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México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, pero también enfrenta grandes desafíos en términos de cuidado del medio ambiente. En este sentido, es fundamental fomentar una cultura del reciclaje y de sostenibilidad desde temprana edad. 

“Incentivar la cultura del reciclaje y el cuidado del medio ambiente desde la infancia es fundamental para crear una sociedad más sostenible y consciente. Es importante enseñar a los niños a separar los residuos, fomentar la reutilización de objetos, promover el consumo responsable, participar en actividades de voluntariado y fomentar la educación ambiental en las escuelas”, explica Julio Álvarez, CEO y fundador de Grupo PROMESA, empresa social que se dedica a la educación ambiental y el reciclaje en escuelas, empresas y viviendas.

Añade que Grupo PROMESA cuenta con programas de educación ambiental para el desarrollo sostenible, que busca transformar la cultura ambiental en las comunidades escolares. “Si todos trabajamos juntos, podemos hacer una diferencia significativa en la protección del medio ambiente en México y en el mundo”.

Estos programas permiten que las instituciones educativas se transformen en comunidades autosustentables en donde todos pueden participar, desde alumnos, hasta autoridades escolares y padres de familia. Mediante talleres y capacitaciones se imparten temas como reciclaje y el cuidado del medio ambiente. 

En el marco del Día del Niño, que se conmemora cada 30 de abril, Grupo PROMESA señala cinco prácticas básicas para incentivar la cultura del reciclaje y el cuidado del medio ambiente en niñas y niños:

• Enseñar a separar los residuos desde temprana edad

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en México se recicla menos del 12 % de los residuos generados. Desde muy pequeños, los niños pueden aprender a separar los residuos en diferentes categorías, como papel, plástico, vidrio y orgánico. Para ello, es importante contar con contenedores de reciclaje en casa y en las escuelas; sobre todo, que todos los miembros de la familia se unan a este tipo de prácticas de manera consciente.

• Fomentar la reutilización de objetos

Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), México genera 42 millones de toneladas de residuos sólidos al año, de los cuales el 57 % son materiales reciclables y/o reutilizables. En ese sentido, otra forma de reducir la cantidad de residuos es fomentando la reutilización de objetos en buen estado. Las niñas y los niños pueden aprender a darle una segunda vida a objetos como envases, botellas, juguetes y ropa, incluso privilegiando modelos de economía circular.

• Promover el consumo responsable

El consumo responsable implica elegir productos y servicios que sean amigables con el medio ambiente y que generen la menor cantidad de residuos posible.  Niñas y niños deben aprender a identificar productos con certificaciones ambientales, a comprar productos a granel y a evitar el uso de productos desechables como platos y cubiertos de plástico. Incluso, tal vez a desarrollar hábitos del tipo zero waste.

• Participar en actividades de voluntariado

“Las niñas y niños pueden aprender mucho sobre el cuidado del medio ambiente a través de actividades de voluntariado, como la limpieza de playas, parques y ríos, o con la reforestación de bosques locales. Estas actividades les permiten tomar conciencia de la cantidad de residuos que se generan y de la importancia de mantener limpios los espacios públicos, así como de la relevancia del trabajo colaborativo de una sociedad para salir adelante”, agrega el CEO y fundador de Grupo PROMESA.

• Fomentar la educación ambiental en las escuelas

Las escuelas desempeñan un papel fundamental en la formación de hábitos sostenibles en los niños. Es importante que se incluya la educación ambiental en los planes de estudio y que se promueva la participación de los estudiantes en actividades relacionadas con el cuidado del medio ambiente. Asimismo, que las instituciones educativas en el país se acerquen a empresas especializadas para implementar adecuadamente estrategias de largo plazo para la solidificación de hábitos en los más pequeños.