es una incitación abierta al odio religioso. Y la ley debe actuar para frenar este tipo de abusos.”