Por Mino D’Blanc

Diego Arancivia da vida a Gus en la telenovela “Corazón Guerrero”, producida por el experimentado Salvador Mejía y que se transmite de lunes a viernes a las 16:30 horas por “las estrellas”.

Gus es un chavo huérfano que vive en el internado de niños abandonados. Tiene 17 años, sus padres fallecieron. Es el mejor amigo de Adrián (Sian Chiong) y hace equipo de vida con Belén y Sergio. Es muy extrovertido, alegre, soñador, muy buen consejero, apasionado del baile y de la patineta.

Platicamos con Diego Arancivia, gracias a las finas atenciones de la licenciada Paola García, de Televisa.

MD’B: Das vida a Gus en esta telenovela que está teniendo mucho éxito.

DA: Así es, este personaje que llegó a mi vida. Un chavo súper extrovertido, apasionado por el baile, que es muy buen amigo, consejero, que también espera algún día conocer a algún familiar ahí por la vida. Y vive en un internado de chicos abandonados, donde fue dejado ahí en la puerta y lo recibieron y ahí creció hasta la mitad de los 17 años.

MD’B: ¿Cómo llegó a tu vida este personaje?

DA: Uy, es aquí donde yo me doy cuenta que los personajes a ti te elijen. Un día a mí me llamó de Televisa un día la jefa de reparto, Marthita Rebelo que la amo, me dijo que fuera para que hiciera un casting; ya iba cuando me llamó y me dijo que ya no era necesario, que mejor le mandara un video de casting. Yo dije “ay, no puede ser, yo quería que me vieran los directores”. Ahí fue donde dije “si va a ser para mí, va a ser para mí”, entonces me mandó una escena que me tenía que aprender, que me la aprendo, que se la mando con un video también bailando. Yo pensé que no me había quedado y un día fui a Televisa así como a despedirme porque ya eran las vacaciones de diciembre y justo voy con ella y me dice que estaba en selección con otros dos chavos. Le pregunté que cuándo me daba la respuesta y me dijo “dame una hora”, en una hora me marcó y me dijo que fuera a su oficina, fui y me dijo “felicidades, te quedaste con el personaje de Gus”. Yo no lo podía creer, le agradecí a ella, a Dios, a la vida y así fue como llegó Gus y ahorita estoy súper feliz.

MD’B: ¿Qué le has aprendido a Gus?

DA: Muchas cosas. A que a veces la familia no tiene que ser de sangre para sentir ese amor, esa compañía, esa unión que a veces los hermanos hacen. Entonces en ese internado yo conocí a muchas personas que también estaban a veces en las mismas situaciones que yo sin ningún familiar y quieras o no, ahí haces familia, entonces aprendí a eso, a querer, a amar, que no importa que no lleven tu sangre pero a veces hay otras cosas que te unen como la vida, la convivencia, el estar ahí todo el tiempo, el sentirse hermanos con los demás:; aprendí eso, a amar, a amar, a que no importa que no sean familiares de sangre para sentir esa unión de hermanos.

MD’B: ¿En qué se parece Gus a ti?

DA: Se parece en muchas cositas. Gus es un chavo extrovertido, yo también soy muy extrovertido, También en que somos muy apasionados por los sueños; Gus es un chavo que cree en los sueños, que le gusta el baile, que le gusta andar en patineta y se entrega al cien siempre en los bailes y yo soy así, soy muy apasionado con mi carrera de actuación, me entrego siempre al cien, siempre estudio más y más y estoy ahí. Le pongo todo mi empeño a cada escena, me las aprendo una y otra y otra vez y las repaso en mi casa y llego ya al set con la memoria bien. Nos parecemos en eso, que somos chavos muy apasionados por la vida y siempre vamos a ir detrás de eso que siempre nos ha gustado y nos apasiona.

MD’B: ¿En qué no se parece Gus a ti?

DA: Que a mí no me gusta patinar y a Gus sí le gusta. Que yo nunca he estado en un internado de niños abandonados, aunque igual tenemos muchas cosas en común. También yo crecí sin mis padres hasta cierta edad, hasta los 8 o 9 años, porque se fueron a Estados Unidos y me dejaron con mis abuelos, pero siempre tuve con quien estar de mi familia, pero así como esa relación de que yo sí sentí igual ese abandono cuando mis padres se fueron. A pesar de que Gus nunca se dio cuenta porque estaba muy chiquito, recién nacido y yo ya sabía el dónde está mi mamá, porque crecí con ella.

MD’B: De todo lo que hace Gus, ¿tú que no harías en esta vida y por qué?

DA: Yo creo que el andar en patineta porque es mucho riesgo. Mi personaje sufre un accidente, entonces yo no haría eso de ver cómo se arriesga de andar en la patineta haciendo sus trucos. No lo haría porque estaría de por medio mi salud, mi físico, un accidente, una fractura de cualquier parte del cuerpo.

MD’B: ¿Por qué consideras que el público tiene que ver esta telenovela?

DA: Porque es una telenovela de la vida real en la que pasan muchas cosas y espero que mucha gente se sienta identificada con cualquier personaje que está en la historia porque son personajes de la actualidad que pasan en esta vida, como en mi caso, que hay muchos niños que los abandonan y que es muy importante si no puedes tener hijos poder adoptar, porque lo que necesitan esos niños es amor, cariño. También no se deben perder esta telenovela para que les despierte en cada persona esa llamita, ese fuego, ese corazón guerrero para que vayan y busquen lo que siempre han querido hacer en la vida y ojalá que esta telenovela les abra los ojos a todas aquellas personas que están pasando por cualquier situación que pasa en la historia y que vean que todo tiene una solución en esta vida.