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Javier Campos Morales, Joaquín César Mora y un civil fueron ejecutados el 20 de junio al interior del templo de la comunidad de Cerocahui en el municipio de Urique, Chihuahua

En su intento por auxiliar a un hombre, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en el municipio de Urique, Chihuahua, al interior de un templo de la comunidad de Cerocahui.

Los hechos se registraron el pasado lunes 20 de junio, donde Javier Campos Morales y Joaquín César Mora intentaron ayudar a un sujeto que buscó refugio en el centro religioso luego de que fuera perseguido por sujetos armados.

El agresor persiguió a su víctima hasta el interior de la iglesia, donde abrió fuego contra los dos sacerdotes y el tercer hombre involucrado, de manera que las tres personas perdieron la vida en el lugar del ataque.

Sin embargo, los cuerpos de los clérigos fueron sustraídos del templo posterior a su asesinato. De manera extraoficial, medios locales señalaron a José Noel Portillo, “El Chueco”, como el responsable del robo de los cuerpos de los sacerdotes, aunque esto no ha sido confirmado por las autoridades competentes.

Ante ello, la Compañía de Jesús y demás asociaciones religiosas exigieron justicia por sus hermanos abatidos, así como por la recuperación de sus cuerpos.

“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas”, expresaron, y aseguraron que este brutal asesinato no se trató de un hecho aislado.

Y es que la iglesia se encuentra ubicada en la Barrancas del Cobre de la Sierra Chihuahuense, zona que ha sido azotada por los altos índices de violencia debido a la presencia del crimen organizado, por lo que también exigieron salvaguardar la vida de toda la comunidad de Cerocahui.

“La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”
Asimismo, el general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, también expresó su dolor ante el asesinato de ambos sacerdotes. “Estoy consternado y triste por esta noticia”, comentó, al tiempo que manifestó sus condolencias hacia la comunidad jesuita en México y los familiares de las víctimas.

De igual manera, el senador Emilio Álvarez Icaza se pronunció al respecto y condenó los hechos perpetrados por supuestos miembros del narcotráfico e indicó que “ojalá los gobiernos se ocuparan de algo más que las elecciones”.

“Me uno a la indignación, rabia y exigencia de justicia por el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Medina (…) La descomposición del país avanza, el dolor también”
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó este crimen en su conferencia de prensa matutina del martes 21 de junio y reconoció que en la Sierra Chihuahuense hay una fuerte presencia de la delincuencia organizada. “Parece que se tiene información sobre los posibles responsables de estos crímenes. Es lo único que conocemos”, señaló.

Sin embargo, hasta el momento no se tienen reportes de ninguna persona detenida por estos hechos, así como tampoco la identificación de los presuntos agresores. En tanto, el Gobierno estatal aseguró que se dará con los responsables del asesinato de los clérigos de 79 y 81 años.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la Agencia de la ONU para los Refugiados en México y la Conferencia del Episcopado Mexicano también lamentaron los homicidios de los sacerdotes jesuitas, mientras que el padre Luis Gerardo Moro Madrid –provincial de la Compañía de Jesús– indicó que se encuentra trabajando con autoridades federales y estatales para la seguridad de otros tres jesuitas, de nombre Esteban Cornejo, Jesús Reyes y Jesús Zaglul.