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Las obras de construcción del segundo puente entre Brasil y Paraguay, llamado Puente de la Integración, deben concluirse en noviembre de este año. Los presidentes de ambos países, Jair Bolsonaro y Mário Abdo Benítez, visitaron el miércoles (31) el emprendimiento en la ciudad brasileña de Foz de Yguazú. Benítez hizo el cruce caminando por el puente nuevo desde el municipio de Presidente Franco.

En una alianza entre Itaipú Binacional, compañía perteneciente a Brasil y Paraguay, y el gobierno del estado de Paraná, la obra comenzó en 2019. Toda la inversión, alrededor de R$ 463 millones, está siendo financiada por la energética, considerando obras estructurales, expropiaciones y la construcción de una vía en el lado brasileño que conectará el puente a la carretera BR-277, en Foz de Yguazú. Las construcciones están a cargo del Departamento de Carreteras de Paraná (DER-PR).

El puente tendrá una longitud de 760 metros y un vano central de 470 metros, el más grande de América Latina. Habrá dos carriles simples de 3,6 metros de ancho, tres metros de arcén y 1,7 metros de acera en los laterales.

Brasil y Paraguay ya están conectados por el Puente de la Amistad, entre Foz de Yguazú y Ciudad del Este, inaugurado en 1965. La vía sigue siendo el principal corredor logístico entre los dos países pero está sobrecargado desde hace años. Además del movimiento de personas, el puente concentra el tráfico de camiones. Con la nueva conexión, el Puente de la Amistad será utilizado exclusivamente por vehículos ligeros y autobuses turísticos, mientras que el nuevo Puente de la Integración recibirá el transporte de carga. Al final de la obra, será gestionado por el gobierno de Paraná.

También está en construcción un tercer puente que unirá las dos naciones, esta vez entre Carmelo Peralta, en Paraguay, y Porto Murtinho, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul. Esta obra también tiene parte de su ejecución financiada por Itaipú Binacional y deberá facilitar el acceso de Brasil a los mercados del Océano Pacífico.