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Maria Bernadete Pacífico, líder del Quilombo Pitanga dos Palmares, yalorixá y ex secretaria de Promoción de la Igualdad Racial de la ciudad de Simões Filho (Bahía), fue asesinada en la noche del jueves (17). Al parecer, delincuentes invadieron la comunidad, tomaron como rehenes a los miembros de la familia y mataron a tiros a Bernadete. Su hijo, Flávio Gabriel Pacífico dos Santos, más conocido como Binho do Quilombo, también había sido asesinado casi seis años atrás, el 19 de septiembre de 2017. El gobernador de Bahía, Jerônimo Rodrigues, ha ordenado firmeza a las policías militar y civil en la investigación.

Quilombo es el nombre dado a espacios y comunidades creados por poblaciones que surgieron de situaciones de resistencia territorial, social y cultural en Brasil. Se establecieron en la época colonial, con negros esclavizados que huían en busca de libertad y se organizaban en comunidades autónomas.

Para Denildo Rodrigues, miembro de la Coordinación Nacional por la Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq), Bernadete fue asesinada por el mismo grupo responsable de la ejecución de Binho. “Ella sabía y la justicia sabía que quien mandó matar a Binho estaba allí, cerca de la comunidad. Pero nunca se hizo nada y ella nunca se calló. Ahora la han silenciado. Muy triste para nosotros”, lamentó Denildo.

Según él, los líderes de las comunidades quilombolas y terreiros de la ciudad son constantemente amenazados por grupos vinculados a la especulación inmobiliaria, interesados en ocupar los territorios. El municipio está en la región metropolitana de Salvador, capital identificada por el Censo como la de mayor población quilombola del país. Hay casi 16 mil quilombolas y cinco quilombos registrados oficialmente.

En un comunicado divulgado en la noche del jueves, la Conaq exige que el Estado brasileño tome medidas inmediatas para proteger a los líderes del Quilombo Pitanga de Palmares. “La familia Conaq está profundamente entristecida por la pérdida de una mujer tan sabia y verdadera líder. Su partida prematura es una pérdida irreparable no sólo para la comunidad quilombola, sino para todo el movimiento de derechos humanos”, subrayó la organización.

“Es deber del Estado garantizar que haya una investigación rápida y eficaz y que los responsables de los crímenes que han victimado a los líderes de este Quilombo rindan cuentas debidamente. Es crucial que se haga justicia, que se conozca la verdad y que se castigue a los autores. Queremos justicia para honrar la memoria de la líder que perdimos, pero también para poder decir que, en Brasil, no se tolerarán los actos de violencia contra los quilombolas.”

Una delegación encabezada por los ministerios de Igualdad Racial, Justicia y Derechos Humanos será enviada este viernes (18) para llevar a cabo reuniones presenciales con organismos del estado de Bahía y prestar asistencia a las víctimas y sus familiares, de modo que se garantice la protección y la defensa del territorio. El Ministerio de Igualdad Racial convocará una reunión extraordinaria del grupo de trabajo de lucha contra el racismo religioso.

El Quilombo Pitanga dos Palmares está formado por cerca de 289 familias y abarca 854,2 hectáreas, reconocidas en 2017 por el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra).

Un estudio de la Red de Observatorios de Seguridad, realizado con el apoyo de los departamentos locales de seguridad pública y publicado en junio de este año, ya señalaba a Bahía como el segundo estado de Brasil con más incidentes de violencia contra pueblos y comunidades tradicionales. Solo por detrás de Pará, Bahía registró 428 víctimas de violencia entre 2017 y 2022.