Francisco de Roux y la difícil misión de ser un constructor de paz

Staff/RG

  • Hablar de paz es meterse a escenarios o lugares donde se tocan los límites de la existencia humana
  • No es un camino sencillo, pues está lleno de obstáculos inimaginables capaces de quebrar cualquier voluntad

Al hablar de la construcción de la paz se podría llegar a imaginar soluciones rápidas y sencillas, sin embargo, la realidad que se enfrenta es totalmente distinta, pues los verdaderos creadores de la paz luchan cada día para lograr un pequeño avance en su proyecto de vida, el cual es conseguir tranquilidad, conciliación y serenidad en el mundo.

En el marco de la Ceremonia de investidura del Doctorado Honoris Causa del sacerdote Francisco José de Roux Rengifo, S. J. le preguntamos al Dr. Sergio Molano Romero, coordinador de la Especialidad en Educación y Construcción de Paz en la Universidad Iberoamericana, cuáles son los retos a los que estos activistas se enfrentan.

¿Por qué la IBERO considera importante una especialidad en construcción de paz?

“Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en el país es la inseguridad, desde robos, asaltos, secuestros, asesinatos, injusticias, etc. Por lo que en la IBERO nos tomamos muy en serio esta búsqueda de un mundo más tranquilo y lleno de prosperidad”. Acerca del objetivo de impartir esta materia, el doctor Molano Romero comentó que “en la Universidad buscamos a todas aquellas personas que tengan una inquietud, interés o experiencia en la construcción de paz, esto, con la intención de enseñarles metodologías que los hagan aplicarlo en diversos escenarios, desde el ámbito privado, personal, familiar, comunitario, económico o político”.

El académico destacó que un tema importante fue el diseño del programa, ya que su realización consistió en juntar a varias personas que se dedican a la construcción de paz y cuestionarles sobre cuál había sido su impresión acerca de la especialidad que se impartirá en la IBERO, y señalaron que encontraron aquí dos cosas que no habían visto en ningún otro lugar. La primera: “la especialidad es profesionalizante” ¿A qué se refiere con esto? A que se busca que las personas desarrollen proyectos de construcción de paz o que aquellas que ya se dedican a ello pero que no tienen una formación universitaria o profesional, precisamente se profesionalicen.

La segunda tiene que ver con la siguiente situación, “al hablar de paz no se refiere al escenario rosa donde todos nos agarramos de las manos, hablar de paz es meterse a escenarios o lugares donde se tocan los límites de la existencia humana, por lo que en la IBERO se enseñará a lidiar con esos percances que podrían llegar a suceder. Aquellos que se dedican a la construcción de paz viven un desgaste personal fuerte, por lo que a nosotros nos pareció muy importante el cuidar a la persona que se dedica a la construcción de paz, y eso no aparece en ningún programa en el mundo”, destacó el Dr. Sergio Molano.

Agregó que a los constructores de paz se les debe brindar cuidado físico y emocional para que los problemas o conflictos a los que se enfrenten no les afecten de manera personal. Indicó que existe un desgaste denominado burn out, el cual también afecta a distintos profesionales, desde docentes de primaria hasta peronas dedicadas a la medicina y todo tipo de profesionistas alrededor del mundo. “A esto podríamos catalogarlo como deshumanización, perder la brújula de que estoy trabajando con personas y para personas, entonces el tema de la salud mental también es un tema muy importante”, manifestó el responsable de la especialidad.

¿Cualquier persona puede dedicarse a construir paz?

El Coordinador de la Especialidad en Educación y Construcción de Paz consideró que a todas y todos los habitantes del planeta debería importarles vivir en una sociedad en paz, sin embargo reconoció que eso sería un poco utópico, por lo que aconsejó que quienes buscan aportar al tema de la paz lo hagan desde su profesión.

Por ejemplo, si un estudiante de economía entró a dicha carrera para hacerse millonario, está bien, pero ¿qué tal si aparte de hacerse millonario también aporta a la paz?, señaló. “A lo que quiero llegar es que a través de mi profesión puedo ayudar a la construcción de paz”.

Entonces ¿La construcción de paz es para todo mundo?

“No sé si sea para todo mundo, pero tendría que ser responsabilidad de todos y cada uno de nosotros”, comentó el académico. Añadió que la Especialidad en Educación y Construcción de Paz está enfocada en formar generaciones que aprecien valores que estén asociados a una cultura de paz, tolerancia, equidad, diálogo y empatía, para así tener estos valores como propios.

¿Por qué México necesita aprender de historias como la del sacerdote Francisco José de Roux Rengifo, S. J., impulsor de la paz en Colombia, y quien recibió el Doctorado Honoris Causa por parte del Sistema Universitario Jesuita?

La investidura como Doctor Honoris Causa del Dr. Francisco José de Roux Rengifo se dio precisamente a un año del asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, quienes trataban de defender a un guía turístico en la plaza del pueblo de Cerocahui, en el estado de Chihuahua. Al respecto, el Dr. Molano Romero, consideró que líderes como De Roux son necesarios para logar una construcción de paz continua.

“Claro que necesitamos más gente que tenga este liderazgo y visión, pero hay algo curioso con el sacerdote Francisco José de Roux, pues por lo que he visto él tiene el pensamiento de la paz imperfecta, incluso tiene un texto en el que detalla más al respecto”, indicó el académico.

Por ejemplo, menciona que no hay día en el cual las personas no tengamos un conflicto en la vida, por lo que se propone irlos resolviendo poco a poco, “sin necesidad de entrar en un problema mayor”, entonces da la posibilidad de ir disminuyendo estos percances de manera más pacífica.

“En México los estudios para la paz son relativamente nuevos, no hemos encontrado la ‘fórmula’ para llegar a ello”, sentenció el especialista.

Señaló que los métodos alternativos para la construcción de paz y resolución de conflictos están cobrando mucha fuerza para lograr una estabilidad social, sin embargo, confesó que todavía hay mucho camino por recorrer.

Recordó que en México existen más de 300 mil personas desaparecidas y que hasta el momento no parece que la situación se vaya a resolver con los métodos que se usan actualmente.

“No podemos con un sistema judicial resolver caso por caso, es algo muy complicado” y resaltó que en Colombia optaron por resolver estos casos de manera distinta.

“Colombia hizo algo muy interesante a partir de estos métodos alternativos, no mandan a juicio cada uno de los casos, sino que hacen juicios mayores para resolver muchos casos al mismo tiempo” y remarcó que la impartición de justicia es un factor sustancial para la construcción de la paz.

¿Qué representa la entrega de este Doctorado Honoris Causa para la comunidad IBERO?

El Dr. Sergio Molano destacó que no hay reconocimiento más importante que la investidura del Doctorado Honoris Causa que la Universidad pueda otorgar.

Cuando la IBERO decide dar un Honoris Causa se debe a que la persona elegida ha contribuido a la construcción de paz, lo que quiere decir que ha dedicado gran parte de su vida y esfuerzos en ayudar a que las cosas mejoren en la sociedad.

El Honoris Causa se entrega debido a la función, a la historia y a la filosofía del constructor de paz, en este caso del padre Francisco José. “También hay que considerar que él preside un Organismo, ha marcado una pauta de cómo podemos resolver los problemas de violencia en diversos a países a partir de la construcción histórica, entre otras cosas”, señaló el responsable de la Especialidad en Educación y Construcción de Paz.

De igual manera la ceremonia significa darle peso, visibilidad e importancia, no sólo a la violencia y la resolución de pleitos, sino también a la construcción de paz a partir de diversas profesiones, como el padre, que cuenta con formación en filosofía y economía.

“El señalamiento es tal cual, la paz nos importa, estamos interesados en la construcción de paz y es un tema que tiene que estar emergiendo y tiene que sustentar un poco en la vida de las universidades, en este caso de la IBERO”, declaró Romero.

“Nadie quiere vivir en un sistema violento ni en una guerra, y por supuesto, nadie quiere que su familia sea asesinada o desaparecida, nadie quiere nada de eso”, aseguró.

¿Cómo seguir el camino de la construcción de la paz, impulsado por la comunidad jesuita, luego de lamentables sucesos como el asesinato de dos sacerdotes ocurrido en Cerocahui, Chihuhua, en 2022?

“Ser un constructor de paz no es un camino sencillo, pues está lleno de obstáculos inimaginables capaces de quebrar cualquier voluntad, por ello, casos como los perpetrados en Chihuahua son temas que suelen desanimar a aquellos que buscan dedicar su vida a la resolución de conflictos.”

El especialista sostuvo que la paz no es un estado al que se llega de manera sencilla, no es como si un día una persona despertara y ya todo estuviera en paz, esa no es la idea, la paz es todo un proceso que requiere paciencia y dedicación. De igual forma, advirtió que ser un constructor de paz no asegura que los conflictos se vayan a resolver de manera pacífica, siempre habrá obstáculos que se podrán resolver y otros que no.

Recomendó tener una gran paciencia y dedicación para que los problemas a los que se enfrenten no sean tan “dañinos” para su salud física ni mental, pues aseguró que son dos cosas que se pueden desgastar de manera sencilla, más con los desastres que vivimos día con día.

“Es un camino que nos debería permitir construir relaciones personales más cercanas, comunitarias, globales, más justas, equitativas y esa no es una tarea de un día, incluso podría no resolverse, es un camino largo y que se debe recorrer frecuentemente”, concluyó el Dr. Molano.

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